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Perú reporta reducción de siembra de coca y se alista para incursión donde operan narcos y rebeldes
Miércoles, Julio 13, 2016 - 11:47

El área de cultivos de coca en Perú descendió el año pasado un 6,1%, a 40.300 hectáreas, frente al 2014, reveló un informe de la Oficina de las Naciones Unidas Contra las Drogas y el Delito, en medio de una ofensiva contra el narcotráfico.

Perú redujo la siembra de hoja coca en el 2015 por cuarto año seguido y se alista para erradicar cultivos en una convulsionada zona donde los narcotraficantes actúan en alianza con los remanentes del grupo rebelde Sendero Luminoso, según datos de la ONU y de la agencia antidrogas revelados el miércoles.

El área de cultivos de coca en Perú descendió el año pasado un 6,1%, a 40.300 hectáreas, frente al 2014, reveló un informe de la Oficina de las Naciones Unidas Contra las Drogas y el Delito, en medio de una ofensiva contra el narcotráfico.

La caída contrasta con el saltó de un 39% que dio su vecina Colombia, con 96.000 hectáreas de siembra de hoja de coca en el 2015, su mayor nivel en siete años, de acuerdo a datos de la ONU difundidos la semana pasada.

"Hemos reducido sistemáticamente la siembra cocalera desde el 2011, con una caída acumulada de un 36%", afirmó el presidente de la agencia peruana antidrogas DEVIDA, Alberto Otárola, al mostrar las cifras en una conferencia de prensa.

Sin embargo, refirió que ve con preocupación el aumento del cultivo de hoja de coca en la región andina que, incluyendo Bolivia, ascendió el año pasado a unas 156.000 hectáreas.

Otárola precisó que junto con la menor área sembrada, Perú redujo también la producción potencial de hoja de coca secada al sol -base para elaborar cocaína- a unas 96.304 toneladas el año pasado, un 4,5% menos comparado con el 2014.

En Perú sólo un 10 por ciento de la producción de coca se destina al consumo tradicional de la hoja, para el té de coca o mascado de la hoja como producto medicinal o energizante. El resto termina en las manos del narcotráfico.

La mayor zona de producción cocalera se ubica en una región andina y selvática llamada VRAEM, del tamaño de Puerto Rico y donde se produce el 78 por ciento de cocaína en el país. Allí, a la policía antidrogas se le ha dificultado erradicar los cultivos por la fuerte presencia de bandas de narcotraficantes y rebeldes de Sendero Luminoso.

Tarea pendiente. Pero Otárola dijo que ahora, tras una política de cultivos alternativos y de interdicción, la tarea pendiente del próximo Gobierno del presidente Pedro Pablo Kuczynski es incursionar al VRAEM.

La ONU no tiene cifras oficiales de la producción de cocaína en Perú, pero según cálculos privados y del Gobierno el país andino produce entre 270 a 300 toneladas anuales del alcaloide, que se consume en su mayoría en Estados Unidos y Europa.

"El próximo paso es la recuperación del VRAEM, en consecuencia hacemos una reflexión sobre la necesidad de ingresar al VRAEM de forma inteligente, porque no debe haber una zona exenta del imperio de la ley", dijo Otárola.

En la zona se ha "reducido drásticamente" la incursión de avionetas que llegan principalmente de Bolivia para recoger y "exportar" cocaína ante la ofensiva de las fuerzas de seguridad que ahora están autorizadas a derribar naves que cargan drogas, destacó.

Otárola se excusó de cuantificar la reducción de vuelos. Según fuentes policiales, el año pasado se reportaban hasta 3 vuelos diarios de naves con 300 kilos de cocaína cada uno.

Perú restableció en enero la política de derribo tras una prohibición de 15 años, en busca de frenar el transporte de drogas por vía aérea desde las regiones productoras de coca hasta la vecina Bolivia y Brasil.

Hasta ahora no hay información sobre algún derribo de nave.

El funcionario dijo que la ofensiva ha permitido reducir el precio de la hoja de coca a 26 dólares la arroba de 11,3 kilos, desde 50 dólares. "No está siendo negocio sacar coca, porque ya no existe la posibilidad de volar impunemente", afirmó.

El precio promedio de la cocaína producida en Perú cayó el año pasado un 3,8 por ciento, a 1.133 dólares el kilo, precisó.

Autores

Reuters