Opositores al aborto en Uruguay buscan sumar votos para referéndum
La polémica ganó en intensidad esta semana cuando los promotores de la consulta quemaron sus últimos cartuchos de propaganda y obligaron a la mayoría del oficialismo a salir a defender la norma.
Montevideo, Xinhua. Los opositores al aborto en Uruguay podrán convocar a un referéndum con el que buscan derogar la ley que despenaliza esa práctica si el próximo domingo consiguen el apoyo de 25% del padrón electoral.
La polémica ganó en intensidad esta semana cuando los promotores de la consulta quemaron sus últimos cartuchos de propaganda y obligaron a la mayoría del oficialismo a salir a defender la norma.
Sin embargo, el escenario es más complejo que la habitual puja ideológica entre la coalición de izquierda gobernante del Frente Amplio (FA), y los partidos tradicionales de derecha, hoy en la oposición.
El dirigente más popular del FA para las elecciones de octubre de 2014, el ex presidente Tabaré Vázquez, es un enemigo declarado del aborto y durante su mandato vetó una ley similar.
La Ley. Uruguay se convirtió en 2012 en el segundo país de América Latina en aceptar la interrupción del embarazo por sola voluntad de la mujer dentro de las primeras 12 semanas de gestación.
La despenalización, que rige desde diciembre, admite el aborto en ese plazo siempre que se realice una consulta con un equipo interdisciplinario y tras un período de cinco días de reflexión.
El texto aprobado por una escasa mayoría -a la que básicamente contribuyó el FA- comenzó a regir en diciembre.
Sin embargo, poco después de su promulgación, algunos diputados del opositor Partido Nacional (PN) recolectaron las firmas necesarias para que la Corte Electoral convocara a una consulta voluntaria que ahora definirá si hay referéndum derogatorio.
Un 46% de los uruguayos respalda la ley, según la última encuesta sobre el tema que divulgó la semana pasada la consultora Cifra.
En tanto, el 38% la rechaza y el 16% no expresó ninguna opinión.
Ante la pregunta de si votará en la consulta voluntaria, el 45% adelantó que no lo hará, el 40% que "seguramente" sufragará y el 11% que "probablemente" lo haga.
"No se puede afirmar con certeza lo que ocurrirá el domingo. La historia (no exactamente aplicable a este caso) sugiere que no se alcanzaría el 25% necesario, pero podría haber sorpresas", concluye la investigación de Cifra.
Apoyos. La ley, junto a las políticas públicas de anticoncepción y planificación familiar y educación sexual, busca "mejorar la calidad de vida de las mujeres, disminuir la mortalidad materna y el número de abortos, así fundamentó la iniciativa el viceministro de Salud Pública, Leonel Briozzo.
"Los datos internacionales demuestran que si se combinan estas acciones se disminuye el número de abortos, que es lo que todos queremos", enfatizó Briozzo.
En tanto, el presidente del país sudamericano, José Mujica, defendió la norma, si bien aclaró que nadie está "a favor" de esa práctica.
"Si lo legalizo puedo operar y a algunas mujeres las puedo inducir a que retrocedan. Si lo dejo clandestino al fenómeno no puedo incidir", reflexionó el mandatario durante una entrevista con Xinhua en mayo.
"El problema es salvar la mayor cantidad de vidas posible, es la verdadera discusión, no la discusión de principios porque de principios estamos todos contra el aborto", reiteró Mujica.
El mandatario advirtió que si la ley cayera seguirían los abortos "por la vía clandestina como ha pasado en los últimos 400-500 años de historia" y "va a seguir con todo lo negativo que tiene el camino de la clandestinidad".
La presidenta del FA, Mónica Xavier, una de las impulsoras de la ley en el Senado, también ha salido a defender la despenalización.
Xavier recordó que se logró tras un siglo de debate durante el cual muchas mujeres pagaron "con su vida o su capacidad reproductiva" su derecho a decidir.
El circuito de la clandestinidad es el de la "penalización" de la mujer y el de las "grandes ganancias" para servicios que no aportan "ni garantías, ni prevención, ni asesoramiento y ciudados adecuados", aseguró.
"Clandestinidad que estigmatiza y que lo único que deja como resultado es la pérdida de vidas; clandestinidad a la que volveríamos si la ley no se mantiene", subrayó.
Por eso, invitó "con profunda convicción" a la ciudadanía a no ir a votar el domingo.
Críticas. Paradójicamente, el quizá principal referente del rechazo a la ley es el ex presidente Tabaré Vázquez, quien en 2008 vetó durante su gobierno una ley de aborto por razones "jurídicas" y "científicas".
Hace pocos días, recordó que aplicó ese recurso por razones de "inconstitucionalidad y de conveniencia" porque "afectaba el orden jurídico" y compromisos asumidos por el país en tratados internacionales.
"Entendí que nuestro país estaba obligado a proteger la vida del ser humano desde la concepción, en función de la protección de la maternidad", justificó el ex gobernante, oncólogo de profesión.
Para Vázquez este proceso de consulta popular marcará el fin de la polémica.
"Ahora la ciudadanía está informada y tiene la palabra. Se podrá expresar con toda libertad y lo que ella decida será punto final", afirmó.
Pese a identificarse con el contenido de la iniciativa, Vázquez negó el uso de su imagen para la campaña pro-referéndum.
Uno de los primeros impulsores del referéndum es el diputado del opositor Partido Nacional (PN), Pablo Abdala, quien llevó en su automóvil particular las miles de firmas requeridas para esta convocatoria.
En su opinión, "esta ley no mejora las cosas, las empeora" porque terminará estimulando los embarazos no deseados.
El camino debe ser "la planificación familiar, la asistencia material" y "estimular la adopción y la maternidad, pero por sobre todas las cosas de protegerla", dijo Abdala.
Otro grupo influyente que apoya el referéndum es la Iglesia católica, que ha invitado a sus fieles a expresarse en las urnas.
"Tenemos ahora la oportunidad de cambiar con nuestro voto el rumbo de las cosas y darle un sí a la vida de los niños, lo que nos permitirá mirar con esperanza nuestro futuro como nación", señaló un comunicado de los obispos.
El próximo domingo las urnas uruguayas hablarán.
Para que haya un referéndum en octubre deberán adherir este domingo a la consulta -con voto no obligatorio- el 25% de los electores, es decir, 654.287 ciudadanos, en un país de unos 3 millones de habitantes.