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Si Donald Trump lo logra, en casi 200 años habría una primera dama europea en EE.UU.
Miércoles, Abril 20, 2016 - 16:24

Donald Trump pretende ser el próximo presidente de Estados Unidos. En caso de lograrlo, su esposa sería, por primera vez en casi doscientos años, una primera dama europea. Visitamos su ciudad natal, Sevnica.

El increíble ascenso de una chica de Sevnica, una hora al este de la capital eslovaca, no es indiferente en la zona. Los equipos de televisión toman el lugar donde Melania Knavs y su hermana mayor, Inés, se criaron. En el castillo local se congratula el alcalde Srecko Ocvirk: "Estamos algo apartados de las carreteras principales, ahora viene más gente", admite. "Melanie es un modelo para las jóvenes. Ella demuestra lo que se puede conseguir".

También los padres de Melanie viven ahora en Estados Unidos, explica el alcalde. Pero vuelven por vacaciones. Abajo, en el centro de la ciudad, todo el mundo conoce a Melanie Trump. "Por supuesto que estamos orgullosos, creo que es bueno para Sevnica y Eslovenia", dice la empleada Moyca Jevsevar. Boris Stamulak, camionero, afirma: "Para nuestro país sería un 'plus' si la hicieran primera dama; eso situaría a Eslovenia mejor en el mapa".

Hija de un comunista. Melanie está de moda en Eslovenia y eso atrae a los autores. El exparlamentario Igor Omerza le escribió, junto al periodista Bojan Pozar, una biografía. Sus investigaciones concuerdan con los rumores de que su padre era miembro del Partido Comunista. Un tema controvertido para los republicanos.

"Viktor Knavs no era un comunista activo, se unió al partido porque eso tenía sus ventajas", explica Omerza, para quien Melanie y su hermana fueron educadas con esmero. En cualquier caso, opina, estaría a la altura de tan importante papel: "Está acostumbrada a los actos públicos, viste bien y tiene presencia; además es muy natural… sería una muy buena primera dama".

Recuerdos de un novio de juventud. Eslovenia es un pequeño país europeo de dos millones de habitantes, así que todos los que han tenido algo que ver con Melania están en el ojo público.

Por ejemplo, el especialista en relaciones públicas Peter Butoln, de 47 años. Se refiere a sí mismo como su primer novio. Se conocieron en la capital, Ljubljana, por la que paseaban en su Vespa, una moto que ahora quiere subastar. Él quiere que el vehículo pronto subastar al mejor postor. "Ella era una chica tranquila, normal, nada forzada", dice Butoln. Y enseña la postal que le escribió con 16 años durante unas vacaciones familiares en el Adriático. Se separaron cuando él fue llamado al servicio militar. Aún hoy, casados con hijos, suspira cuando ve sus fotos en internet.

Stane Jerko, su descubridor. "Tenía un gran piernas largas y pelo largo y hermoso", dice el fotógrafo de 79 años de edad, Stane Jerko, un pionero de la moda en la antigua Yugoslavia.

Descubrió a Melanie con 17 años, cuando buscaba nuevas modelos en Ljubljana. Tras esas primeras fotos de estudio, tomadas en 1987, ella se centró en sus estudios. Pero esas imágenes la ponen en contacto con las agencias de modelos y la eslovena da el salto a Milán y París.

No hubiera sido una 'top-model', porque era reservada y rara vez iba a fiestas, dice Stane Jerko. "Cuidaba de su salud, su cuerpo. Cuando llegó en los noventa a Estados Unidos mantuvo esa disciplina de trabajo". Fue invitada por un amigo modelo a un desfile de moda, en el que conoció a Donald Trump. "Creo que, como primera dama, se convertiría en un icono de la moda; como Jackie Kennedy o Michelle Obama. Todos los diseñadores se pelearían por ella. Estoy orgulloso de haberla descubierto", concluye Jerko.

Colección propia de joyas y cosméticos. Hoy en día, Melanie Trump disfruta de un lujoso estilo de vida junto a su marido. Residen en Nueva York en el ático de la Torre Trump con el hijo de ambos, Barron. Aunque ella, a punto de cumplir 46 años, se declara "madre a tiempo completo", saca tiempo para su propia línea de cosméticos y de joyas.

"Cuando fui candidata por mi país a Miss universo, en 2006, conocí a Melanie y a Donald Trump en Los Ángeles", recuerda la modelo Nataša Pinoza. "Mira, aquí hay alguien de tu tierra, de Sevnica", le dijo él a ella, que vino enseguida a hablarme en esloveno. "No sólo sería una buena primera dama, sería una de las mejores", afirma Pinoza. "Es tranquila, paciente y habla con el corazón en la mano".

Autores

Deutsche Welle