Según estudio, el 64 % desaprueba que sus hijos establezcan vínculos personales con desmovilizados.

Los colombianos tienen hoy actitudes más favorables hacia los principios de la democracia liberal, como la separación de poderes o la existencia de garantías hacia los partidos de oposición y minorías, pero al mismo tiempo están menos satisfechos con el funcionamiento de la democracia en general. Esto se manifiesta en un menor apoyo al sistema político, una menor confianza en las instituciones públicas, y un creciente escepticismo en la capacidad del Estado para proteger sus derechos básicos y frente al funcionamiento y efectividad de la justicia.

Son las principales conclusiones de una serie de encuestas realizadas por el Observatorio de la Democracia de la Universidad de los Andes, realizadas entre agosto y septiembre de 2013, en el marco del estudio sobre cultura política de la democracia del Barómetro de las Américas. Cabe destacar que las encuestas, que fueron realizadas por décimo año consecutivo en Colombia, tuvieron lugar en un período cuando el país se vio afectado por un paro nacional agrario, que causó disturbios en varias regiones y pudo haber tenido impacto en la opinión de los encuestados.

Las encuestas, realizada a 3.000 ciudadanos, permitieron contrastar las visiones de todos los colombianos con las de aquellos ciudadanos que viven en zonas de conflicto. Este análisis reveló que, en comparación con el colombiano promedio, quienes viven en las zonas más conflictivas del país confían menos en la Policía. En efecto, la confianza promedio en esa entidad es de 46 puntos en la muestra nacional, cifra que ha disminuido en comparación con años anteriores, mientras que en zonas de conflicto este promedio es de 42. Ambas cifras en una escala de 0 a 100.

De acuerdo con el estudio, se determinó que del año 2012 al 2013, la confianza de los colombianos disminuyó hacia instituciones del Gobierno Nacional, los medios de comunicación y las Fuerzas Armadas. No obstante, también reveló que la Iglesia Católica continua siendo la institución que genera mayor aceptación y credibilidad en el país.

Para Miguel García Sánchez, codirector del Observatorio de la Democracia de la Universidad de los Andes, “es importante resaltar que la cultura política de la democracia en Colombia enfrente una tensión: por una lado hay una mayor aceptación de la democracia como forma de gobierno y una mayor tolerancia política. Sin embargo, hay una menor confianza en el sistema político actual. En pocas palabras, aunque la gente cree en la democracia, se ha deteriorado la confianza en muchas instituciones públicas. Esto puede estar asociado a las fluctuaciones de la opinión sobre el gobierno actual”.

Dada la coyuntura nacional y la importancia del proceso de paz para los colombianos, el estudio también indagó por este tema. Los resultados destacaron la aprobación del 71,6% de los encuestados en zonas de conflicto a una salida negociada con la guerrilla, en comparación con un 58,1% de apoyo de los encuestados de la muestra nacional. Sin embargo, solo el 4,5% de los colombianos cree que es posible una solución negociada en el plazo de un año y menos del 15 % acepta la posibilidad de que el Gobierno entregue espacios de representación política a los eventuales desmovilizados de las Farc.

Las percepciones sobre el proceso de paz se problematizan aún más con el tema del posconflicto, pues se quiere llegar a la paz sin hacer concesiones. El 70% de los encuestados desaprueban el perdón a miembros de las Farc, aun si confiesan sus crímenes, y el 64% desaprueba que sus hijos establezcan vínculos personales con desmovilizados. “Hay apoyo a una salida pacífica del conflicto armado, pero no hay el mismo apoyo a las concesiones que se desprenden de una negociación”, concluyó Juan Carlos Rodríguez Raga, codirector del Observatorio de la Democracia.