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Cómo analizar el flujo de caja de una compañía
Lun, 29/12/2014 - 10:27

Andrés Cardenal

Tres compañías tecnológicas con sólidos dividendos
Andrés Cardenal

Andres Cardenal es Analista de Sala de Inversión América.

Los informes trimestrales de resultados suelen atraer mucha atención entre los analistas de Wall Street. No obstante, desde una perspectiva de un análisis a medio y largo plazo del negocio, los flujos de caja pueden dar información tanto o más importante que los informes de resultados.

Cuando la compañía obtiene una ecuación favorable de ingresos frente a sus costes, esto se ve reflejado en altos márgenes de rentabilidad sobre precios, y por lo tanto, en sólidos informes de beneficios. Sin embargo, no nos dice nada sobre el impacto que puedan tener las necesidades de capital de trabajo sobre la generación de efectivo de la firma. Para analizar cuestiones de este tipo, es necesario ir más allá de las ganancias y adentrarse en los flujos de caja.

Por ejemplo, en casos de compañías de alto crecimiento, suele ser normal que la acumulación de inventarios o las necesidades de financiación a los clientes produzcan un impacto negativo sobre los flujos de efectivo. La empresa puede entonces estar ganando mucho dinero desde la perspectiva contable de ingresos y costes, pero el negocio está demandando sumas crecientes de capital para seguir operando de forma efectiva.

En el sentido contrario, algunas compañías como por ejemplo las grandes cadenas retail, generan sólidos flujos de caja pese a tener bajos márgenes de rentabilidad sobre los precios.

Empresas como Wal-Mart (WMT) venden sus productos a precios competitivamente bajos, lo que supone un margen neto de beneficio que está en la zona del 3,3% sobre el precio del producto, es decir, un margen muy bajo si se compara con lo niveles de rentabilidad que se observan en otras industrias.

No obstante, empresas de este tipo generan grandes sumas de efectivo en base a sus operaciones, debido a que cuentan con la posibilidad de optimizar eficientemente su capital de trabajo. La mayor parte de las ventas de estas empresas se realizan en efectivo, mientras que los pagos a los proveedores son a plazos sensiblemente más largos.

Debido a su escala de negocios, Wal-Mart puede negociar precios bajos y condiciones financieras muy convenientes con sus proveedores, lo cual tiene un impacto positivo sobre los flujos de caja. Para detectar esta ventaja competitiva clave para la empresa, una mirada a los flujos de caja puede ser más esclarecedora que un análisis contable de ventas y ganancias.

Es importante que analicemos las necesidades de inversión de capital de una compañía, que se reflejan con mayor claridad en los estados de flujo de caja. Algunos negocios tienen necesidades de capital mayores que otras; en industria y energía, por poner un ejemplo, se requieren inversiones más grandes que en software o servicios.

Las empresas con necesidades de capital bajas tendrán mayores posibilidades de aumentar políticas como distribuir capital a los accionistas o realizar adquisiciones para capitalizar oportunidades de crecimiento. Sin embargo, cuando la compañía necesita reinvertir una alta proporción de sus flujos de caja, los fondos libres para otros destinos se ven reducidos.

Las inversiones de capital pueden verse reflejadas en el estado de resultados mediante el rubro depreciaciones. Cuando una empresa realiza una inversión de capital por US$100 millones de dólares, un método de depreciación lineal en diez años arrojaría un costo anual de US$10 millones por año.

Si bien este tipo de registros es bastante razonable en términos de cuantificar el impacto de la inversión a lo largo de un período de tiempo determinado, en algunos casos puede esconder algunas cuestiones importantes.

Cuando una firma necesita realizar grandes inversiones de capital en un período de pocos años, esto puede tener un impacto financiero de magnitud, afectando incluso tal vez su solvencia financiera. En cambio, el estado de resultados mostraría una versión suavizada en el tiempo de estas cantidades, por lo tanto, podría no ser tan esclarecedor como una evaluación de los flujos de caja.

También resulta vital analizar los flujos de caja para examinar la sostenibilidad de políticas como las recompras de acciones o los pagos de dividendos. Los flujos de caja pueden ayudarnos a responder algunas preguntas importantes que no se resuelven en base a los estados de resultados:

¿De dónde provienen los fondos para distribuciones de capital: fondos propios generados en la operatoria del negocio o endeudamiento? ¿Qué tan holgada está la firma para sostener sus distribuciones de capital en caso de una recesión o alguna otra circunstancia que genere una desmejora en los resultados? ¿Pueden seguir creciendo a este ritmo los dividendos o es de esperar una desaceleración en base a la solvencia financiera de la empresa?

En definitiva, tanto los estados de resultados como los flujos de caja pueden brindar información muy importante para el inversor. Dependiendo de las circunstancias de la empresa y de las variables a analizar, los flujos de caja pueden ser un complemento muy valioso, incluso tal vez irreemplazable dentro del conjunto de herramientas disponibles para la toma de decisiones en los mercados.

*Esta columna fue publicada originalmente en Sala de Inversión.es.