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Territorios franceses de ultramar, ¿qué ocurre con los restos del Imperio?
Martes, Enero 21, 2014 - 10:28

Francia está más cerca de Brasil de lo que uno se puede imaginar: en realidad ambos países comparten frontera, y lo hacen mediante el territorio de la Guayana Francesa, uno de los que componen la red de antiguas colonias, los dominios de ultramar de la antigua potencia europea.

Son parte integrante de la República Francesa y están representados en el Parlamento de París, reúnen una población de más de dos millones y medio de personas y permiten a Francia presumir de que el país alcanza varios husos horarios y una gran variedad de climas.  

Desde el clima continental europeo de la exmetrópoli no todos los franceses son conscientes de que Francia es también las islas del mar de las Antillas, o la de la Reunión, en el Océano Índico, incluso hasta los territorios de la Antártida administrados por París.

Todos estas comunidades son la herencia del pasado colonial francés y, aunque con diferentes grados de autonomía en relación con la Francia continental, mantienen sus especificidades locales, con una fuerte influencia que se traduce, entre otras características, por el uso de la lengua francesa.

DESDE EL CARIBE HASTA EL ÍNDICO

Un ministerio del Gobierno francés, el de Ultramar, gestiona las relaciones entre la Francia metropolitana y estas zonas que hasta no hace mucho recibían la denominación "Dom-Tom"; ahora se las conoce oficialmente como DOM (por la expresión francesa Département d'Outre mer) y ROM (Région d'Outre Mer).

En la práctica, son los Territorios de Ultramar o la Francia de Ultramar como se les conoce más frecuentemente.

La población de estas comunidades dan a Francia esa variedad de razas que se muestran, por ejemplo, en las competiciones deportivas internacionales en las que los franceses de ultramar se convierten en conocidos para el gran público.

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Actualmente, en el gobierno francés una de sus miembros más destacados, la ministra de Justicia, Christiane Taubira, nacida en Cayenne, la capital de la Guayana Francesa, es un ejemplo, no muy frecuente eso es cierto, de la presencia de los "otros franceses" en la vida política gala.

En total son doce territorios los que comprenden el ultramar francés: en el Caribe y las Antillas están Saint-Martin, Saint-Barthélemy, Guadalupe, Martinica y la ya mencionada Guayana, en el subcontinente sudamericano.

En Norteamérica está Saint-Pierre-et-Miquelon, y a la lista hay que añadir las islas de la Polinesa Francesa, Wallis y Futuna y Nueva Caledonia, en el Océano Pacífico; las de Mayotte y la Reunión, en el Índico y, por último, las Tierras Australes y Antárticas Francesas, sobre el continente helado de la Antártida.

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LA POLINESIA FRANCESA:118 ISLAS

Esa variedad permite a Francia tener bajo su jurisdicción hasta un total de 7 millones de hectáreas de selva tropical, la de la Guayana Francesa, además de vigilar el estado de la Antártida y la variación que sufre el continente por el cambio climático en sus estaciones científicas allí localizadas.

De los más alejados de París es la Polinesia Francesa, un conjunto de 118 islas en cinco archipiélagos, con un total de 250.000 habitantes, conocidos como "maohi" y que tiene en Tahití un deseado destino de viaje para muchos franceses, que unen su nombre a las célebres pinturas de Paul Gauguin (1848-1903).

El pintor postimpresionista viajó hasta allí para huir del arte burgués de la metrópoli y fue en Polinesia donde creó algunas de sus obras fundamentales.

La economía de ese territorio se basa principalmente en el turismo y en el cultivo de las perlas.

Wallis y Futuna se encuentra también en el lejano Océano Pacífico y es un archipiélago compuesto por dos grupos de islas: las de Wallis (Uvéa) y las de Horne (Futuna y Alofi), con un total de unos 14.000 habitantes.

Con un clima tropical cálido y húmedo, su difícil acceso impide un desarrollo económico propio, por lo que la mayor parte de los empleos están en el sector público.

Nueva Caledonia es otra cuestión: la isla tiene una cuarta parte de los recursos mundiales de níquel, de ahí su importancia económica, además del atractivo que significa el turismo hacia aquel territorio tan alejado de París y situado a dos mil kilómetros de las costas de Australia.

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Habitan en ese territorio unas 250.000 personas, en un clima tropical cálido y húmedo, y Nueva Caledonia está en proceso de eventual alejamiento de la metrópoli con la convocatoria, prevista entre 2014 y 2018, de un referéndum de autodeterminación.

En América, las islas francesas de las Antillas tienen dos estatutos diferenciados: mientras que Guadalupe y Martinica entran en la categoría de los "Departamentos y Regiones de Ultramar", Saint-Barthélemy y Saint-Martin son "Colectividades de Ultramar".

Las dos islas mayores son Guadalupe y Martinica y, en total, en las Antillas Francesas habitan unas 850.000 personas; son destinos turísticos muy apreciados por los franceses de la metrópoli, que encuentran allí un destino privilegiado por el clima sobre todo durante el invierno en el hemisferio norte.

SAINT-PIERRE ET MIQUELON, EN AMÉRICA DEL NORTE

La economía de Guadalupe y Martinica sigue vinculada estrechamente a la agricultura, con una gran importancia del cultivo del banano y de la caña de azúcar; el turismo es la actividad más importante de las islas más pequeñas.

Guayana es el departamento más extenso de Francia de ultramar, tiene unos 200.000 habitantes y se caracteriza por estar cubierto en su mayor parte por una de las selvas más densas del planeta.

Característica de la actividad de la Guayana es su importante desarrollo de la industria aerospacial, puesto que cerca de su capital, Kurú, se encuentra la base de lanzamiento de los cohetes europeos Ariane.

A 25 kilómetros al sur de Terranova se encuentra, en América del Norte, el territorio de Saint-Pierre et Miquelon, una "colectividad de ultramar" compuesta por varias islas, donde domina la actividad pesquera y un clima frío y húmedo, similar al de la vecina Canadá.

En el Océano Índico se encuentran otros dos territorios que completan la red de zonas de ultramar: la isla de la Reunión y Mayotte.

La primera, situada cerca de Madagascar y de Isla Mauricio, ha desarrollado en los últimos años una intensa actividad turística, sobre todo a partir de sus atractivos naturales, su fauna y su flora excepcionales.

Mayotte, en el archipiélago de las Comoras, cuenta con unos 180.000 habitantes y, aunque el turismo está en fase de desarrollo, su economía está basada en la agricultura y los empleos se encuentran sobre todo en la administración.

El último territorio es de las Tierras Australes y Antárticas Francesas (TAAF), que reúne cinco grupos de zonas: Terre Adélie en la Antártida, las islas Crozet, las islas Kerguelen, las islas Saint Paul y Amsterdam en el Sur del Océano Índico y las islas Eparses, cerca de Madagascar.

La pesca y la investigación científica son las actividades predominantes en esas áreas en su mayor parte inhóspitas, que reciben a numerosos exploradores y científicos que investigan en diversos ámbitos de la ciencia.

Autores

EFE