Pasar al contenido principal

ES / EN

Argentina, Griesa y los tres caminos
Lun, 01/09/2014 - 09:28

Darío Epstein

Argentina, Griesa y los tres caminos
Darío Epstein

Darío Esptein es Director de Research for Traders. Especialista en mercados de capitales. Columnista de CNN por más de diez años y profesor invitado y consejero del Venture Capital Center de la Universidad de Michigan. Es además director de la Comisión de Finanzas Internacionales de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de Buenos Aires y consultor en estrategia y asesor financiero a corporaciones internacionales (Fortune 500).

El conflicto entre Argentina, los holdouts (fondos buitres) y la Justicia de EE.UU. es sumamente dinámico y cambia con el correr de los días.

El fallo de Griesa ha sido tan duro que resulta imposible para un país que entra en cesación de pagos poder plantear cualquier arreglo que no incluya al 100% de los acreedores. La interpretación de la cláusula Pari Passu es novedosa y aún más, a criterio del FMI, otros países y premios noveles, sería hasta excesiva. Es una interpretación estricta de la ley, que no consideró daños colaterales para otras partes intervinientes en el conflicto.

El fallo está en firme y Argentina puede tomar tres caminos:

1.- Pagar el fallo: claramente el gobierno de Argentina se ha expresado en sentido contrario. Ya sea por considerarlo injusto, usurario, por cuestiones ideológicas o simplemente porque es políticamente inviable. A esto hay que sumar los efectos de la cláusula RUFO (salvo que se cumpla la sentencia en efectivo), que no permite negociar un mejor acuerdo hasta 2015 (¡increíblemente, Griesa invita a las partes a negociar!) y el resto de los tenedores de deuda no canjeada (holdouts), que según con quien hable, van desde US$15.000 millones hasta US$45.000 millones (demasiado amplio el rango, ¿no?). Esta diferencia surge del interés y los punitorios aplicables al capital nominal que aún está pendiente de resolución.

2.- No pagar el fallo, pero intentar pagar a los bonistas que aceptaron el canje. Este parece ser el camino elegido por el gobierno argentino. El Poder Ejecutivo ha enviado un proyecto al Congreso de la Nación, buscando consenso y apoyo para cambiar el lugar de pago de los bonos canjeados (voluntario para los tenedores) y reabrir la Ley Cerrojo (muy importante). Este escenario es de difícil concreción por las dificultades técnicas y legales, y al mismo tiempo estaríamos desobedeciendo el fallo de la Justicia de New York, que es la que ha sido propuesta por Argentina en los prospectos de emisión de deuda para que se resuelvan litigios entre las partes

3.- Default de la deuda reestructurada: la misma asciende a US$29 billones repartida entre 16 series. Si bien se trata del bono Discount, Par y los cupones atados al PBI, existen muchas variantes de los mismos en función de la legislación emitida, la moneda y la fecha de emisión (2005 ó 2010). Este escenario tiene dos características. Por un lado, pone en igualdad de condiciones a los fondos buitres con todo el universo de bonistas que entraron al canje. Por otro lado Argentina estaría cumpliendo la cláusula de Pari Passu de acuerdo a la interpretación  por lo menos rebuscada del Juez Griesa, por lo cual no colisiona con la justicia de ese país.

Como se ve, los tres escenarios son altamente complejos y en los tres hay mucho para perder. Es cuestión del gobierno decidir cuál de los tres produce el menor daño, o dicho de otra forma, cuál es más conveniente para Argentina.

Todo parecería indicar que por acción o por dinámica de los eventos el segundo escenario es el elegido por Argentina. En caso de fracasar éste, y si algunos bonistas tienen intención de acelerar la cobranza de sus acreencias, entonces nos encontraremos ante el tercer escenario.

De cualquier modo, todavía hay mucha tela por cortar y cualquier movimiento de las partes involucradas (gobierno argentino, fondos buitres o Justicia de EE.UU.) podría cambiar drásticamente el panorama.

Países