Esta emblemática obra del gobierno ecuatoriano, que actualmente opera en un 50% de la que será su capacidad, ya cubre el 20% de la demanda nacional de energía, señaló el vicepresidente de Ecuador, Jorge Glas.

Guayaquil. En los primeros tres meses de operación de la primera fase, la central hidroléctrica Coca Codo Sinclair generó el primer millón de megavatios/hora, lo que significa un ahorro de US$70 millones, anunció el vicepresidente Jorge Glas.

Esta emblemática obra del gobierno ecuatoriano, que actualmente opera en un 50% de la que será su capacidad, ya cubre el 20% de la demanda nacional de energía, señaló el segundo mandatario durante el enlace semanal de rendición de cuentas desde la ciudad fronteriza de Loja, sierra sur.

“En tres meses ya representa un ahorro para el país de US$70 millones, solo con la mitad del proyecto, con las cuatro primeras turbinas”, resaltó Glas, al señalar que se prevé que en septiembre próximo entren a operar las otras cuatro turbinas restantes, que junto a la hidroléctrica Sopladora, cubrirán el 82% de la demanda nacional con fuentes renovables.

La considerada mayor obra de ingeniería de la historia, está ubicada entre las provincias de Napo y Sucumbíos, en la Amazonia, el frente de captación del proyecto hidroeléctrico toma el 55% de las aguas del río Coca para la limpieza y sedimentación; luego, a través de un túnel de 25 kilómetros, es conducida al embalse de compensación, que regula la caída del agua para la puesta en marcha de las turbinas.

“Cómo les duele los logros del gobierno. Les recuerdo que la hidroeléctrica es riqueza para todos los ecuatorianos”, expresó el vicepresidente, al deplorar las críticas de opositores que desinformaban acerca de la operatividad de esta central.

En la última década, el gobierno del presidente Rafael Correa desarrolla la construcción de ocho megaproyectos hidroeléctricos a nivel nacional: Coca Codo Sinclair, Sopladora, Manduriacu, Delsintanisagua, Minas-San Francisco, Mazar-Dudas, Quijos y Toa, con una inversión de más de US$4.700 millones.

Con estas obras, que estuvieron postergadas por décadas dejando como resultado épocas de apagones, Ecuador prevé ahorrar US$1.300 millones al año en importación de combustibles, según cifras oficiales.