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Política monetaria tendrá un respiro como arma antiinflación en Uruguay
Martes, Marzo 18, 2014 - 09:23

Fuente de un banco privado dijo que seguramente las autoridades del equipo económico opten por un “leve recorte” del objetivo de agregado monetario M1 ampliado, para que converja gradualmente al objetivo de 8% en el horizonte de política monetaria.

Uruguay. El equipo económico no introducirá grandes innovaciones en el manejo de la política monetaria para contribuir a moderar las presiones inflacionarias y, por este motivo, está apostando a otras herramientas como la política fiscal (rebaja de tarifas) o acuerdos de precios con los privados. En diálogo con El Observador luego del acto de Mesa Nacional de Asamblea Uruguay del sábado 12, el vicepresidente de la República, Danilo Astori, adelantó que “no habrá” mayores innovaciones en el frente de la política monetaria, cuando vuelva a sesionar el Comité de Política Monetaria (Copom) en los primeros días de abril. En la misma línea, una fuente de un banco privado dijo que seguramente las autoridades del equipo económico opten por un “leve recorte” del objetivo de agregado monetario M1 ampliado (dinero en poder del público, depósitos a la vista y en cajas de ahorro del sistema bancario) para que converja gradualmente al objetivo de 8% en el horizonte de política monetaria. En el trimestre octubre-diciembre el M1 se expandió 13,5%, por debajo del rango indicativo definido en el Copom en octubre (15% a 17%).

Por otro lado, Astori estimó que el tipo de cambio seguirá “fluctuando” como hasta ahora “acompañando” la tendencia internacional, y que solamente habrá una intervención del Banco Central (BCU) en caso que se produzcan oscilaciones bruscas. Ayer el dólar bajó levemente (-0,12%), pero la semana pasada había cerrado con la mayor apreciación semanal en lo que va del año (1,44%).

Compromiso explícito. El Ministerio de Economía envió el viernes 11 de noche al Parlamento el proyecto de ley que incluye la quita del IVA en el cargo fijo en las facturas de UTE y Antel, la exoneración de este impuesto en la venta e importación de algunas frutas y verduras, y una clásula para evitar un incremento en la cuota mutual a mediados de año. Astori declaró a El Observador que la idea es aprobar con la máxima celeridad posible este proyecto de ley en el Parlamento para que ya impacte en la medición del Índice de Precios al Consumo (IPC) de marzo.

La exoneración del IVA en el cargo fijo de UTE, beneficiará a algó más de un millón de clientes residencial simple y a 174 mil de la tarifa de consumo básico residencial. Fuentes del ente habían adelanto a El Observador que la renuncia fiscal por esta medida es de unos US$ 25 millones por año. En el caso de la exoneración de IVA de frutas y verduras, el beneficio impositivo debería repercutir en una reducción en la venta al público de algunos rubros que hoy se están importando.

Jorge Polgar, ministro interino de Economía, precisó ayer en conferencia de prensa que en la reglamentación se definirá qué productos podrán contar con esta rebaja impositiva. Desde mediados de febrero se llevan importadas 3.500 toneladas de papa, 900 toneladas de zanahoria y 272 toneladas de tomate. Mientras que en los próximos días podría importarse cebolla y/o morrón, según adelantaron operadores del mercado granjero.

Asimismo, el proyecto evitará un incremento de la cuota mutual. Esta medida abarcará a 200 mil usuarios que pagan directamente la afiliación por no encontrarse incluidos en el Fondo Nacional de Salud (Fonasa).
Polgar fue contundente sobre la intensión que persigue el gobierno con estas medidas: evitar a toda costa que la inflación supere los dos dígitos. Luego del Consejo de Ministros, comentó que el Poder Ejecutivo pretende incidir sobre las expectativas de los agentes privados y tiene el “firme compromiso” de evitar superar el umbral del 10%. Algunos analistas privados habían cuestionado la pasada semana la efectividad de las medidas del equipo económico porque iban a tener su efecto sobre el IPC más no sobre la inflación. “Lo hacemos con la intención de impactar fuertemente sobre las expectativas y contrarrestar los efectos climáticos”, explicó.

El presidente, José Mujica, reconoció públicamente la pasada semana las dificultades para controlarla inflación “Es difícil el tema, porque hay mucho poder adquisitivo en la gente y la gente compra y compra; y si no tiene para comprar, consigue crédito y sigue comprando. Es bravo”, reconoció.

Ingresos al alza. El poder de compra de los hogares uruguayos registró un fuerte incremento durante el primer mes del año, según los datos difundidos ayer por el INE. El indicador aumentó 7,8% en términos interanuales, acelerándose respecto a la suba de 3,6% registrada a diciembre.

Más pesimismo por evolución de precios. La fuerte suba de precios en algunos rubros específicos de consumo al comienzo del año llevó a un mayor pesimismo de los consumidores uruguayos respecto a la evolución de los precios a futuro, afectando al mismo tiempo la percepción de los uruguayos respecto a la situación económica del país. El índice que mide las expectativas de inflación de los consumidores uruguayos registró un incremento de 6,7% durante el mes de febrero, ubicándose en el promedio de los últimos 12 meses, 7,5% por encima del año móvil anterior, según el sondeo que realiza el Programa de Opinión Pública y Confianza Económica (Popce), integrada por el Departamento de Economía de la Universidad Católica y Equipos Consultores. Eso no quiere decir que los consumidores uruguayos esperen un incremento de la inflación de 6,7 puntos porcentuales. El sondeo recoge percepciones generales de los consumidores y la magnitud del aumento es solo a nivel indicativo sobre la dirección que toman las expectativas. De hecho, al preguntar sobre la evolución esperada de los precios, los encuestados deben contestar si consideran que subirán “mucho, bastante, poco o nada”. Según los técnicos a cargo del estudio, la mayor expectativa de inflación por parte de los consumidores uruguayos es un reflejo de la evolución reciente del índice de precios al consumo, impulsado por “los shocks de oferta transitorios como son las lluvias que afectaron varios cultivos en febrero, sumados a un valor del dólar instalado en los $ 22, y aumentando gradualmente a lo largo del mes”. El informe del Popce explica que “el proceso de formación de expectativas del consumidor sería menos sofisticado que el de los analistas y otros agentes, que incorporan al análisis un set más amplio y consistente de variables, formando expectativas más ‘racionales’”.El mayor pesimismo en materia de inflación, junto con una menor expectativa de ingreso de los hogares y una mayor previsión de desempleo, llevaron a que los consumidores locales redujeran su confianza en la situación económica del país. El indicador que evalúa esa dimensión muestra un deterioro de 5,5% en las expectativas a un año y de 8,2% a tres años, respecto al relevamiento del mes anterior. En su conjunto, el índice de confianza del consumidor registró una caída de 3,3% en el mes, con un deterioro acumulado de 4,9% en el promedio de 2014 respecto a igual período del año anterior. Aún así, todavía el indicador se encuentra en una zona de “moderado optimismo”, según los responsables del estudio. Además de la percepción de los consumidores acerca de la situación económica del país, otras dimensiones del indicador muestran un comportamiento a la baja. Tal es el caso de la predisposición a la compra de bienes durables, que en febrero tuvo una caída de 0,5%, pero que en el promedio del último año se ubicó 12,4% más baja que en igual período de 2013.

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