Pasar al contenido principal

ES / EN

Correa: FF.AA. ecuatorianas deben salir a las calles a combatir delitos
Jueves, Abril 26, 2012 - 17:07

El jefe de Estado dijo que es momento de replantear la pregunta de hacia dónde va el país en materia de seguridad y defensa. Y para qué tanto esfuerzo en la recuperación de la capacidad operativa militar.

El presidente Rafael Correa aprovechó la ceremonia de posesión de la nueva cúpula militar para ratificar la disposición del gobierno a las Fuerzas Armadas a que salgan a las calles a combatir la delincuencia y el crimen organizado.

El nuevo jefe del Comando Conjunto, teniente general Leonardo Barreiro, asumió el cargo con la misión de incorporar a los militares a la seguridad ciudadana. En la misma ceremonia fue posesionado el brigadier general Enrique Velasco, comandante de la Fuerza Aérea Ecuatoriana (FAE).

Al recinto más representativo de las Fuerzas Armadas, en la escuela Eloy Alfaro de Parcayacu, Correa arribó a las 08:30 (hora local) y entró con honores. La cúpula militar y el flamante ministro de Defensa, Miguel Carvajal, le esperaron junto al monumento del Viejo Luchador para arrancar con la ceremonia.

Después de la imposición de insignias a Barreiro y Velasco empezaron los discursos. Primero, el saliente jefe del Comando Conjunto, Ernesto González, quien recordó sus 39 años en la milicia. Después Barreiro y por último Correa.

Con serenidad el jefe de Estado dijo que es momento de replantear la pregunta de hacia dónde va el país en materia de seguridad, defensa. Y para qué tanto esfuerzo en la recuperación de la capacidad operativa militar.

Lo hizo ante cientos de oficiales y personal de tropa que escucharon a Correa en silencio.

“Un país pobre no puede darse el lujo de tener unas Fuerzas Armadas solo para el caso de una guerra convencional (...), serían demasiados recursos, un verdadero desperdicio”, expresó el mandatario, quien descartó por el momento eventuales conflictos armados con los países vecinos.

El jefe de Estado recordó que las Fuerzas Armadas son una institución, al igual que la Policía, de protección de los derechos, libertades y garantías de los ciudadanos, y que bajo ese contexto los militares deben aportar en la lucha contra la inseguridad ciudadana.

El problema, precisó Correa, es que no se ha integrado aún en la visión de las Fuerzas Armadas la necesidad del involucramiento de los soldados en la seguridad ciudadana y la lucha contra el crimen organizado, para lo cual solicitó a los mandos cambiar las estrategias y capacitar al elemento humano. “Es una guerra, queridos soldados, que estamos obligados a enfrentar y ganar”, sentenció.

La protección interna y el mantenimiento del orden público, según la Constitución, son funciones de responsabilidad de la Policía, que guardó silencio ante la orden presidencial de compartir la misión con los militares. Su comandante, Patricio Franco, no participó de la ceremonia y el ministro Serrano abandonó el recinto sin dar declaraciones.

Antes del discurso de Correa, que duró 31 minutos, Barreiro manifestó que la principal misión de las Fuerzas Armadas es la defensa de la soberanía y la integridad territorial, pero que los militares están conscientes de su responsabilidad ante el incremento de la inseguridad y violencia en el país.

“Estas nuevas y dinámicas amenazas han pasado a constituir variables permanentes en los escenarios de seguridad internos y regionales (...). Las Fuerzas Armadas seguirán enfrentando con la misma decisión a todos aquellos elementos que afectan a la seguridad interna y externa”.

El mandatario se mostró inconforme con los operativos militares para el control de armas a los que calificó de insuficientes. Recriminó a la Armada por la falta de control en el mar territorial.

“Se le ha atendido con todo: equipos solicitados, aviones no tripulados, lanchas rápidas, muelles flotantes. No noto una sustancial mejora en la seguridad marítima y sobre todo los más pobres, los sencillos pescadores artesanales siguen siendo víctimas de piratas y delincuentes”, expresó molesto.

Para finalizar pidió que las empresas manejadas por los militares, que no tienen relación con seguridad y defensa, pasen a manos civiles, así como también las extensas propiedades de tierras que tienen las Fuerzas Armadas.

El acto concluyó con una corta parada militar y el sobrevuelo de dos aviones de combate de la FAE. La cúpula militar evitó el contacto con la prensa y se encerró en el casino de oficiales para el brindis por los nuevos comandantes.

Al acto castrense asistieron el ministro coordinador de Seguridad, Homero Arellano; el ministro de Interior, José Serrano, entre otras autoridades militares y diplomáticas.

Autores

El Universo.com