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Acusan a las FARC de defraudar la confianza de los colombianos
Jueves, Abril 16, 2015 - 07:49

El Ejército condenó la emboscada de las Farc en Cauca que dejó 11 militares muertos e instó a la guerrilla a cesar toda actividad criminal.

El general Jaime Lasprilla, comandante del Ejército Nacional, reprochó el ataque de las FARC contra un grupo de uniformados en el norte del Cauca –en hechos que dejaron 11 militares muertos y que provocó la reactivación de los bombardeos contra la guerrilla– asegurando que las FARC defraudaron la confianza de los colombianos.

De acuerdo con el uniformado, los hechos que se presentaron este miércoles “atentan contra los colombianos”, por lo que indicó que la guerrilla no puede utilizar el proceso de paz “y ese compromiso que en algún momento manifestó las FARC del cese al fuego unilateral y de hostilidades”.

“Cuando se habla de hostilidades significa que debe cesar toda acción criminal relacionada con narcotráfico, extorsión, minería ilegal y reclutamiento de menores. Este hecho que sucedió ayer consideramos que es un hecho violatorio de esos compromisos frente a la mano tendida del señor presidente y la confianza del pueblo colombiano”, sostuvo Lasprilla en declaraciones recogidas por Blu Radio.

El comandante del Ejército agregó que seguirán trabajando para preservar la seguridad en el país con la mayor determinación para garantizar vida, bienes y honra de los colombianos.

Adicionalmente, el uniformado señaló que continúan los operativos en el área del ataque, así como operaciones en el territorio nacional, tras la orden de reactivar los bombardeos a campamentos de las FARC.

Por otro lado, el general Jaime Lasprilla confirmó la captura del máximo cabecilla de la compañía Libardo Roja de las Farc en el sur del departamento del Tolima.

Aunque desde La Habana, los voceros de las FARC manifestaron que lo sucedido en el Cauca demuestra la necesidad de pactar un cese al fuego bilateral, lo cierto es que el riesgo de negociar en medio de la guerra es exponerse a que siempre aparezca un florero de Llorente para acabar con los diálogos de paz.

“El incidente fue producto de un ataque deliberado, no fortuito, de las Farc, y esto implica un claro rompimiento de la promesa de un cese al fuego unilateral. Este es un hecho condenable, que no quedará impune, exige medidas contundentes y tendrá consecuencias. A los actores de este infame hecho los vamos a perseguir hasta dar con ellos (...) Y que les quede muy claro a las Farc: no me voy a dejar presionar, óigase bien, no me voy a dejar presionar por hechos infames como este para tomar una decisión sobre cese al fuego bilateral”, manifestó el jefe de Estado tras un consejo de seguridad en la sede de la Tercera División del Ejército en Cali, en el que participaron el ministro de Defensa, Juan Carlos Pinzón; el fiscal general, Eduardo Montealegre; el defensor del Pueblo, Jorge Armando Otálora, y los altos mandos militares.

Palabras que son una clara respuesta a lo dicho previamente por Pastor Alape, uno de los negociadores de la guerrilla en La Habana, quien dijo que los hechos obedecieron a una acción defensiva y no a una emboscada.

“A todas luces esto tiene su causa en esa incoherencia del Gobierno de estar ordenando operativos militares contra una guerrilla que está en tregua”, expresó Alape en declaraciones a la prensa, insistiendo en que “lo que están clamando los campesinos es que ese cese del fuego unilateral de las Farc se extienda y sea bilateral (...) estos hechos hay que pararlos, es necesario parar esta guerra, es necesario hacer esfuerzos para que dejemos de ver madres llevando a sus hijos a los cementerios”. Y concluyó: “Señor presidente Santos, la tregua bilateral es urgente”.

Horas después, en un comunicado difundido a través de internet, la guerrilla reaccionó a la decisión presidencial de reanudar los bombardeos. “Hacemos un llamamiento expreso al Gobierno en estos momentos a mantener la cabeza fría y no adoptar medidas poco meditadas que puedan poner en peligro el avance de los diálogos y el mantenimiento del cese unilateral del fuego”, dijeron las Farc. Con una petición concreta: que el Frente Amplio por la Paz y los países garantes y acompañantes en los diálogos —Noruega, Cuba, Venezuela y Chile—, además de la Cruz Roja Internacional y Unasur, envíen cuanto antes una misión al Cauca, para verificar lo ocurrido y elaborar un informe con recomendaciones que eviten la repetición de estos hechos.

Autores

ELESPECTADOR.COM