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Viraje de Ford a China nubla nuevamente panorama de industria automotriz mexicana
Sábado, Junio 24, 2017 - 10:51

Ford dijo el martes que comenzará a fabricar su modelo Focus para el mercado de Norteamérica en una planta en China en vez de México, tras haber cancelado en enero la construcción de una planta de US$1.800 millones en el estado central de San Luis Potosí.

Una segunda vuelta en "U" de Ford Motor Co en México este año ha hecho surgir el espectro de la competencia china en la fabricación local de autos, intensificando la presión en la industria mexicana que enfrenta reiteradas amenazas de aranceles por parte del presidente estadounidense, Donald Trump.

Ford dijo el martes que comenzará a fabricar su modelo Focus para el mercado de Norteamérica en una planta en China en vez de México, tras haber cancelado en enero la construcción de una planta de US$1.800 millones en el estado central de San Luis Potosí.

La cancelación de la planta de Ford fue un golpe duro para México y se da después de que Trump acusó al país durante su campaña presidencial de afectar a la industria manufacturera estadounidense y amenazó con imponer aranceles de entrada a los autos hechos en suelo mexicano.

Desde entonces, la administración de Trump ha adoptado una actitud más conciliadora y México y Estados Unidos han expresado su confianza en que la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), que se espera inicie en agosto, puede beneficiar a ambos países.

Pero la pérdida del negocio de Focus es un desagradable recordatorio de la creciente competencia que México enfrenta desde Asia en momentos en que las exportaciones de autos de China y su calidad están mejorando.

"Durante mucho tiempo la calidad de los autos hechos en China no cumplió con los estándares internacionales. Hubo una brecha en la calidad (que benefició a México) pero que se va cerrando", dijo Philippe Houchois, una analista de autos en el banco de inversión Jefferies.

La decisión de Ford de mover la producción de Focus destinado al mercado de Estados Unidos a China en vez de México muestra que la industria ha elevado su flexibilidad para elegir entre ambos países para abastecer vehículos de nicho a clientes estadounidenses o a otros mercados.

"Muy desconcertante"

La demanda de autos compactos en Estados Unidos está decreciendo y General Motors Co (GM) enfrenta una situación parecida a la de Ford con su Chevrolet Cruze compacto.

Si GM siguiera el mismo camino con su Cruze y empezara a producir fuera de Estados Unidos, podría dar más trabajo a sus plantas mexicanas, aunque también podría incrementar sus operaciones en sus plantas en Shenyang e Yantai en China.

Pero la volatilidad de las relaciones comerciales entre Estados Unidos y México conlleva grandes riesgos de que Trump renueve sus amenazas de aranceles de 35 por ciento para autos hechos en México.

Para asegurarse, Trump también amenazó a China con imponer aranceles de un 45 por ciento bienes chinos y su representante comercial, Robert Lighthizer, dijo que la decisión de Ford había sido "muy desconcertante".

En enero, el Boston Consulting Group publicó una evaluación sobre la competitividad de la manufactura, en la que dio a México una ventaja de 11 por ciento frente a China.

Esa ventaja ha impulsado a firmas globales a invertir miles de millones de dólares en la industria automotriz en México, empujando la producción a niveles récord. Algunos ejecutivos del sector automotriz consideraron la decisión de Ford como un caso aislado.

"Sigue habiendo un gran dinamismo en la inversión y crecimiento de las plantas," dijo Alfredo Arzola, director general del Clúster Automotriz de Guanajuato, uno de los centros de la industria automotriz en México.

Autores

Reuters