Los datos, presentados por la consultora especializada Boa Vista, muestran que en el mes de septiembre, los pedidos de bancarrota cayeron un 2% en relación a agosto y un 6,3% ante septiembre de 2015.
Los pedidos de quiebra entre las empresas brasileñas crecieron un 16,7% entre enero y septiembre en comparación con el mismo periodo del año pasado, según un informe divulgado este miércoles.
Los datos, presentados por la consultora especializada Boa Vista, muestran que en el mes de septiembre, los pedidos de bancarrota cayeron un 2% en relación a agosto y un 6,3% ante septiembre de 2015.
Las quiebras decretadas subieron un 11,9% hasta septiembre, mientras que en relación al mismo mes de 2015, hubo un aumento del 22,5%. En comparación con agosto, el crecimiento fue del 7,9%.
Los pedidos de recuperación judicial y las recuperaciones judiciales concedidas, en el acumulado del año, registraron por su parte un aumento del 70,2% y del 68,1% respectivamente.
Según Boa Vista, aún con la mejora relativa de las expectativas macroeconómicas, los indicadores de bancarrota continúan mayores que los registrados el año anterior, y la tendencia es que la situación no cambie hasta finales de año.
El 86% de las empresas que pidieron bancarrota son de pequeño tamaño, y el 92% de ellas lo tuvieron decretada.
El sector de servicios fue el que tuvo más pedidos de quiebra (39%), seguido del industrial (36%) y el de comercio (25).
Entre las decretadas, el mayor número fue en el sector comercial (37%), seguido del de servicios (35%), mientras que en los pedidos de recuperación judicial y en las recuperaciones concedidas, el sector de servicios fue el que tuvo más porcentaje (45% en ambos casos).
