Es una decepción, pero Cris Carter -el genial creador de "Los Archivos Secretos X"- es un total y absoluto incrédulo. Jamás ha tenido alguna experiencia sobrenatural. Nunca lo ha seguido el FBI. Ni siquiera en sus tiempos de playa y windsurf tuvo algún encuentro cercano con un mísero frisbi.

Así y todo, ganó millones de dólares con la serie, al igual que también son millones los que en todo el mundo siguen embobados, a través de las repeticiones o de los nuevos formatos, con las peripecias de Scully y Mulder por la verdad que está "allá afuera".

Carter (periodista, creador, guionista y productor) fue la pluma de donde surgieron las historias y personajes de la exitosa serie que esta semana confirmó su regreso con una temporada de seis capítulos y con su icónica pareja encabezando el panel.

El anuncio causó impacto inmediato en las redes sociales, lo que no debería extrañar si se piensa que en sólo cinco años "Los archivos secretos X" igualó el fenómeno que "Star Trek" alcanzó en tres décadas. Eran otros tiempos, es cierto. Pero la comparación permite entender hacia dónde va la cosa...

Carter, a pesar de su incredulidad, dice que siempre ha buscado tener una experiencia "sobrenatural". Y, en parte, lo que ha pasado con él tiene mucho de ello. De simple redactor, en poco tiempo y muy joven, pasó a dirigir una revista de surf ("Surfing Magazine"). Como siempre pensó que las olas y la arena quemaban sus neuronas, golpeó puertas hasta que alguien consideró que su "buen oído" para el habla de la calle podría servir, comenzando a estirar sus manos en guiones para seriales como "The Nanny" (sí, la misma).

Cuando terminó la primera temporada de "Los archivos secretos X" y la lista de rating indicaba que el programa se perdía en el lugar 57, Carter pensó que todo llegaba hasta ahí. Sin embargo, avisadores, televidentes y ejecutivos de la Fox consideraron que la serie había sido exitosa, si se tomaba en cuenta que el programa se emitía en la franja nocturna dominical.

Se sumaron cartas y comentarios que hablaban de un verdadero culto y encuestas que revelaban que los mejores seguidores eran jóvenes profesionales y de apreciables categorías de márketing. Así, Carter comenzó a ser considerado heredero natural de Irwin Allen, creador de las inolvidables "Viaje al fondo del mar", "El túnel del tiempo" y -lejos, la más lograda- "Perdidos en el espacio".

Pero si la idea de Carter fue buena, la elección de los actores quizás fue mejor: Gilliam Anderson y Dave Duvochny encarnaron un dúo realmente dinámico. La primera, de una innegable e inquietante belleza y el segundo de una atractiva y sobria estampa.

Aunque, claro, tanto él como ella llegaron a sentirse verdaderamente abducidos por la serie. El ritmo de grabaciones era total, con jornadas de catorce y dieciséis horas. La serie se grababa en Vancouver, Canadá, razón por la cual el recién casado Duvochny amenazó variadas veces con dejar la serie.

Tras el fin de sus temporadas, resultó claro que la experiencia vivida por "los archivos" adelantaba el sino que iban a vivir las series venideras: tenían que oír lo que la calle buscaba. El éxito de "Breaking bad", "The games of trhones" o "House of cards", por nombrar algunas, tienen en común que reflejan inquietudes y pulsaciones urbanas, actuales, contemporáneas.

Con toda esa herencia, el regreso de "Los archivos secretos X" gana puntos y atractivo. Aunque hayan pasado trece años, la dinámica sigue en pie: la verdad está allá afuera.