La delegación del gobierno colombiano, encabezada por el ex vicepresidente Humberto de la Calle, no ofreció comentarios a la prensa, como es habitual.

La Habana. La guerrilla colombiana de las FARC rechazó este miércoles, por excluyente y falta de representación popular, la comisión para la paz convocada por el presidente Juan Manuel Santos para hacer recomendaciones que permitan agilizar la negociación con la que se busca terminar con más de medio siglo de violento conflicto.

Un poco antes del inicio de un nuevo ciclo de negociaciones en La Habana, las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) se refirieron a la "Comisión Asesora para la Paz", que se reunió esta semana por primera vez y está conformada por políticos, empresarios, sindicalistas y militares en retiro.

"Con excepciones destacables, ella (la Comisión) es un espejo de todas las formas de exclusión política y social que ha padecido Colombia a lo largo de su vida republicana", dijo Pablo Catatumbo, miembro de la delegación de las FARC, previo al comienzo de una nueva ronda de conversaciones.

La delegación del gobierno colombiano, encabezada por el ex vicepresidente Humberto de la Calle, no ofreció comentarios a la prensa, como es habitual.
La Comisión está integrada por políticos oficialistas y opositores como el ex mandatario Andrés Pastrana, el ex alcalde de Bogotá Antanas Mockus y las ex candidatas presidenciales Clara López y Marta Lucía Ramírez, entre otros.

"Ojalá esa Comisión Asesora le aconseje al gobierno retirar toda esa maleza jurídica que nos está enredando la solución política y le sugiera convenir ya el cese bilateral de fuegos que con reiterada insistencia han pedido las víctimas del conflicto", afirmó Catatumbo.

Las FARC y el gobierno de Colombia reanudaron el miércoles el diálogo con el tema de la compensación a las víctimas y aún queda pendiente en la agenda el espinoso asunto del fin del conflicto. Una vez que se alcance un acuerdo, los colombianos deben aprobarlo en una consulta o un referendo.

En los más de dos años de reuniones, ambas partes han logrado acuerdos sobre desminado, para dar acceso a la tierra a los campesinos pobres, facilitar la transformación de la guerrilla en un partido político y combatir el narcotráfico.

Hasta ahora el diálogo entre el gobierno y las FARC, consideradas terroristas por Estados Unidos y la Unión Europea, ha logrado avances sin precedentes para poner fin a una confrontación armada que ha dejado más de 220.000 muertos y millones de desplazados.