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Cómo aprovechar el "momentum" (impulso) para invertir
Lun, 11/07/2016 - 08:44

Andrés Cardenal

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Andrés Cardenal

Andres Cardenal es Analista de Sala de Inversión América.

Los estudios académicos son concluyentes: invertir en activos en base al “momentum” tiende a ser una estrategia ganadora para maximizar los retornos a largo plazo. ¿Qué son y cómo se aplican las estrategias de momentum?

Básicamente, el momentum no es otra cosa que el impulso alcista o bajista que puede tener un activo durante un período determinado. Por ejemplo, si una acción ganó un 50% en el último año, mientras que la otra ganó el 30%, la primera muestra un mayor momentum alcista en ese período de tiempo. El concepto es llamativamente simple, aunque su aplicación práctica puede requerir algunos refinamientos importantes.

Un punto saliente es que las estrategias de inversión basadas en momentum cuentan con un fuerte sustento en la literatura académica. Diversos estudios han analizado la performance de estrategias basadas en momentum para diferentes plazos de tiempo, en diferentes clases de activos y en diferentes países. Los datos al respecto son bastante concluyentes en el sentido de que las estrategias de este tipo tienden a generar resultados atractivos a largo plazo.

Según información de la librería de datos Keneth French, entre 1927 y 2014 las acciones con momentum alcista generaron una prima de retorno de 9,5% por encima del índice, lo cual indica que invertir en esta clase de activos es una de las estrategias más rentables que existen en el mercado.

Existen diferentes explicaciones posibles al respecto de porqué las acciones con momentum tienden a generar retornos tan atractivos y consistentes. En primer lugar, es importante tener en cuenta que muchas veces, las acciones con mayor momentum de precios son también las más volátiles. Es decir, las acciones de impulso elevado muestran movimientos más abruptos, tanto al alza como a la baja. 

Por lo tanto, una primera explicación posible es que los inversores de momentum obtienen retornos superiores al promedio como compensación por asumir riesgos más elevados. Este punto de vista puede explicar en parte el fenómeno de momentum, aunque no completamente. Cuando se analizan los datos de retornos y volatilidad, las estrategias de momentum generan primas de retornos por encima de lo que sería esperable en base a sus niveles de volatilidad.

Otra explicación bastante difundida tiene que ver con la psicología de los inversores y el comportamiento de los mercados. Los ajustes de precios nunca son instantáneos, sino que los precios suelen moverse en un sentido u otro a medida que los inversores reflejan sus expectativas en operaciones de compra o venta. Además, los movimientos de precios influencian las decisiones de los inversores.

Así las cosas, cuando existe una mirada optimista sobre un determinado activo, esto se ve reflejado en órdenes de compra que impulsan el precio al alza. Al mismo tiempo, las subas de precios avalan las posiciones alcistas, lo cual incentiva a más inversores a comprar, generando un proceso autosostenido de subas de precios y expectativas favorables sobre el activo en cuestión. 

Aplicando las estrategias de momentum. Resulta fundamental tener bien en claro los plazos en los cuales se operan las estrategias de momentum. Los datos demuestran que en general, estas estrategias suelen ser bastante rentables para períodos medios de tiempo, aunque resulta conveniente evitarlas en operaciones de plazos demasiado cortos o largos.

En plazos de 3, 6, 9 o 12 meses, las estrategias de momentum muestran notable efectividad. En cambio, cuando los plazos son de un mes o menos, los movimientos de precios suelen revertirse rápidamente. En el mismo sentido, no se observa validez para las estrategias de momentum en períodos de 3 años o más.

Otro punto importante es combinar mometum absoluto y momentum relativo. El momentum absoluto hace referencia a los retornos del activo en cuestión, mientras que el momentum relativo compara el retorno del activo con el retorno del índice de referencia o con algún otro indicador que mida los retornos de esa clase de activos. Cuando los precios muestran momentum positivo tanto en términos absolutos como en términos relativos, entonces la estrategia tiende a ser más efectiva.

Muchos operadores por momentum incorporan también medidas de volatilidad a la toma de decisiones: si tenemos dos activos con el mismo momentum, conviene elegir el de menor volatilidad, ya que en este caso podremos obtener una mejor combinación entre riesgo y retorno para la posición.

También es importante evitar los gaps de precios. Los inversores de momentum generalmente buscan activos que muestren tendencias continuas y estables al alza. Si buena parte de la ganancia de precios en el período proviene de un movimiento abrupto e instantáneo, esto puede estar relacionado con un evento en particular y no con una tendencia de precios a mediano plazo.

A la hora de operar con estrategias de momentum, algunos operadores suelen incorporar también variables fundamentales. No solo se puede observar las tendencias de precios, sino también por ejemplo las estimaciones de ganancias para una compañía. Si el precio del activo está al alza, y los analistas están incrementando sus estimaciones de resultados para la empresa, esto indicaría que la suba de precios está sustentada por variables fundamentales que hacen a la fortaleza del negocio detrás de la acción.

*Esta columna fue publicada originalmente en Sala de Inversión.