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A medio siglo de la muerte de Stan Laurel, su humor sigue vigente y gana adeptos gracias a internet
Martes, Febrero 24, 2015 - 07:36

Stan Laurel, uno de los auténticos reyes de la comedia de Hollywood, quien con su compañero Oliver Hardy formó el dúo cómico más famoso de la historia del cine: “El Gordo y el Flaco”.

Arthur Stanley Jefferson,  conocido como Stan Laurel y más popularmente como el "Flaco", nació en 1890 en un pueblo del norte de Inglaterra y, cuando se juntó con Oliver Hardy, formaron durante veinticinco años la pareja cómica “Laurel & Hardy” o "El Gordo y el Flaco" que "aunque de procedencia y carácter opuestos, pasaron a la historia del celuloide como uno de los máximos exponentes de la comedia de los primeros años del cine"”.

Según palabras del escritor escocés Simon Louvish, autor de una de las biografías de los artistas: "Stan & Olie. Las raíces de la comedia. La doble vida de Laurel y Hardy".

Al cumplirse los 50 años del fallecimiento (el 23 de febrero) del flaco británico, sus parodias de acción, más que los diálogos, siguen vivos en la memoria colectiva y aún muy presentes en las redes sociales y los sistemas de visión que existen en internet, lo que les hace inmortales, aunque la vida de la pareja cómica más famosa de Hollywood no fue un paseo...


Llegó a Estados Unidos de la mano de Chaplin

Stan Laurel, a pesar de ser hijo de un empresario teatral, tuvo una oposición frontal en su familia cuando dijo que se quería dedicar a la interpretación en musicales y al vodevil.

Llegó a los Estados Unidos como miembro de una compañía que giraba en torno a Charles Chaplin, incluso suplió al gran genio en algunas ocasiones. Cuando se metió con éxito en el cine, Laurel no lo dudó y siguió sus pasos. Pero al principio le fue mal y tuvo que volver a Inglaterra, aunque un año después retomó, esta vez con éxito, su carrera americana.

Por aquella época Oliver Hardy, que llegó a California procedente del conservador Estado de Georgia, había intervenido en varias películas, pero sin relieve, incluso llegaron a realizar una juntos en 1921, pero fue seis años más tarde cuando el director Leo McCarey descubrió la magia que poseía la pareja. Las décadas de los años treinta y cuarenta fueron su época más gloriosa.

Según Louvish, “fueron una pareja unida, sin grandes sobresaltos, que además de películas, realizaron giras teatrales por Estados Unidos y Europa, a pesar de que Laurel, el creador de casi todos los 'gags', cobraba mucho más que Hardy”.

Aunque por carcajadas, seguramente el más pagado debió ser “El Gordo” Hardy, quien con su sombrero, su chaqueta ajustada, su tierna estampa de niño bueno y su bigote característico, provocaba y aún provoca la hilaridad de los espectadores con sus meteduras de pata.

Para el especialista en estudios sobre cultura de la imagen y comunicación audiovisual, el español Román Gubern: "Basaron su comicidad en el contraste físico y psicológico, desempeñando Hardy el papel de 'listo' y Laurel el de 'tonto'".

La pareja y su atracción hacia el público se conforman en 1926  a partir del filme "Forty five minutes from Hollywood", aunque ya auténticamente como dueto cómico en "Slipping wives". El primer largometraje de los actores se realizó cuatro años después y lleva por título "Pardon us".

En el periodo que permanecieron juntos, hasta 1951, llegaron a rodar 23 largometrajes como protagonistas, uno de ellos en Europa ya en el ocaso de su carrera, y 72 cortos y mediometrajes, según indica Paco Ignacio Taibo I en su Enciclopedia de Cine Cómico.

Sus trabajos en títulos como “Fra Diavolo” (1933), “Babes in toyland” (1934), “Way out west” (1937), “Swiss miss” (1938), “The flying deuces” (1939), “Saps at sea” (1940), “A-haunting we will go” (1942), “The Dancing Masters” (1943) o “The big noise” (1944), forman parte de la historia del humor de Hollywood.
 
También consiguieron el preciado Óscar. En conjunto el año 1932, por el corto "The music box", y de forma individual, ya en 1960, a Laurel le concedieron un Óscar honorífico por su contribución pionera al cine cómico.

Su vida profesional de cara al público concluyó en 1951 con el filme “Utopia”, que rodaron en Europa. Su declive cinematográfico coincidió con el final de Segunda Guerra Mundial y con la difusión del largometraje, un formato en el que no cabía de la misma manera su género de humor, como lo hacían en el corto y el mediometraje.

Compañeros y amigos

Pero Stan y Oliver no solo fueron grandes compañeros que superaron sus diferencias con humor y comprensión, también se convirtieron en unos grandes amigos. Los dos trabajaron juntos para la United Service Organizations, una entidad de voluntarios que tenía como finalidad alentar y levantar la moral de los combatientes norteamericanos y aliados que luchaban en la Segunda Guerra Mundial.

Por eso la vida de Laurel sufrió un gran revés cuando, el 7 de agosto de 1957, fallecía a los 65 años, de una trombosis cerebral, su compañero de aventuras.

“El Gordo” vivió sus últimos años con una estricta dieta que le hizo perder la mitad de sus 130 kilogramos de peso. Según referían los allegados de Laurel, el británico nunca llegó a recuperarse de esa falta, de quien decía que “era la mitad de mi vida”. De hecho su pena fue tal que no acudió al entierro por prescripción facultativa.

Laurel se casó cinco veces. La primera mujer del humorista fue Lois Nelson, con quien tuvo una hija, nacida en 1927, a quien le puso también Lois, y en 1930 su segundo vástago, que llamaron Stanley Robert Laurel, pero que murió a los pocos días del alumbramiento.

Tras el traumático suceso el matrimonio hizo aguas y se separaron. En 1935 el actor se casó con Virginia Ruth Rogers  y su unión se mantuvo hasta 1938,  año en que se separaron, contrayendo, de nuevo, matrimonio con Vera Ivanova Shuvalova. Enlace que duró hasta 1941, cuando se volvió a casar con Virginia Ruth en un segundo intento.

En 1946, se separó definitivamente de ella y se casó con Ida Kitaeva Raphael,  de origen ruso, que le aportó, según sus biógrafos, una gran estabilidad  y quien le sobrevivió hasta 1980.

Diagnosticado y en tratamiento desde mediados de los años cuarenta de diabetes, en 1962 sufrió una hemorragia en el ojo que le dejó sin visión un corto periodo de tiempo y, al final de sus días, le diagnosticaron cáncer de paladar. Al final, el 23 de febrero de 1965, sufrió un ataque cardíaco que acabó con su vida.

Los restos mortales de Laurel permanecen en el cementerio de Forest Lawn Hollywood Hills, de la ciudad de Los Ángeles. El gran amigo de Laurel, Dick Van Dyke, a quien avaló en su carrera profesional, recitó unas palabras en su funeral, así como el gran Buster Keaton, quien dijo de él que había sido “el hombre más divertido”.

* Reportaje EFE

Autores

Joaquín Méndez Rosa