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Argentina: el gobierno de Macri ya se fumó 30 de los primeros 100 días
Mié, 13/01/2016 - 08:56

German Fermo

Argentina en default: la única opción es una solución de mercado
German Fermo

Germán Fermo es Director de MacroFinance y de la Maestría en Finanzas de la Universidad Torcuato Di Tella (Argentina). Posee un Ph.D. en Economía en la  Universidad de California y una especialidad en estrategia de opciones en ETF's y monedas.

Llegamos al martes 12 de enero de 2016 y parece que lo más importante que ha ocurrido en esta bendita e incomprensible República Argentina es la persecución de tres criminales mafiosos que se “fugaron” de una cárcel de máxima seguridad y estuvieron prófugos durante nada más y nada menos que dos semanas.

Todo un país buscando a tres tipos sedientos y muertos de hambre y no los podíamos encontrar. Por suerte, en la provincia de Santa Fe hemos contado con un casero que, en un acto heroico a lo Martín Fierro, pegó el chiflido a pura intuición de gaucho macho. Demasiado costo para una ciudadanía es ya tener que soportar a cuanto periodista tenga la chance de salir por TV jugando a Sherlock Holmes y haciendo análisis de un pésimo detective durante todo el día.

Los argentinos hemos consumido dos semanas de esta grotesca descripción de eventos y uno podría decir que mi afirmación es errónea y que la liberación del cepo cambiario fue “el acto de valentía económica y lo más importante de este tiempo”.

A quienes dicen esto, les retruco que no basta con ser valiente y que las consecuencias plenas de la liberación del cepo todavía no las hemos visto. De hecho, el primer semestre de 2016 realmente nos dirá qué tan exitoso ha sido el gobierno de Mauricio Macri en liberarlo, en especial cuando la demanda de dólares por importación comience a ejercer su verdadero efecto.

La rápida liberalización del cepo ha sido una excelente medida pero aquí no ha terminado, esto lejos está de ser un steady state de tipo de cambio y tasas; más aún en un contexto internacional donde el dólar claramente sigue con tendencia muy alcista sobre las monedas emergentes. Y ni hablemos de las materias primas.

El hecho de haber liberado el cepo con tan pocas reservas y con tan poca presión de tasas parece subreal. Es el resultado alquímico de un algunos “golden boys” en el gobierno generando un aura de expectativas positivas en su entorno.

No compro esta historieta, las expectativas de muchas cosas buenas por venir sin dudas han jugado un rol fenomenalmente importante en las primeras semanas del nuevo gobierno pero es clave que a estas expectativas se las sustente con medidas verídicas y contundentes que impacten a nivel macro-fundamental al país y no las veo por ningún lado.

A esta altura de los acontecimientos esperaba mucho más del nuevo gobierno; todo esto parecería ser demasiado gradual para que funcione eficientemente a mediano y largo plazo. Es como que la estrategia electoral de no decir nada y sonreír a la camarita sigue intacta con una peculiar diferencia: ahora les toca gobernar y demostrar cuál es el plan para sacarnos de este escabroso estado al que la administración anterior nos ha condenado.

Estos no son tiempos para ser gradualistas; son tiempos para poner lo que hay que poner, cueste lo que cueste, y sacar a esta bendita república del pozo en el que nos dejaron.

Ya a 12 de enero del 2016, me hubiera imaginado avances elocuentes para finiquitar de una vez la eterna historieta de los holdouts y muy poco avance se ha hecho en este sentido. Emitan un bono largo por el valor nocional del reclamo y ¡Punto y aparte! ¿Cuánto más vamos a esperar para terminar con este tema que frena el rally potencial de bonos soberanos y financiación barata a la economía real? ¿Cuánto nos vamos a ahorrar por seguir tirando de la piola: 1.000, 2.000, 3.000 millones? Esto no es nada para una República, destrabemos esto la semana que viene y sigamos para adelante y a esto lo dije desde que comenzó este incomprensible lío desde hace tanto tiempo ya que ni me acuerdo.

Me hubiese gustado comenzar a conocer un claro y contundente plan anti-inflacionario y nada de eso tenemos ahora. Me gustaría saber también cómo el gobierno va a encarar un plan de reducción contundente del déficit fiscal y de eficientizacion del gasto público, y nada. Anímese ya a probar cosas importantes o el tiempo de “animarse” se les acabará, Argentina es un país de muy poca paciencia, los amores duran muy poco y solemos triturar golden boys muy rápido.

Parecería que este gobierno ha decidido ser muy gradual en todas sus medidas lo cual tiene un claro beneficio pero a la vez, un oscuro costo. El beneficio radica en que podemos seguir tirando globos amarillos por el aire sin asumir los claros costos políticos que una estrategia no gradual implicaría.

Sin embargo, el costo de no hacer nada es claramente el mediano plazo: cada día que sigamos haciendo la plancha es un día más de aletargamiento de una economía que desde hace años en vez de gradualismo necesita decisiones contundentes y con muchos huevos.

Los primeros 100 días de gobierno son claves para hacer cirugía general, sopórtate el costo de semejantes medidas y que te insulte todo el país y con estos cambios, darle al segundo semestre del año la chance de que la economía real se beneficie toda con los mismos. Bien, ya transcurrió cerca del 30% de esos primeros y 100 días claves y es muy poco lo que se puede apreciar en materia de cambios y eso es preocupante para un gobierno que tanto depende del aura de expectativas favorables que se han armado en su entorno.

Y no es que con esto haya cambiado mi escenario base: sigo comprado Argentina hasta los dientes porque sigo considerando que de este gobierno es razonable esperar sentido común y decisiones acertadas. Pero también les confieso que, tanto letargo y gradualismo, tanto tiempo de no hacer nada y sin anunciar nada, me está comenzando a generar una duda cruel y preocupante: ¿Tendrán un plan integral a nivel macro? ¿Se animarán a realizar la “N” cambios contundentes que este país necesita y merece a nivel económico?

El contexto internacional cada día luce peor con un petróleo ya arañando los US$30 y con China desacelerándose aún más.

El mundo emergente ha comenzado a complicarse sustancialmente desde el año pasado, y esto implica que muchos países están mucho más baratos que hace 18 meses atrás implicando potenciales competidores para una Argentina que ya no luce tan atractiva rindiendo entre 7,5% y 8%.

Espero que en los 70 días que le quedan a los primeros 100, el gobierno de Mauricio Macri se anime a presentarle a la sociedad su plan y su itinerario de ejecución. Obviamente esto no va a salir gratis. Ser gradual en la realidad macroeconómica en la que han dejado a la Argentina y en medio de un contexto de mercados emergentes que para muchos ya es una crisis, es un claro error de diagnóstico. Muchachos, pónganle gamma a esto o perderán lo único que tienen: expectativas de cambios favorables y contundentes a 70 días vista, ya no a 100.

*Esta columna fue publicada originalmente en Sala de Inversión.com.

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