Bolivia relanzó en 2014 al Grupo de Países en Vías de Desarrollo y China (G77+China) con una agenda vinculada a Objetivos de Desarrollo del Milenio y proyectó retos para la eliminación de la pobreza.

La Paz. Bolivia relanzó en 2014 al Grupo de Países en Vías de Desarrollo y China (G77+China) con una agenda vinculada a los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) —que deberían ser cumplidos hasta este año— y proyectó otros retos encabezados por la eliminación de la pobreza hasta 2030.

El 8 de enero de 2014, el mandatario Evo Morales asumió la presidencia pro témpore del bloque y como primera tarea convocó a una cumbre que se realizó en Santa Cruz, entre el 14 y 15 de junio, y a la que asistieron 27 gobernantes y 129 representantes de los 133 estados que integran el grupo.

Una de las premisas era evaluar los avances de los ODM, que deben ser cumplidos hasta esta gestión, y proyectar los nuevos desafíos, en virtud de la denominada agenda pos 2015.

“Se determinó erradicar la pobreza hasta 2030 y fue una propuesta hecha por Bolivia, que ha sido aceptada por los países que forman el bloque (...). Bolivia ha fortalecido al grupo y le ha dado un impulso renovador, no solo auspiciando la cumbre, sino con propuestas como el vivir bien en armonía con la Madre Naturaleza, como alternativa al capitalismo”, explicó Reymi Ferreira, entonces organizador del evento y actual candidato a la Alcaldía cruceña por el Movimiento Al Socialismo (MAS).

Evento. Así inició una nueva era del G77+China que, al concluir la cumbre, aprobó la Declaración de Santa Cruz, que consta de 242 puntos en torno a diferentes temáticas en materia política, económica y social, aunque también hay asuntos puntuales como el acuerdo para investigar las propiedades de la coca.

El documento se basa en diez pilares: Vivir bien, Madre Tierra, soberanía servicios básicos, sistema financiero, gran alianza, eliminar el hambre, soberanía de estados, democracia y la construcción de un nuevo mundo.

En 2000, un acuerdo global fijó ocho metas, conocidas como los ODM, que comprometieron a los países de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) a erradicar, con índices precisos hasta 2015, la pobreza extrema, promover el desarrollo sostenible, la equidad de género y la defensa de la niñez.

Si bien hubo avances en distintos países de la región, Bolivia a la fecha no cumplió con tres metas: la enseñanza primaria universal, la disminución de la mortalidad infantil y la reducción de la incidencia del chagas, según un informe de la Unidad de Análisis de Políticas Sociales y Económicas (Udape).

Con todo, Ferreira habló del avance en otras áreas como la disminución de la desigualdad, que se tradujo en mecanismos de aumento de ingresos económicos a sectores vulnerables; incremento de impuestos a sectores que tienen más ingresos; una redistribución vía planificación, desarrollo y empleo.

El foro de junio contó con la presencia del secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, quien destacó el liderazgo del presidente Morales para la ejecución de la nueva agenda y reconoció el aporte de Bolivia a favor de la paz mundial y el debate entre los países para hacer del Consejo de Seguridad una instancia más participativa, luego de que el mandatario demandó la eliminación de esa instancia de la ONU.

Asimismo, durante el evento invitó a Rusia a ser parte del G77+China.

El 8 de este año Evo Morales entregó la presidencia del bloque a Sudáfrica, que asumió la posta con la misión de consolidar la agenda pos 2015.

Lo más destacable del foro

Chile. Bolivia distribuyó El Libro del Mar, texto que resume las bases de la demanda contra Chile, a los representantes de los estados del G77+China.

Además entregó el Tiempo del Sur, un reloj con numeración y giro de las manecillas al revés que tiene el diseño del mapa de Bolivia con el Litoral, que perdió el país en 1879, tras la invasión chilena.

Evaluación. Tras concluir la cumbre, el presidente Evo Morales hizo hoy una evaluación positiva de los alcances del foro y anunció el inmediato inicio de su campaña para las elecciones generales, que ganó con el 61,36% de los votos.

Santa Cruz, la región que más se benefició. Desde inicios de 2014, cuando el mandatario Evo Morales asumió la presidencia del G77+China, el gobierno central, la gobernación de Santa Cruz y la alcaldía municipal de esa región coordinaron esfuerzos para ejecutar una serie de proyectos estructurales con motivo de la cumbre que se realizó en junio. Las obras ahora son parte del cotidiano vivir de los cruceños. El entonces coordinador del evento y actual candidato a la alcaldía cruceña por el Movimiento Al Socialismo, Reymi Ferreira, detalló en la oportunidad que en la iluminación del aeropuerto de El Trompillo, la ampliación de la faja de parqueo y aterrizaje en la terminal aérea de Viru Viru, la Terminal Presidencial y la carretera G77 (de 7,5 km de extensión) se invirtieron unos US$22 millones que “quedan como inversión neta para Santa Cruz”.

Monto. Se calcula que entre los tres poderes desembolsaron para la Cumbre del G77+China al menos Bs 530 millones (US$75M), cifra que se expresa en las obras detalladas anteriormente, además de la instalación de 266 cámaras de seguridad en la avenida que lleva el nombre del evento, en otras calles y plazas de esa urbe, equipos de salud, vehículos y transporte.

Según Ferreira, los beneficios para la región no fueron circunstanciales, sino de corto y largo plazo. Explicó que el solo hecho de haber entregado el sistema de iluminación en El Trompillo, le permitió ingresar a la categoría de aeropuerto internacional. “Así va a poder incrementar de forma sustancial las rutas aéreas o ser puerto de tránsito, que antes no tenía por la insuficiencia de la terminal”, afirmó.

Además, Santa Cruz fue promocionada como región turística e ideal por su característica para convenciones empresariales.