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De la sala de clases a YouTube
Vie, 27/02/2015 - 15:01

Daniela Arce Valiente

¡¿Mandona?!: supéralo, tu jefa tiene opinión
Daniela Arce Valiente

Daniela Arce Valiente es Sub Editora del sitio MBA & Educación Ejecutiva.

Hoy casi todo se puede aprender en la web. Un claro ejemplo son los tutoriales que dan lecciones para hacer cualquier cosa, desde una tarea muy tradicional, como hacer un nudo de corbata o preparar cupcakes, hasta lo más excéntrico, como hacer un ventilador USB o billeteras con paquetes de snacks, y ya no sólo es sobre el ámbito informático. Los videos educativos están teniendo cada vez más popularidad y los profesores se están dando cuenta de que es una excelente vitrina para darse a conocer y compartir conocimiento. No me refiero a los MOOC (Massive Open Online Courses) ni a los de modalidad blended, programas a distancia que incluyen clases vía internet como algunas sesiones presenciales, o a los cursos online que ofrecen las universidades y escuelas de negocios. Esto es algo más genuino, aparentemente nacido del placer por enseñar y compartir.

Quizá la tendencia va de la mano con un cambio de comportamiento entre los usuarios, cada vez más habituados a recurrir a la tecnología para satisfacer sus múltiples necesidades, y a una mayor penetración de internet. Según la Unión Internacional de Telecomunicaciones-UIT, a fines de 2014 el número de usuarios de internet en todo el mundo alcanzará casi los 3.000 millones. Casi un tercio (31%) de los hogares en países en desarrollo estará conectado a internet, mientras en los países desarrollados será el 78%.

A su vez, este nuevo comportamiento se liga con dos de las cinco principales tendencias educativas para los próximos cinco años que se mencionaron en el Seminario de Educación Superior Online de Management de la Online Business School OBS, realizado el 16 y 17 de octubre de 2014, en Barcelona: la democratización del conocimiento -el estudiante accede al conocimiento desde cualquier lugar y dispositivo-, y los alumnos creadores de contenidos -ya no sólo consumen.

Es bajo estas circunstancias que aterrizan con más fuerza en nuestras redes sociales los videos educativos, un valioso material ya despojado de la seriedad que abunda en la mayor parte de las salas de clases. Son entretenidos. Si bien es cierto que se requiere desplante ante la cámara, a veces el deseo de aprender de los estudiantes ante un tema es tal, que no importa mucho cuán desenvuelto es quien está frente a cámara.

Puede ser curiosidad en un primer momento, pero luego de varias vistas, los usuarios terminan por cautivarse con esta forma de aprendizaje, que parece tan accesible, cercana y sencilla. A fin de cuentas, es cuestión de prender el computador, buscar un asunto que se quiera aprender y hacer clic en el player.

Debido a este incremento es que la academia ha comenzado a sacarse la corbata, arremangarse la camisa y a integrar a sus principales docentes en este gran nicho. Un ejemplo es el profesor colombiano de matemáticas Julio Ríos, quien graba sus clases para subirlas a su canal de YouTube "Julioprofe", los que se pueden encontrar también en su blog, perfil de Facebook y Twitter. La popularidad es tal que recibe mensajes desde países como Rusia, Japón, Australia, Angola, Italia y España, entre muchos otros parajes, porque la lista es mucho más extensa. Otro ejemplo viene de España, donde el ingeniero David Calle lanzó en 2012 Unicoos, en Youtube, con lecciones de matemática, física y química.

A mí particularmente me ha llamado la atención la iniciativa del canal de videos educativos de YouTube, pensada especialmente para el público latinoamericano, YouTubeEdu, que se lanzó en agosto de 2014 y que alberga 22.500 videos generados en México y América Latina. Esta versión, que se inspiró en Google Scholar, reúne contenido de cualquier usuario, siempre y cuando sea educativo. Este es otro gran ejemplo de lo que se está manifestando en América Latina con fuerza, una tendencia que ayudará a democratizar más la educación.

Y si pensamos en la generación “C”, siempre conectados sin importar la edad, podríamos decir que no se tratará de una tendencia que pase sin pena ni gloria. Al contrario, sobrevivirá y evolucionará de la mano de chicos ultra conectados, latinoamericanos que sientan a YouTube, por ejemplo, como su comunidad. Por eso, si eres profesor o estás estudiando pedagogía, te aconsejo que comiences a sacar también, alas de actor. Los profesores virtuales son y serán una de las maneras más atractivas de aprender.