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Massa, el candidato a presidente de Argentina que busca recuperar terreno perdido
Lunes, Mayo 11, 2015 - 13:45

Después de haber retrocedido este año en las encuestas para los comicios presidenciales de octubre en Argentina, el candidato de 43 años del peronismo opositor apostó a un acto multitudinario el 1 de mayo para relanzar su campaña.

Tigre, Argentina. Como una estrella de rock, el diputado Sergio Massa atravesó una larga pasarela hacia el escenario montado en un popular estadio de Buenos Aires, envuelto en música, espectaculares juegos de luces y la resonante ovación de una multitud.

Después de haber retrocedido este año en las encuestas para los comicios presidenciales de octubre en Argentina, el candidato de 43 años del peronismo opositor apostó a un acto multitudinario el 1 de mayo para relanzar su campaña.

Pero está en una posición difícil: sus dos principales rivales, con los que peleaba cabeza a cabeza cuatro meses atrás, han decidido borrarlo de la disputa verbal escogiéndose mutuamente como los contrincantes a vencer.

Daniel Scioli, un peronista que gobierna la provincia de Buenos Aires, el mayor distrito electoral del país, se considera a sí mismo heredero del gobierno de centroizquierda de Cristina Fernández. Y el alcalde de centroderecha de Buenos Aires, Mauricio Macri, dice que es el único rival real del peronismo.

A medio camino de los modelos que sus rivales representan, el equipo de Massa cree haber hallado un resquicio con el eslogan "El cambio justo", que busca seducir a votantes cansados del estilo frontal de Fernández y las regulaciones a la economía pero que no quieren resignar los logros sociales del gobierno.

"Ni vamos a volver al ajuste (de la economía), ni vamos a seguir como estamos", dijo Massa ante miles de seguidores, a los que ha prometido mantener los programas de asistencia social pero también levantar controles de cambios, recortar impuestos a las exportaciones de granos y bajar el déficit fiscal para domar la alta inflación que carcome los bolsillos de los argentinos.

Hijo de un empresario de la construcción italiano, Massa comenzó a militar en partidos de centroderecha en su juventud mientras estudiaba abogacía para después pasar a las filas del peronismo. Poco a poco fue escalando hasta convertirse en el 2008 en el jefe de Gabinete de la presidenta Fernández.

Pero Massa se alejó del gobierno en el 2009 y ahora acusa de corrupción a la gestión de la mandataria, que no puede presentarse a otra reelección pero sigue siendo muy popular.

Aunque las encuestas hoy no lo favorecen, Massa cree que tendría posibilidades de ganar la presidencia si en la primera ronda electoral logra pasar a un balotaje. Por ser el candidato moderado, en esa instancia se favorecería de la polarización: muy pocos que votaron a Scioli votarían por Macri, y viceversa.

"No tenemos ningún escenario de segunda vuelta en que perdamos, ni con Macri ni con Scioli", dijo a Reuters una fuente del equipo de Massa.

Para eludir una segunda vuelta los candidatos deben obtener en la primera el 45% de los votos, o al menos 40% con una ventaja de 10 puntos porcentuales sobre su escolta.

Cuesta arriba. Una encuesta de la consultora Carlos Fara & Asociados arrojó en abril una intención de voto del 25% para Scioli y del 21% para Massa y Macri.

Pero otros sondeos no son tan esperanzadores. Recientemente, la encuestadora Management & Fit ubicó primero a Scioli con una intención de voto del 33,3%, seguido de Macri con el 29,4% y tercero a Massa con el 14,3%.

"La sociedad vio que Macri era más cambio que Massa. Y la imagen del gobierno también creció", admitió la fuente de su equipo, que cree que el diputado está en desventaja porque no ocupa un cargo ejecutivo como sus rivales, algo que permite mayor exposición pública y promocionar proyectos.

Para empeorar las cosas, sus esfuerzos por llegar a distintos puntos del país con spots publicitarios fueron motivo de burla, al ser acusado de cambiar la pronunciación de algunas palabras según los acentos locales de cada provincia.

De todos modos, la fuente cercana a Massa dijo que tendrá mayor exposición cuando en julio, un mes antes de las primarias, los candidatos reciban espacios publicitarios gratuitos.

Hasta ahora el único cargo ejecutivo electivo que Massa ocupó es la intendencia de Tigre, un municipio situado 30 kilómetros al norte de la capital y a la vera del Río de la Plata, que gestionó por seis años hasta el 2013, tras haber presidido el club local de fútbol.

El ex intendente propone implementar algunas medidas que instauró en Tigre, como el uso de cámaras en las calles para combatir el delito. La inseguridad es una de las principales preocupaciones de los argentinos, y las imágenes de las cámaras de Massa atrapando delincuentes in fraganti recorrieron el país.

Massa tiene más apoyo en la clase media y baja, como Scioli. Macri, en cambio, tiene su bastión en la clase alta. Al igual que sus rivales, Massa busca mejorar la situación económica convenciendo a los inversores extranjeros de regresar al país.

"Massa es el tercero después de Scioli y Macri, en este orden. Pero no es un candidato descartado o imposible: mantiene un piso del 20% (de votos) y una base importante en la provincia de Buenos Aires", dijo el analista Rosendo Fraga.

Autores

Reuters