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Venezolanos en EE.UU. están acongojados tras victoria de Chávez
Lunes, Octubre 8, 2012 - 09:43

Los expatriados venezolanos debieron trasladarse a Nueva Orleáns en vuelos chárter y comerciales, o a través de caravanas de autobuses y automóviles, después de que Chávez decidiera cerrar el consulado de Venezuela en Miami a principios de este año.

Miles de venezolanos que viven en Estados Unidos viajaron a Nueva Orleáns para votar el domingo en las elecciones de su país, pero tuvieron un triste regreso a casa tras el cómodo triunfo del presidente Hugo Chávez, el hombre al que muchos se oponen tenazmente y que permanecerá en el poder hasta el 2019.

Los expatriados venezolanos debieron trasladarse a Nueva Orleáns en vuelos chárter y comerciales, o durante horas a través de caravanas de autobuses y automóviles, después de que Chávez decidiera cerrar el consulado de Venezuela en Miami a principios de este año.

La mayoría de los expatriados probablemente votó por el rival de Chávez, el joven candidato único de la oposición Henrique Capriles.

"Nos sentimos orgullosos de haber hecho el esfuerzo. Lamentablemente, el resultado no es el que esperábamos", dijo Becky Prado, un profesor de escuela de Miami que dejó Venezuela el 2002, cuatro años después de que Chávez fue elegido presidente.

Prado viajó 16 horas en autobús desde Miami para votar y habló por teléfono con Reuters la noche del domingo desde su casa. "Vimos los resultados en nuestros teléfonos. Estuvimos llorando. No fue un viaje feliz", dijo.

Una larga fila de venezolanos se extendía desde tempranas horas en las afueras de un centro de votación establecido en el New Orleans Convention Center, con la esperanza de poner fin a los 14 años de Gobierno de Chávez.

Muchos cantaron el himno nacional venezolano y agitaron banderas de su país mientras esperaban. Algunos también saludaban efusivamente cada vez que llegaba un autobús que transportaba a votantes.

Éxodo de profesionales. Carolina Norgaard permaneció de pie durante tres horas y media en la fila y probablemente aguardó una hora más dentro del recinto antes de emitir su voto, pero dijo que la espera valió la pena. "Tomábamos la decisión más importante para nuestro país", dijo Norgaard el domingo.

Muchos profesionales han emigrado de Venezuela en los últimos años, preocupados por la delincuencia y la reducción de las oportunidades económicas en el país.

De acuerdo a un censo realizado en Estados Unidos en el 2010, alrededor de 215.000 venezolanos viven en el país norteamericano, cerca de 91.000 más que en el 2000.

Un gran número de ellos vive en los alrededores de Miami, hogar de una comunidad de extranjeros que se opone abrumadoramente a Chávez.

En las elecciones presidenciales de Venezuela del 2006, Chávez logró sólo un 2% de los 10.799 votos emitidos por los venezolanos en Miami, según las autoridades electorales.

Chávez ordenó el cierre del consulado de Venezuela en Miami después de que el Gobierno estadounidense expulsó a la cónsul Livia Acosta, en medio de acusaciones de que ella estaba planificando posibles ciberataques contra Estados Unidos junto a diplomáticos iraníes y cubanos. Chávez negó los cargos.

Su decisión, sin embargo, significó que 20.000 venezolanos inscritos para votar y que viven en los estados de Florida, Carolina del Norte, Georgia y Carolina del Sur debieron viajar por su cuenta a Nueva Orleáns, donde está el consulado más cercano.

Muchos venezolanos radicados en Miami que se oponen a Chávez respondieron mediante la organización de vuelos chárter y autobuses para movilizar a los votantes.

Cristina Pocaterra, una residente en Miami que trabajó con una coalición de partidos venezolanos de oposición que apoyó a Capriles, dijo que los organizadores esperaban que unas 7.000 personas votaran en Nueva Orleáns.

Leopoldo Rodríguez y su esposa, Nina Rojas, viajaron desde Miami con sus pequeñas hijas gemelas, de cuatro años.

Rodríguez dijo que con su esposa abandonaron Caracas en el 2004, hartos de las políticas socialistas de Chávez. "Sabíamos que sólo empeoraríamos allí", aseguró.

Este hombre dijo que debió renunciar a un planificado viaje a Disney World para trasladarse a Nueva Orleáns. El viaje, con los costos de pasajes aéreos, hoteles y otros, tuvo un costo cercano a los 2.000 dólares.

"Si no apoyamos lo que creemos, ¿qué sentido tiene todo?", dijo.

Autores

Reuters