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Presidente del sector minero peruano: "El cobre no volverá a subir a niveles de US$4 la libra"
Martes, Mayo 17, 2016 - 17:20

Carlos Gálvez Pinillos revela también en entrevista con AméricaEconomía que no existe certeza sobre la cartera de inversiones en el sector minero para el próximo quinquenio.

-¿Los empresarios del sector minero reaccionaron con temor frente a esta escalada de la izquierda, que sumó un 20% entre Verónica Mendoza y Gregorio Santos en esta primera vuelta?

-Hay quienes creen que el crecimiento se va a producir por generación espontánea, que los sectores que han promovido más la economía no importan. Las expectativas de los empresarios suelen ser volátiles, como la bolsa, porque sobre reaccionan hacia un lado o hacia el otro. Pero, al final, poco importa si unos tienen miedo y otros no. Lo que importa es la configuración del Congreso, donde ganó la mayoría que cree que el crecimiento se debe trabajar, impulsando el desarrollo de los proyectos mineros en cartera. No perderemos el tiempo, como en este gobierno.

-Pero en este gobierno, de tendencia de izquierda, se promovió como en ninguna otra administración la inversión minera, con un crecimiento del orden del 142%

-Absolutamente cierto. Pero ocurre que la actividad minera es de largo plazo. Los proyectos toman, entre tener los permisos y construirse, entre tres, cinco o diez años. Las Bambas, la ampliación de Cerro Verde, Toromocho, se empezaron a construir en este gobierno, pero los permisos se obtuvieron en la anterior administración. Los únicos proyectos a los que se les aprobó los permisos en estos cinco años fueron Conga y Tía María, ambos paralizados. Esa parálisis contagió otros proyectos, como Michiquillay, Galeno, La Granja, entre otros. No hubo ningún acompañamiento del Estado, simplemente el gobierno le dio la espalda al sector más importante de la economía.

-Hay quienes dicen que, como los precios de los metales cayeron, se deben mirar otros motores del crecimiento, y dejar de darle importancia a la minería. ¿Qué les respondería?

-Como usted se habrá dado cuenta, ya estoy viejo. Tengo 45 años en este sector, no es la primera vez que veo precios de los metales bajos, estos responden a ciclos económicos. En esas circunstancias, las empresas tienen una serie de oportunidades. En el año 2000, en una conferencia en París, los fondos de inversión no tenían ni el menor interés de reunirse con una compañía aurífera. El precio del oro estaba por los US$200. Aquellos que podrían haber invertido en una empresa como Buenaventura, que entonces valía poco más de US$1.000 millones, podrían haber multiplicado su capital, invirtiendo en una empresa que alcanzó los US$15.000 millones en valor cuando el oro alcanzó los US$1.900. Cuando uno no conoce habla tonterías.

-El presidente del BCR, Julio Velarde, dice que los precios no volverán a subir en el largo plazo

-Tengo un profundo respeto por las opiniones económicas de Julio, pero me temo que no conoce de minería. Las proyecciones de los minerales dependen de sus fundamentos. No es lo mismo hablar del precio futuro del oro que de la plata, el cobre, el plomo o el zinc, porque tienen elementos diferenciadores. El oro es el único billete que no se imprime. Hay que trabajar para sacarlo de las profundidades de la tierra. El cobre no volverá a subir a niveles de US$4 la libra, pero sé que de las 19 millones de tonelada que se producen en el mundo, cinco millones salen de Chile, donde los costos de producción son más altos que en el Perú, lo que genera ventajas cash cost.

-¿La caída de precios de los metales ya tocó fondo?

-El oro, de US$1.900, se ha estabilizado en un rango de US$1.220 y US$ 1.270. La plata, de US$25, está en el orden de los US$13 la onza. El precio del plomo y el zinc, de niveles de US$2.200 y US$2.400, estamos en US$1.700. El cobre, de US$4 la libra estamos entre los US$2,2 y US$2,3.

-¿Qué proyectos de clase mundial existen después del 2018, sin contar Conga, Tía María o la ampliación de Toquepala?

-Tía María está lista para salir, si tuviese aceptación social, lo mismo sucede con la ampliación de Toquepala. En el norte está Conga, que a los precios actuales no es viable. Pero también están Galeno, Michiquillay y La Granja, configurando un distrito geológico importante. Para que sepan, Antamina se construyó a 50 años de su descubrimiento. Yo escuché de Toromocho desde que tenía pantalones cortos. Quellaveco es otro proyecto que, por precios, no saldrá todavía. Tenemos cantidad de prospectos en la Cordillera de los Andes, potencial que debemos poner en valor.

-¿Qué han aprendido los empresarios mineros en estos últimos 10 años?

-Hemos aprendido que no podemos ir a las comunidades solos, que necesitamos el apoyo del Estado, que los gobiernos deben estar omnipresentes en todo el territorio nacional, redistribuyendo la riqueza.

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-¿Proponen un Estado más grande?

-Un Estado con el tamaño suficiente para atender las necesidades de aquellos lugares en los que la densidad poblacional es menor, donde el índice de desarrollo humano es el más bajo, donde precisamente los recursos naturales para contribuir al desarrollo de todos los peruanos están presentes. No se trata de más chico o más grande, sino del tamaño necesario para hacer su trabajo con eficiencia, para que esté presente en lugares remotos, incluso donde el número de votantes es más pequeño.

-¿Qué gobiernos diría que han promovido más el sector?

-No se trata de promover, sino de hacer el análisis estratégico para, a partir de nuestras fortalezas, debilidades, riesgos y oportunidades, determinar qué nos sacará adelante como país. Hubo una persona inteligente que tomó las decisiones que tenía que tomar para salir de la debacle de los años ochentas, generando un shock de inversiones y crecimiento.

-Por ese análisis dicen que los empresarios mineros son fujimoristas

-Es que después solo hubo continuidad, pero cada vez con menos convicción. En el gobierno de Fujimori se fue absolutamente consciente del reto de crecimiento, que había que hacer para salir de la tasa de inflación, desgobierno, deuda, que hubo al término de los ochentas. Se necesitaban recursos hasta para combatir al terrorismo, ponerse atrabajar y atraer inversión. No había hasta ese momento ni capacidad del Estado ni inversión privada suficiente. Eso cambió.

-Se dictaron los ahora criticados contratos ley

-Los contratos de estabilidad jurídica son un invento del gobierno militar, el primero comenzó allí, cuando la dictadura empezó a expropiar todo al más puro estilo nacionalista. En ese entonces, los señores Chuck Preble y Frank Archibald, de Southern Cooper Corporation, se reunieron con el presidente Velasco, al lado de su ministro de Energía y Minas. Ellos le dicen, “quieren expropiar, allí está, Cuajone y Toquepala están listos para ser desarrollados, pero se necesitan US$200 millones, ¿tienen la plata?”. Como no tenían ni reservas, Velasco les preguntó si ellos podían hacerlo. “Claro”, respondieron, “pero nos firman un contrato de estabilidad jurídica”. Ellos iban a traer plata de afuera y querían asegurarse de que no los expropiaran. Así nacieron los famosos contratos ley. La izquierda revolucionaria los inventó, aunque ahora renieguen de eso.

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-En la campaña se habló de los beneficios tributarios…

-¿Qué beneficios tributarios? No los hay. Un contrato de estabilidad jurídica tributaria no es un beneficio, ojo, es tomar la foto del momento como normatividad, a la firma del contrato. En ese momento, voluntariamente, la empresa se compromete a pagar 2 puntos porcentuales al Impuesto a la Renta (IR). Cerro Verde, por ejemplo, cuando suscribió el contrato, el IR era de 30%, a lo que se sumó el 2%. El impuesto al dividendo, que era 4% entonces, ahora es de 6%. Hoy, mientras que el IR es de 28%, Cerro Verde sigue pagando 32%, más el impuesto al dividendo, lo que suma 38%, sin contar reparto de utilidades o el impuesto extraordinario a las sobreganancias. Suena bonito decir en campaña decir, “vamos a renegociar los contratos”, pero no es serio.

-¿Cuántos millones esperan que se ejecuten entre los años 2016 y 2021?

-Todo dependerá del gobierno y de su compromiso con el país.

-¿No existe una cartera asegurada?

-No, no la tenemos. Este quinquenio fue el periodo en el que se produjo la mayor inversión minera. Pero ya se terminó. Se están apagando las luces y nos quedamos a pilas.

-Entonces, ¿confirma que no existen más proyectos para el próximo quinquenio?

-Eso dependerá del próximo presidente. La peor decisión es la falta de toma de decisiones, pecado de este gobierno.

-¿Quién le gusta más al gremio?, ¿Keiko Fujimori o Pedro Pablo Kuczynski?

Cualquiera, solo pedimos que sea racional, razonable y que sepa priorizar las cosas. Verónica Mendoza era una cara bonita, pero sin experiencia. Me recordaba a Alan García a los 35 años.

-Keiko Fujimori tampoco tiene mucha experiencia que digamos

-Seguro, la verdad que, personalmente, ningún candidato me quita la ilusión.

Autores

Luis Felipe Gamarra