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Fernando Reyes Matta, ex embajador chileno en Asia: "América Latina y China concuerdan en lucha contra desigualdad"
Martes, Marzo 31, 2015 - 12:25

El diplomático explicó que "en la región, hemos pasado a vivir con mejores condiciones de ingreso, hay más clases medias, hemos sacado 70 millones de personas de la pobreza, pero la desigualdad persiste".

Santiago. El principal desafío para América Latina y China es la desigualdad, y sus respectivas autoridades concuerdan en que hay que librar la lucha contra ese flagelo social, según Fernando Reyes Matta, ex embajador chileno en la nación asiática.

En entrevista exclusiva con Xinhua, explicó que "en la región, hemos pasado a vivir con mejores condiciones de ingreso, hay más clases medias, hemos sacado 70 millones de personas de la pobreza, pero la desigualdad persiste" y se pregunta: "¿Qué ha pasado en China, producto de su modelo de desarrollo y modernización? Han sido positivas sus reformas, pero han traído un fenómeno que China no tenía: el incremento de la desigualdad".

La creación de la República Popular China en 1949 inició el gran proceso de cambios en el país, liderado por Mao Zedong. La política de reforma y apertura, promovida desde 1978 por Deng Xiaoping y seguida por Jiang Zeming y Hu Jintao, significó enormes avances para el país asiático, un proceso que se está profundizando con las reformas actuales del líder Xi Jinping.

El también director del Centro de Estudios Latinoamericanos sobre China sostuvo que "tanto en China como en América Latina, se requieren políticas originales que lleven a disminuir la desigualdad para convertirla en proceso de mayor igualdad".

En su opinión, "hay similitud en el tiempo entre las reformas y la búsqueda de reformas que está haciendo América Latina con las que se están planteando hoy en China, y hay también concordancia en el tiempo".

A su juicio, "la reforma en China apunta a que hay que cambiar el modelo económico, así como América Latina vivió de la exportación de sus productos básicos, China vivió por más de 20 años de la exportación de su manufactura en todos los niveles".

Las autoridades chinas llevan adelante un cambio de modelo, donde el consumo interno tendrá prioridad y no sólo las exportaciones y las inversiones, como ha sido desde el comienzo de la reforma y apertura al exterior de 1978.

"Para reducir la desigualdad en América Latina y China hay que modificar el modelo económico y generar las 'Reformas de Segunda Generación' y ambas tienen una gran potencialidad, tras llevar a cabo las 'Reformas de Primera Generación' hace varias décadas, que fueron macroeconómicas", dijo Reyes-Matta.

En la región, las reformas de "Primera Generación" entre los años 70 y 90 del siglo pasado buscaban superar los desequilibrios monetarios y fiscales de los países, basadas en las recetas neoliberales del Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial (el llamado Consenso de Washington) y fueron un fracaso.

Por su lado, las de "Segunda Generación", a partir del año 2000, incluyen reformas judicial, tributaria, educacional, laboral, de la salud y modernización del Estado, así como transparencia y dinamismo en el mercado de capitales y regulaciones estatales para una mejor distribución del ingreso y reducir la desigualdad, ajustándose a la realidad latinoamericana.

Según la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), en la región, la más desigual del mundo, hay 15 países que están llevando adelante reformas tributarias, educativas, constitucionales, etc., buscando reactivar la economía y, al mismo tiempo, reducir la desigualdad. Entre ellos, Chile, Colombia, Perú y México.

Reyes-Matta subrayó que "hoy, en la región y China hay equilibrio en sus finanzas públicas, un buen desempeño macroeconómico y practican el libre comercio".

Dijo que la "llamada desaceleración" que se vive en América Latina y en menor medida en China, "es una oportunidad, en el sentido de que los precios internacionales han bajado, pero no son 'precios críticos' que impidan llevar un desarrollo normal de la economía".

En su opinión, el período en que hubo precios muy altos de las materias primas "fue excepcional y, de alguna manera, irreal para las estrategias de largo plazo" y que ahora "hemos vuelto a un nivel que es positivo porque, si bien los ingresos son bajos, llama a realizar reformas internas en los países".

Y reiteró: "En otras palabras, ha llegado el momento de las reformas internas necesarias, porque ya se hizo la primera etapa en la macroeconomía de los países latinoamericanos y ahora viene la segunda etapa".

Opinó que en América Latina, "necesitamos reforma tributaria, necesitamos reforma educacional y una política del Estado que impulse la innovación".

"El gran desafío latinoamericano contemporáneo es concretar políticas hacia donde tenemos la conjunción de los tres factores: Estado, Mercado y Sociedad", reiteró Reyes-Matta.

Según el ex embajador, en ese triángulo, "el equilibrio potente es que, de verdad, genera las nuevas reformas que requiere América Latina y el Caribe para actuar en los desarrollos globales económicos y políticos".

Explicó que "la idea es que el Estado tiene que llevar adelante políticas no para que sofoquen al mercado, sino para dinamizar con eficiencia la innovación, mediante la preparación de cuadros y el capital humano", y aprovechar las nuevas oportunidades.

"Necesitamos un cambio cultural para hacer que los especialistas y técnicos de nivel sean de verdad y no "universitarios entre comillas, a fin de que sean profesionales altamente considerados en la sociedad", resaltó.

Además, recalcó que "las pequeñas y medianas empresas (Pymes) tienen que ser Pymes de verdad" porque en América Latina, según recientes estudios, el 30 por ciento de las Pymes son "unipersonales"; el 46 por ciento son de tres personas y no crecen más y no pasan a otros niveles.

Finalmente, dijo que "eso quiere decir que hay algo que no está caminando con la fuerza que las Pymes pueden tener como factor de innovación y transformación económica en nuestros países".

Autores

Xinhua