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Chile avanza hacia una mayor prosperidad con Iniciativa de Paridad de Género
Lun, 12/12/2016 - 09:27

Andrew Morrison

Telenovelas: ¡también buenas para la igualdad de género!
Andrew Morrison

Andrew Morrison es Jefe de la División de Género y Diversidad del BID. Antes de incorporarse al Banco, trabajó en el Banco Mundial como economista principal del Grupo de Género y Desarrollo y como coordinador regional de género para América Latina y el Caribe. También ha trabajado como profesor asociado de economía en la Universidad de Tulane (EE.UU.) y la Universidad de Nuevo México (EE.UU.). Morrison ha escrito libros y artículos relacionados con la igualdad de género, la migración internacional, los mercados laborales y la prevención de la violencia. Tiene un doctorado en Economía de la Universidad Vanderbilt (EE.UU).

A veces los restaurantes nos sorprenden con la calidad de los platos y a veces con la calidad del servicio. Hace un par de días, estuve en Santiago de Chile para el lanzamiento de la Iniciativa de Paridad de Género. Hablaré de la iniciativa más adelante, pero primero quiero contarles de mi almuerzo en el Mercado Central de Santiago, el día antes del lanzamiento.

Comí un pulpo delicioso, pero este no es el tema central. Lo importante es que Rodrigo, el mesero quen me atendió, me preguntó qué me traía a Santiago y le comenté que venía con el fin de lanzar una iniciativa para promover la participación económica de las mujeres. ¿Y cuál fue su reacción? "!Ojalá un día en Chile seamos más como en Islandia!".

Resulta ser que Islandia está en el primer lugar del Índice de Paridad de Género del Foro Económico Mundial. Para mí,  el hecho de que mi nuevo amigo del Mercado Central, un hombre de más o menos 50 años, aspire a que su país avance en la igualdad de género porque generaría beneficios económicos y sociales, es noticia. Y es motivo de optimismo.

Pero es que además de esta agradable sorpresa, quisiera hablar un poco más de la Iniciativa de Paridad de Género (IPG), una alianza público-privada del gobierno de Chile y un grupo de empresas importantes. La IPG tiene tres objetivos principales: aumentar la participación económica de las mujeres chilenas, reducir las brechas salariales entre hombres y mujeres, y aumentar la presencia de mujeres en altos cargos gerenciales y directivos.

Y hay trabajo por hacer. Aunque tienen una mujer presidenta y la tasa de participación femenina en Chile ha aumentado notablemente en los últimos 25 años, del 31 al 48%, y de que esto representa el mayor ritmo de crecimiento en América Latina, sigue siendo una tasa muy baja.  De hecho, es menor que el promedio de la región y es la octava más baja de los 35 países miembros de la OCDE. Chile está en el lugar 133 de los 144 países del índice de brechas salariales del Foro Económico Mundial. Y las mujeres son solo el 5,8% de los directores en los directorios de las 43 empresas representadas en el IPSA (Índice de Precio Selectivo de Acciones). Tampoco hay una sola mujer que presida un directorio.

La Iniciativa de Paridad de Género de Chile es más que una declaración de buenas intenciones. Comprende una lista de diez medidas concretas diseñadas para cerrar las brechas de género en su mercado laboral, mismas que van desde la capacitación a cazadores de talento o "headhunters" para que hagan un mejor trabajo en el reclutamiento de mujeres para posiciones directivas, al desarrollo y aplicación de una metodología para medir las brechas salariales en las empresas y compartir esta información con sus equipos directivos.

Y… ¿cuál es el gancho para atraer a más empresas a la iniciativa? Las estadísticas son elocuentes, pero no muy conocidas: diversos estudios indican que las empresas con directorios que tienen una mayor presencia de mujeres, reportan utilidades más altas. Un estudio en los EE.UU., por ejemplo, documentó un retorno a recursos propios (ROE) 46% mayor para las empresas que tienen por lo menos tres mujeres en sus directorios. Como diría un miembro del grupo de liderazgo, esta semana, al referirse a la falta de diversidad en las empresas del país: "créame que están perdiendo plata".

Pero más allá de la evidencia sobre el costo que implica la falta de incorporación de las mujeres en las empresas, es esencial que empresarios y empresarias compartan sus ideas, sugerencias y experiencias sobre cómo promover la paridad de género en las empresas. Puede ser que muchos empresarios tengan un interés sincero en lograr mayor paridad en sus compañías, pero que no sepan qué hacer o por dónde empezar. Es ahora, con el lanzamiento de esta iniciativa, el momento de generar cambios en las empresas chilenas que, además de favorecer a las mujeres, repercutirán en empresas más productivas y en un país más competitivo.

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