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Venezuela: Chávez y Capriles salen a la caza de los votos de los indecisos
Domingo, Septiembre 9, 2012 - 17:48

Esta pretensión va acompañada por dos esfuerzos paralelos: el mandatario debe reforzar el llamado "voto duro" del oficialismo y mantener la diferencia que le dan las encuestas; y Capriles Radonski absorber a los sectores desencantados del chavismo y penetrar en las capas bajas y medias-bajas, donde el mandatario pisa fuerte.

El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, y su principal adversario en la carrera hacia las elecciones, Henrique Capriles Radonski, centralizarán sus esfuerzos de campaña en los escasos 26 días que restan hasta los comicios en lograr el respaldo de la franja de los todavía indecisos.

Esa pretensión de conquista va acompañada por dos esfuerzos paralelos de ambos postulantes: Chávez debe reforzar el llamado "voto duro" del oficialismo y mantener la diferencia que le dan todas las encuestas, y Capriles Radonski, absorber a los sectores desencantados del chavismo y penetrar en las capas bajas y medias-bajas, donde el mandatario pisa fuerte.

Hasta el cierre de las campañas, previstos para 4 de octubre, Chávez repetirá una mecánica de campaña que lo llevó a encabezar actos más bien pequeños, tener fuerte presencia en los medios y machacar con los logros de su gobierno.

A su favor juega la aceitada estructura del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) y sus aliados, que pusieron en marcha ya hace meses un operativo que apunta a que Chávez reúna 10 millones de votos y logre, en consecuencia, su tercera reelección.

También Capriles Radonski seguirá, según adelantaron sus asesores, en la línea de lo que viene haciendo desde hace tiempo: recorridas por la mayor cantidad posible de pueblos y ciudades, contactos directos con votantes y buena presencia en los medios, sobre todo en los grandes grupos que apoyan su candidatura.

Chávez anticipó varias veces una victoria "por nocaut" sobre su adversario, sobre la base de las encuestas que se diferencian en la ventaja pero coinciden en darlo ganador, y aconsejó a la MUD que "se vaya preparando para admitir la derrota".

En el poder desde 1999 y ganador de dos reelecciones, para el mandatario parte el desafío es sortear el desgaste que supone una gestión de 14 años y con qué base prometer más gestión para otro mandato de seis años.

Capriles Radonski juega, precisamente, con la idea de que Chávez ya no tiene nada qué ofertar al pueblo, que es necesario "un nuevo tiempo" y que los votos "silenciosos" finalmente lo pondrán en el Palacio Miraflores. "Todo lo que he logrado ha sido con votos", destacó el ex gobernador de Miranda.

Entre una y otra percepción, además del rol de los todavía indecisos, habrá que ver cómo se manifiesta lo que los analistas llaman la "conexión emocional" de Chávez con los votantes.

"Hay una identificación (del chavismo) con un discurso moral, con un discurso basado en valores y principios que representan un modelo de país y de sociedad. Cuando le preguntamos a la gente sobre los ideales de Henrique Capriles, la gente menciona empleo, seguridad, educación. No son ideales morales, principios y valores, sino que son más bien propuestas programáticas", explicó Oscar Schmel, de la consultora Hinterlaces.

Schemel advirtió que la campaña de la MUD parece "subestimar la importancia" del factor emocional. "Esos componentes emocionales, afectivos, que tienen que ver con la condición de clase de los electores y de los venezolanos fue reiteradamente subestimada por los intelectuales venezolanos muy cercanos a la oposición", evaluó.

En el Partido Socialista Unido de Venezuela (Psuv) la confianza es tal que su sitio de internet incluye un "almanaque-reloj" que baja días, horas, minutos y segundos con lo que resta "para la gran victoria".

Para llegar a ser candidato, Capriles Radonski ganó las internas de febrero de la MUD, un curioso conglomerado que agrupa a fuerzas de izquierda dura, centroderecha, socialdemócratas y cristianos, que ganó en votos las legislativas de 2010, aunque el sistema electoral le dio mayoría de bancas al oficialismo.

Chávez, en cambio, tuvo un proceso más llano porque su candidatura nunca estuvo en debate, más allá de las dudas por el cáncer que debió tratar en La Habana, una vez que quedó habilitado por la enmienda de 2009.

Para la compulsa del 7 de octubre habrá 14.025 centros electorales, en los que se ubicarán 38.236 mesas, preparadas para recibir a los 18.903.143 venezolanos habilitados para votar. Cada uno tendrá 6 minutos para estar frente a la máquina, elegir su candidato, firmar y dejar su huella ante las autoridades.

Además de Chávez y Capriles Radonski, compiten -con nulas chances- el sindicalista Orlando Chirinos, por Socialismo y Libertad; la empresaria María Bolívar, por el Partido Democrático Unidos por la Paz; la educadora Reina Sequera, por Poder Laboral; el ingeniero Luis Reyes, por la Organización Renovadora Auténtica; y Yoel Acosta Chirinos, ex compañero de armas de Chávez, por Vanguardia Bicentenaria Republicana.

Autores

Télam