
Febrero es la oportunidad de asumir el nuevo rol que muchos esperan durante el año, mostrar capacidades ante las jefaturas y crear la posibilidad de moverse de cargo o ascender.
Tomar vacaciones en febrero, es la costumbre de la mayoría de los chilenos. Los que descansaron en enero, y están de vuelta en el trabajo, deben asumir sus tareas tradicionales y reemplazar a sus compañeros de vacaciones, lo que representa una carga laboral extra.
Mientras algunos asumen el reemplazo con descontento, pues consideran que tienen más trabajo por el mismo sueldo, otros lo toman como un desafío para aprender otras funciones y mostrar nuevas capacidades.
Según Lissette Domínguez, psicóloga laboral y directora de Atracción de Talentos de SOS Group, “muchas veces las personas se quejan de la falta de oportunidad durante el año para mostrar nuevas competencias, moverse de rol o ascender. En vacaciones se producen vacíos en cargos. Reemplazar a un compañero de trabajo en verano crea la oportunidad para lucirse y mostrar nuevas capacidades que no podemos exhibir durante el año, y así ser considerado por la jefatura para otras responsabilidades y roles, si nos hemos desempeñado bien”.
Por su parte, quienes son contratados para un trabajo temporal de reemplazo de verano, deben visualizar este empleo como una oportunidad para proyectarse y eventualmente ser incorporado de manera permanente a la empresa en el corto o mediano plazo.
Cómo lucirse
Para lucirse en un reemplazo por vacaciones y quedar posicionado para nuevas funciones a futuro, la experta de SOS Group recomienda:
Reunirse con el compañero de trabajo que se reemplazará y pedirle toda la información detallada para realizar un buen desempeño. Solicitarle un correo electrónico donde se le traspase tareas por realizar, prioridades, urgencias y contactos a quien acudir.
Pedir la colaboración y ayuda de compañeros de trabajo para delegar tareas básicas propias, para así dedicar más tiempo a las funciones de quien se reemplazará.
“Esto permitirá mostrarse en el nuevo rol y las capacidades diferentes que queremos que el jefe vea”, explica Domínguez.
Asignar un horario de trabajo a las tareas tradicionales de nuestro cargo y otro horario para tareas de quien se reemplazará, para así evitar el vaivén mental entre diferentes funciones, lo que provoca cansancio y desgaste, y lleva a dejar todo inconcluso.
Domínguez sugiere efectuar a primera hora del día las tareas propias de nuestro cargo, que se conocen y en las que se avanzará rápido, para luego dedicar más tiempo a las tareas del cargo que se reemplazará.
Reportar diariamente al jefe los avances en las funciones que se está reemplazando. “Si queremos que nuestro jefe vea capacidades que no había visto hasta ahora en nosotros, hay que reportarle la marcha del reemplazo”, advierte.
Es aconsejable enviarle un correo electrónico diario con las tareas que se avanzó, lo que quedó pendiente y se retomará al día siguiente. También reportarle los logros obtenidos, como crear un nuevo sistema de trabajo o evitar la partida de un cliente descontento.
Es importante mantener buen vínculo con clientes y proveedores en el cargo se reemplaza, y dar respuesta oportuna a sus requerimientos. “Estos clientes podrían realizar ante jefatura un comentario positivo a nuestro favor”, explica la experta.
Para realizar un trabajo productivo, es importante descansar. Luego del trabajo, hay que desconectarse, realizando deportes o reuniones con amigos. Así se repondrá energía para continuar productivamente con el reemplazo por vacaciones.