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Sobreviviente del ébola relata su experiencia
Lunes, Octubre 13, 2014 - 08:25

Nancy Writebol contrajo ébola mientras trabajaba como misionera en Liberia. Sobrevivió a la enfermedad tras haber recibido tratamiento con el suero ZMapp en Atlanta y cuenta su historia a DW.

-Descríbanos por favor el momento en que comenzó a sentirse enferma en Liberia.

-Primero me sentí como si tuviera malaria. Tuve fiebre alta, pero no otros síntomas. Me hicieron un examen de malaria. Y dio positivo. En consecuencia, me fui a casa y tomé medicamentos contra ese mal. Durante cuatro días permanecí en casa, descansando y tomando los medicamentos. Ese sábado todavía me sentía mal. Nuestro doctor dijo “Nancy, quiero hacerte un test de ébola. No creo que sea ébola, porque no tienes ningún otro síntoma, pero lo haremos para mayor tranquilidad”. Hizo entonces el examen y el resultado fue positivo.

-Su condición se agravó mucho. ¿Estuvo consciente la mayor parte del tiempo?

-Perdía la conciencia y la recuperaba. Mi marido, David, contó que había días en que me incorporaba y hablaba con él, y comía un poco. Recuerdo algunas cosas, pero he olvidado muchas. Recuerdo haber dormido mucho, recuerdo que los días eran tristes y lluviosos. Yo estaba muy, muy débil. No podía levantarme por mí misma, de modo que los médicos y enfermeras tenían que ayudarme. Cada día parecía debilitarme más y más. Fue muy duro.

-Usted recibió el suero experimental ZMapp como parte de su tratamiento. Usted fue una de las seis personas que lo recibió. ¿Le provocó eso algún conflicto?

-No en ese momento. La pregunta que se planteaba era si quería realmente probar un medicamento experimental. Llegó un punto en que llamé al Dr. Kent Brantly (quien también contrajo ébola) y conversamos al respecto, porque él había estado estudiando el tema. Le pregunté si iba a tomar el suero y me dijo que no estaba seguro. Yo le dije: “Si no lo toma, tampoco yo lo haré”. Creo que en ese momento me preguntaba qué podría ocurrir, ya que nadie había probado ese medicamento. Pero luego pensé: si lo tomo y me recupero, será fantástico. Y si lo tomo y no sobrevivo, también estará bien, porque probablemente no sobreviviría sin él. La mente se debate en esos dilemas.

-En agosto fue transportada en un jet privado a Estados Unidos, para ser tratada en el Emory Hospital de Atlanta. ¿Qué recuerda de ese viaje?

-Cuando me subieron al avión y le dije adiós a David, me pregunté si volvería a verlo. Estaba muy enferma, y no sabía si los doctores creían que sobreviviría el vuelo. Recuerdo al médico y la enfermera que me atendían. Fueron muy amables. El me puso las manos alrededor del rostro y me dijo: “Nancy, te estamos llevando a casa. Te cuidaremos muy bien”…

-En algún momento comenzó a recuperarse…

-Recuerdo el día en que vino el médico y me dijo: “¡Nancy, has superado lo peor! ¡Sobrevivirás!” Recuerdo que dijo que parte de mi test estaba libre de ébola. Yo solo dije: “¡Alabado sea Dios!”. Fueron momentos emocionantes. Fue realmente espléndido saber que sobreviviría y que podría volver a ver los chicos y a David. Eso cambia totalmente el modo pensar sobre las cosas y las personas, y sobre lo que uno está haciendo con su vida. Fue maravilloso. Y yo sé que aunque recibí medicina, ZMapp, y una transfusión de sangre, Dios utilizó todas esas cosas para salvar mi vida. Yo lo sé. Y estoy muy agradecida por eso.

-¿Se mostró desconfiada la gente cuando usted regresó a la vida cotidiana?

-Hubo algunas personas que me reconocieron y no querían acercarse. La primera vez que me ocurrió me desconcerté. En la segunda ocasión pensé en nuestros hermanos y hermanas de Liberia que muchas veces son tratados así. En especial trabajadores de la salud, a los que sus familias les dicen: “no regresen a casa, quédense en otro lugar”. O los equipos de enterradores en África. Sus familias no quieren que vuelvan a casa porque tienen mucho miedo al ébola.

-Como sobreviviente del ébola, tiene usted un cierto grado de inmunidad al virus. ¿Piensa volver a Liberia a seguir ayudando?

-Los médicos me han dicho que si regreso allá, todavía tendré que usar el equipo protector, lo cual es realmente relevante. No saben cuánto tiempo durará la inmunidad, ni qué grado tendrá. Creo que el regreso es un punto importante. Pero también es verdaderamente importante ser parte de la plataforma. Poder hablar y elevar el nivel de alarma por lo que está ocurriendo con esta crisis en África Occidental, de modo que puedan elaborarse vacunas y ese suero para que, cuando el ébola vuelva a golpear, haya ayuda para África.

Autores

Deutsche Welle