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Conozca la puesta a punto de Graña y Montero
Lunes, Septiembre 26, 2016 - 10:43

Con la inversión privada y pública a punto de tomar un nuevo impulso en el Perú, Graña y Montero apuesta a un 2017 en el que pueda recuperar los resultados cosechados en épocas de vacas gordas. Además, se concentrará en Chile y Colombia.

Como ingeniero civil, Mario Alvarado siempre busca estar ‘sobre el terreno’, es decir, cerca de los proyectos de Graña y Montero. No obstante, sus obligaciones como gerente general corporativo del holding de infraestructura y construcción peruano a menudo se lo impiden. “No sabes la rabia que me da porque estoy lejísimos, pero suele pasar con este tipo de trabajo que te vas alejando. Sin embargo, me sigo metiendo mucho cuando puedo, sobre todo cuando son muy grandes”, dice el ejecutivo.

El día a día de Alvarado como uno de los máximos responsables del grupo Graña y Montero con seguridad ha cambiado mucho en los últimos años. Con la expansión regional del holding, que ha aterrizado con subsidiarias en Chile y Colombia, el ejecutivo viaja con frecuencia a ambos países y en 2015 incluso llegó a ir 24 veces al primero de ellos.

Este año, sin embargo, el gerente general corporativo de Graña y Montero asegura estar más concentrado en el Perú. Al fin y al cabo la operación peruana se encuentra ante el desafío de volver a crecer como años atrás (cuando logró multiplicar sus ventas por siete en solo seis años), tras un complicado 2015 en el que su utilidad neta cayó 70%, aunque sus ventas se incrementaron 11,8%. Los principales culpables: la apreciación del dólar, el descenso en el precio del petróleo y sus malos resultados en algunos proyectos, especialmente del proyecto minero Inmaculada.

“El año pasado fue duro”, reconoce Mario Alvarado, quien asegura que tras ello la compañía se ha concentrado en mejorar, aprender mucho de sus errores y estar listos para lanzar sus proyectos, pero reconoce, no obstante, que en cuanto a ventas los resultados este año podrían ser menores a los de 2015.

Y es que el contexto local está jugando en contra de las empresas de ingeniería y construcción locales. “Si bien la inversión pública ha crecido en el primer semestre respecto al año anterior, el cambio de gobierno no ha ayudado a que los proyectos caminen con velocidad. Sin duda ha habido una demora importante en proyectos que ha afectado particularmente a las empresas de esta industria”, dice Roberto Urrunaga, decano de la Facultad de Economía y Finanzas de la Universidad del Pacífico. Por otro lado, la inversión privada, que cayó 4,4% en 2015, todavía no remonta y los analistas prevén que para este año la tendencia continuará en negativo.

Las ventas del holding de 26 empresas del primer semestre, de hecho, reflejan este complicado escenario. Sus ventas decrecieron 25,6% por la caída justamente de sus ingresos en ingeniería y construcción, el negocio que más aporta a su facturación y de infraestructura, por las menores ventas de Graña y Montero Petrolera. Su utilidad neta, por el contrario, avanzó 162,2% gracias, entre otras cosas, a la venta de Transportadora del Gas del Perú y a la apreciación del sol, y su backlog creció ligeramente respecto al trimestre anterior. “Ya este año se siente que empezamos a mejorar. Si bien el volumen va a decaer porque es un año de transición, logramos mantener el backlog de fin de año”, dice Mario Alvarado.

Los analistas, efectivamente, vaticinan un descenso en ventas para la compañía este 2016. Marco Contreras, analista senior de inversiones de Kallpa Securities, estima que la caída sería del 13% para final de año, aunque recalca que para el segundo semestre la perspectiva es más positiva que para el primero.

“Vamos a ver una mejora en los márgenes este año debido a las mayores eficiencias implementadas por la empresa, que deberían verse reflejadas en un aumento significativo de la utilidad neta”, añade Lizbeth Walqui, analista de estrategia y asuntos económicos de Intéligo.

La apuesta por mejorar de Graña y Montero se ha traducido este año entre otras cosas en la creación de una Gerencia de Riesgos, que le permite –explica Walqui– evaluar al detalle cada proyecto en el que está interesada en participar, para ver si realmente es tan rentable como se cree.

“Nos hemos vuelto más estrictos en los procesos, en asegurar que las matrices de riesgo que hacemos están bien hechas y que las personas en cada puesto son las correctas”, explica Mario Alvarado, quien reconoce que ante la vorágine de crecimiento de la empresa tomaron ciertos proyectos que no debieron tomar.

Vuelta de tuerca. El gerente general corporativo se muestra muy optimista respecto a 2017, que para Graña y Montero será un “año clave”, pues en este se deben concretar los proyectos que estaban casi listos para salir a nivel local y lanzarse, y que impulsarían a la principal área de negocio del holding: ingeniería y construcción. “Es un año en el que lo que vemos es muy fuerte. Hemos trabajado mucho para desarrollar el ciclo que viene. Ahora, como todas las cosas, se tienen que alinear los astros”, dice el ejecutivo.

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Para los expertos, sin embargo, todo apunta a que efectivamente los “astros” se alinearán el próximo año en el sector infraestructura, debido al cambio de gobierno en el Perú. “Cinco de los seis pilares del gobierno de Pedro Pablo Kuczynski tienen una vinculación directa con infraestructura y el déficit del sector es de alrededor de US$ 160.000 millones. Existe una sinergia perfecta entre la perspectiva política y los horizontes de este gobierno respecto al déficit”, dice Christian Privat, director de Auditoría de KPMG y especialista en infraestructura y construcción.

Entre los proyectos que podrían “destrabarse” destaca sin duda el Gaseoducto del Sur, una obra en la que tiene un 20% de participación y que se encuentra suspendida hasta que se defina la empresa que comprará las acciones de la brasileña Odebrecht en el mismo. “Es el proyecto más grande que ha tenido en su historia, pero a partir de finales de año y 2017 se cierra su financiamiento y comenzaría a beneficiar la empresa en sus resultados, lo que se vería en su utilidad neta”, dice Jasmine Helme, analista senior de renta variable de Credicorp Capital.

En la mira de la empresa –explica Mario Alvarado– se encuentran, además, la continuación de la Javier Prado y una lista enorme de proyectos pequeños, muchos de ellos iniciativas privadas cofinanciadas. “En el país hay proyectos por S/ 41 billones por destrabarse y nosotros tenemos propuestas por S/ 12 billones”, dice el ejecutivo.

Con Odebrecht, uno de los mayores actores de la industria a nivel local de los últimos años, fuera de competencia por estar inmenso en un proceso judicial en Brasil, Graña y Montero podría tener mayores posibilidades de hacerse con nuevos proyectos, para algunos especialistas. “De las empresas locales es la que tiene más expertise, conocimiento e historia en el rubro, entonces se beneficiaría de un entorno menos competitivo”, dice Jasmine Helme.

El factor minero, que fuera uno de sus vientos de cola más importantes en el pasado, para el próximo año no le jugaría a favor. Alvarado reconoce que la caída del precio de los commodities va a seguir afectando, aunque el holding está menos expuesto que en el pasado a esta industria. “Años atrás, del total del backlog que teníamos el 50% estaba en la industria minera. A junio de este año, del backlog, el 1% corresponde a proyectos relacionados con la minería y el 21% a operaciones mineras”, explica el ejecutivo.

Apuesta social. En los dos últimos años la subsidiaria inmobiliaria de Graña y Montero Viva GyM, por otro lado, no ha podido escapar a la desaceleración en las ventas del sector inmobiliario, aunque en el primer semestre esta entregó más unidades respecto al año anterior.

Sucede que para Mario Alvarado la industria se ha visto afectada por la sucesión de anuncios de nuevas medidas para incentivar las ventas, como el leasing inmobiliario, que lejos de impulsarlas han tenido el efecto contrario. “Si se dice que se va a cambiar las reglas del juego para mejor, nadie compra nada. Entonces nos hemos pasado los dos últimos años con anuncios de cosas que no sirvieron y se pararon las ventas”, explica.

Al dejar de hacer nuevos anuncios y actualizar los programas Mi Techo Propio y Mi Vivienda, sin embargo, el panorama podría cambiar, según el ejecutivo. “Si se ajustan los valores a los actuales en los programas, se va a vender todo”, dice Alvarado. Con una inversión privada reactivada a nivel local, asimismo, el sector inmobiliario y Viva GyM se verían beneficiados, según Marco Contreras, de Kallpa.

Viva GyM tiene hoy 14 proyectos en ejecución de viviendas y oficinas, entre ellos Parques de Ancón y Comas, con 13.000 unidades, y el plan de la compañía es continuar con su enfoque en el desarrollo de vivienda social, que sigue siendo una prioridad a nivel local para reducir el déficit habitacional del país, según Carola Pacheco, gerente general de la Asociación de Desarrolladores Inmobiliarios (ADI Perú).

Planes multilatinos. En 2013 Graña y Montero realizó una Operación Pública Inicial en la Bolsa de Valores de Nueva York por US$ 412,7 millones, lo que la convirtió en la empresa del sector construcción con la mayor capitalización bursátil de la región. El objetivo: acelerar su crecimiento en el área de infraestructura y agilizar su desarrollo regional en Chile y Colombia, que se materializó a través de la compra de empresas como la constructora colombiana Morelco y la empresa chilena de tecnologías de la información Adexus.

El resultado de sus operaciones en ambos países, sin embargo, en los últimos años ha sido desigual. “Sus operaciones internacionales de construcción en Chile y en Colombia han tenido una situación complicada en los dos últimos trimestres. En su momento sí parecían adquisiciones estratégicas para aprovechar el potencial en construcción e infraestructura de ambos países, pero la coyuntura internacional les ha afectado”, dice Marco Contreras, de Kallpa.

Se da la circunstancia de que la subsidiaria chilena del holding, Vial y Vives-DSD, está especializada en ingeniería y construcción en el golpeado sector minero, mientras que la colombiana Morelco tiene su foco en la construcción y operación de infraestructura para el sector hidrocarburos, que se vio impactado en 2015 por el menor precio de estos.

Mario Alvarado, sin embargo, insiste en que la compañía sigue apostando por replicar su operación en el Perú en ambos países y asegura que ve perspectivas de crecimiento en el ámbito de infraestructura en Colombia y en el ámbito de concesiones en Chile. “El foco es seguir creciendo en ambos países en general en los servicios que hacemos”, dice el ejecutivo, quien explica que el 25% de la facturación del grupo corresponde a sus operaciones internacionales.

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Las sinergias que existen entre las subsidiarias del grupo, del mismo modo, podrían ayudar y la compañía trabaja para integrar conocimientos entre empresas y darles capacidades para poder agrandar sus mercados. “Si bien la especialidad de Morelco es oil and gas, comenzamos a darle capacidades de otros lugares para que pudiera participar en otros segmentos y acabamos de ganar un proyecto bien interesante para construir colegios en Colombia, por US$ 135 millones”, explica Mario Alvarado.

Para Marco Contreras justamente lo que han hecho en el país vecino aleja al grupo un poco de la parte de commodities y es el camino que deberían seguir con sus otras empresas regionales para seguir logrando caja.

Más allá del Perú, Chile y Colombia, el grupo, según su gerente general corporativo, continúa observando nuevas oportunidades, aunque de forma menos activa. “Ahora, por proyectos sí vamos a México, a República Dominicana o a Guyana, como acabamos de estar. Pero nuestro foco son los tres países donde estamos”, matiza Alvarado.

Diversificar aún más su cartera de servicios, del mismo modo, continúa como uno de los planes de la compañía. “Más que empresas, van a crecer la cantidad de productos que hacemos. Buscamos la combinación de tres ángulos: diversificación geográfica, de productos y conseguir flujos estables, que nos den predictibilidad”, dice Mario Alvarado.
Con esta triple receta y si el sector infraestructura especialmente en el Perú vuelve a tomar vuelo, ¿podrían recuperar los crecimientos exponenciales logrados años atrás? “Nos estamos preparando permanentemente para correr la siguiente ola”, dice el ejecutivo.

Mario Alvarado, gerente general corporativo de Graña y Montero

“DEBE CAMBIARSE EL ROL DEL MEF”

Para el gerente general corporativo se avecinan cambios en el contexto de inversiones en el Perú. Alvarado da algunas claves para que se materialice un impulso.

-Con el cambio de gobierno, ¿cree que habrá un nuevo impulso de la economía peruana?


-Es un gran reto para el nuevo presidente lograr todo lo que quiere, dada su posición en el Congreso. Y es una de las cosas que tendrá que hacer porque estamos en una posición envidiable. El país tiene poca deuda relativa al PIB y eso nos permite hacer que la economía explote positivamente. Y para eso hay que destrabar qué es lo que hace que sea ineficiente.
-¿Cuál es la clave para impulsar las inversiones? ¿Eliminaría el SNIP?

-No creo que el SNIP sea una traba. Lo que tienen que hacer es cambiar el rol del Ministerio de Economía y Finanzas. Proinversión debe tener el rol que tenía. Deberían darle las reglas sobre las cuales hacer los procesos, más que volver a pasar una aprobación adicional. Es muy importante generar algo a nivel país como Prolicitación o Procompras, que enseñe y garantice que todos los procesos están bien hechos.


-Por su experiencia en Colombia y Chile, ¿debería tomar nota el Perú de sus sistemas de inversión?


-Cada uno tiene buenas experiencias. Años atrás mucha gente de Colombia venía a entender cómo funcionaba Proinversión y copiarlo porque era un referente. Copiaron muy bien y tienen sus altas y bajas hoy. En Colombia es muy interesante, por ejemplo, el concurso que hemos ganado en Colombia para construir 14 colegios. Es algo diferente que permite construir a gran velocidad muchas escuelas a la vez. En Chile la gran diferencia es que los procesos tienen mejor inversión en la parte de ingeniería que en el Perú y eso ayuda a que el proceso sea más acotado.


-Se dice que existen numerosas complicaciones para invertir en infraestructura en provincias. ¿Qué debería hacerse con la descentralización?


-Con esta no hay vuelta atrás. El tiempo que demoraría asumir las capacidades además es clave. Se apuró el proceso y unos cinco presidentes regionales han terminado presos porque creyeron que su presupuesto era su dinero. Por eso nosotros no participamos en los procesos. No había profesionalización. En este momento ha habido un salto cualitativo y habrá más. Creo que se terminará mejorando la inversión en regiones. Los proyectos en estas deberían licitarse por niveles de servicio en esquemas de asociaciones público-privadas.

Autores

Laura Villahermosa