El Salvador vive año electoral con trasfondo de violencia y crisis económica
Oficialmente, la campaña presidencial arrancó el 1 de octubre pasado y se extenderá hasta el 29 de enero, pero en realidad el pistoletazo de salida lo dieron los comicios legislativos y municipales del 11 de marzo de 2012.
San Salvador. El Salvador ha vivido un 2013 inmerso en la campaña para las elecciones presidenciales del 2 de febrero próximo, sin un claro favorito, y con un trasfondo de violencia que no ha podido ser atajada por el gobierno.
Oficialmente, la campaña arrancó el 1 de octubre pasado y se extenderá hasta el 29 de enero, pero en realidad el pistoletazo de salida lo dieron los comicios legislativos y municipales del 11 de marzo de 2012.
A partir de esas elecciones comenzaron a perfilarse los candidatos presidenciales de los dos principales partidos, que desde entonces han mantenido una presencia permanente en los medios de comunicación con fines electorales.
Los salvadoreños elegirán en los próximos comicios al sustituto de su actual presidente, Mauricio Funes, para el mandato 2014-2019.
El gobernante Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN) lleva como candidato a Salvador Sánchez Cerén, excomandante guerrillero y actual vicepresidente del país.
El candidato de la derechista Alianza Republicana Nacionalista (ARENA) es Norman Quijano, un odontólogo y alcalde de San Salvador desde 2009.
Durante meses, las encuestas publicadas por firmas especializadas, medios de comunicación y universidades privadas han dado leves ventajas a Sánchez Cerén o a Quijano, pero sin que ninguno se perfile como claro favorito.
El último sondeo divulgado en noviembre por una universidad privada dio, por primera vez en varios meses, una ventaja de entre cinco y seis puntos a Sánchez Cerén.
Esta pugna tan estrecha hace prever que habrá una segunda vuelta porque ninguno de los dos candidatos más fuertes muestra una intención de voto suficiente para lograr el 50% mínimo para ganar el 2 de febrero.
Lejos de Sánchez Cerén y Quijano aparece el expresidente Elías Antonio Saca, quien gobernó en 2004-2009 por ARENA, que lo expulsó por una crisis interna y ahora es candidato Del movimiento Unidad, formado por tres partidos minoritarios de derecha.
Los otros dos candidatos son Oscar Lemus, de Fraternidad Patriota Salvadoreña, y René Rodríguez, del Partido Salvadoreño Progresista, ambos sin posibilidades de triunfo.
Buena parte del protagonismo en la campaña lo mantienen el presidente Funes y ARENA por denuncias del mandatario de supuestos actos de corrupción cometidos durante los gobiernos del ahora principal partido opositor.
Las encuestas coinciden en que la inseguridad y la crisis económica están entre los principales problemas que agobian a los salvadoreños, que dicen esperar propuestas concretas de solución de los candidatos.
La violencia sigue imperando en el país a pesar de que, según el gobierno de Funes, una "tregua" o pacto de no agresión que las dos principales pandillas mantienen desde 2012 ha disminuido los homicidios en alrededor del 52%.
Las autoridades sostienen que en este año han habido al menos dos "días sin homicidios" gracias a la "tregua", pero reconocen la tendencia al alza que ha habido en las últimas semanas.
El director de la Policía Nacional Civil, Rigoberto Pleités, admitió ante la prensa que en noviembre pasado, hasta el día 28, hubo al menos 84 homicidios más que en el mismo mes de 2012, pues de 164 se elevaron a 248.
Sin embargo, Pleités matizó que la cifra acumulada de homicidios en 2013 sigue siendo más baja que en 2012, ya que ha disminuido de 2.413 a 2.276, es decir, 137 menos.
Funes y sus funcionarios de Seguridad aseguran que la disminución de homicidios respecto a 2012 no sólo es producto de la "tregua", sino también de la acción policial, que también ha logrado bajar la incidencia de otros delitos.
Los salvadoreños también tienen cifradas sus esperanzas de mejora económica en el nuevo gobierno, que asumirá el 1 de junio de 2014.
Sin embargo, las perspectivas no son halagüeñas, pues el país atraviesa dificultades como un déficit fiscal del 3,4% y un endeudamiento del sector público del 56,6% del producto interior bruto (PIB), según un informe del no gubernamental Instituto Centroamericano de Estudios Fiscales (ICEFI).
Además, el Gobierno prevé un crecimiento del PIB del 1,9% para este año y el ICEFI cifra entre 1,5% y 2% el del próximo.
El propio Funes ha advertido: "Vamos a tener problemas fiscales el próximo año y, por lo tanto, eso debería llevar a los candidatos a ser más responsables con sus propuestas" electorales.