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La difícil y esperada negociación entre gobierno colombiano y ELN
Lunes, Febrero 1, 2016 - 06:58

La guerrilla anunció este domingo estar lista para iniciar la fase pública de las negociaciones.

Nuevos acontecimientos, han vuelto a colocar la negociación abierta entre el gobierno del presidente Juan Manuel Santos y el ELN, en el debate público, tras dos pronunciamientos que han ocurrido en los últimos días.

El primero fue de Humberto de la Calle, jefe del equipo negociador del Gobierno, quien el pasado viernes realizó la siguiente afirmación: “Hacer un llamado al ELN para que se integre a las conversaciones. Queremos un fin del conflicto global en Colombia. Necesitamos integrar al ELN y ese es el deseo de todos, el gobierno está haciendo lo que le corresponde. Las condiciones están prácticamente dadas”. Frente a esta afirmación y con una rapidez que muestra que el ELN consideró como imperativo responder a esta exhortación, el Comando Central del ELN, divulgó un comunicado el Domingo en el que expresa: "Nuestra delegación para el diálogo está preparada desde noviembre pasado para acudir al ciclo donde debe darse por concluida la fase confidencial de estas conversaciones y dar inicio a su fase pública. Desde entonces estamos expectantes de que estos temas sean resueltos por los delegados del Gobierno. Por canales de comunicación entre las dos partes hemos reiterado nuestra disposición a acudir al siguiente ciclo cuando nos convoquen".

Estas negociaciones entre gobierno y ELN se han desarrollado de manera discreta desde enero del 2014 y se hicieron públicas en un comunicado de junio del mismo año, en el que las dos partes manifestaron: “El Gobierno Nacional y el ELN han iniciado una fase exploratoria de conversaciones el pasado enero de 2014, luego de una serie de contactos y reuniones que tuvieron lugar desde el año 2013. El objetivo de esta fase exploratoria es acordar una agenda y el diseño de un proceso que haga viable el fin del conflicto, y la construcción de la paz estable y duradera para Colombia”.

Cumplidos dos años de negociaciones directas, donde fácilmente han trabajado 150 jornadas, entre Venezuela, Brasil y Ecuador, es evidente que no ha sido nada fácil acordar la agenda y el diseño del proceso, teniendo como referente unas negociaciones publicas entre Gobierno y FARC, que igualmente en medio de grandes tensiones, han ido avanzando y ya están en su recta final, con el cese bilateral que está próximo a ser acordado y con el gran impulso que ha implicado la participación de la Organización de las Naciones Unidas, como verificador y muy posiblemente garante de los acuerdos, lo que ha permitido que se hable de un proceso irreversible y la transformación de las FARC en una fuerza política civil, hecho de gran trascendencia.

Las dificultades entre Gobierno y ELN, para establecer “el diseño de un proceso que haga viable el fin del conflicto”, se fueron haciendo visibles, cuando se rompió la confidencialidad y Antonio García, integrante del Coce del ELN, dio declaraciones al Diario Tiempo de Argentina, en enero de 2015, donde contó detalles de las negociaciones que se asumían como confidenciales.

En esta entrevista dio a conocer la agenda en construcción, allí quedo establecido que las discusiones habían avanzado hasta la siguiente formulación: “los puntos que se han ido trabajando y aún faltan concluirse son: 1-Participación de la sociedad. 2-Democracia para la paz. 3-Transformaciones necesarias para la paz (aún sin tratar). 4-Víctimas. 5-Fin del conflicto armado (aún sin tratar). 6-Implementación del acuerdo y refrendación de los mismos”. Este rompimiento de la confidencialidad cayó muy mal en el gobierno, que protesto ante la delegación del ELN, en el marco de las sesiones secretas que adelantaban.

Luego en marzo del 2015, la Revista Semana, publicó un artículo analizando las negociaciones entre Gobierno y ELN, titulado: “Arrancó el tren de la Paz sin el ELN”, título que denotaba las dificultades en que se encontraban las negociaciones, en el artículo se afirmaba: “Las posiciones de ambas partes están muy lejanas porque, según el gobierno, los elenos quieren agenda abierta, para hablar de todos los temas; y según los guerrilleros, al gobierno solo le interesa hablar de dejación de armas, y no de los cambios sociales que requiere el país”, en el mismo artículo se hablaba que el ELN, no estaba de acuerdo en que el tema de fin del conflicto y dejación de armas quedara incluido en la agenda, así lo expresaba el artículo: “La gran talanquera es que el ELN no está dispuesto, por lo menos todavía, a firmar una agenda que hable de manera directa de que dejarán los fusiles, como sí lo hicieron las FARC. Esa es una condición sine qua non para Santos: que el horizonte sea el desarme, sin ambigüedades”, este tipo de hechos solo eran conocidos por el equipo negociador del gobierno, lo cual igualmente produjo malestar en el ELN.

No hay duda que esta ha sido una negociación larga y difícil, donde se ha roto la confidencialidad por ambas partes, igualmente es cierto que en medio de estas dificultades, tanto Gobierno como ELN, han perseverado en encontrar un camino, lo cual llevó a Nicolás Rodríguez Bautista a declarar al Diaro Gara, del País Vasco, en Diciembre pasado, que frente a la fase exploratoria estaba prácticamente concluida, así lo expreso en esa ocasión: " entre el ELN y el Gobierno hemos logrado elaborar una agenda de negociación a la que no le falta ni una coma", igualmente el Presidente Santos, declaró que espera que pronto se abran de manera pública estas negociaciones y asumió de manera unilateral un gesto importante con la iniciativa de búsqueda de los restos del Sacerdote Camilo Torres Restrepo, de quien se cumplen en este febrero, 50 años de su muerte, al haberse incorporado a las filas del ELN.

En medio de tantas dificultades y tensiones, seguimos esperando que esta negociación pase a una fase pública, porque no habrá una paz completa si no se construye igualmente un acuerdo con el ELN.

Autores

ELESPECTADOR.COM