La legislación chilena establece que las empresas que cuenten con 20 o más trabajadoras deben cubrir el servicio de sala cuna para sus hijos menores de dos años. En nuestro país, el costo de sala cuna se estima en 150 mil pesos mensuales (cerca de US$300) por trabajadora y más del 90% de las compañías no cuentan con tal cifra de mujeres contratadas, según lo indica la Dirección del Trabajo.

Cabe destacar que esta normativa ha generado un sistema en virtud del cual el costo de la maternidad está asociado exclusivamente a la mujer, desincentivando así  su contratación.

En este escenario, no es de extrañar que la participación laboral femenina en nuestro país haya crecido sólo 11,3 puntos porcentuales en los últimos diez años, llegando al 48% en el 2011. Esta cifra dista mucho del 65% que promedian los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE). Chile no alcanzará el nivel de los países desarrollados mientras no aumente el número de mujeres que ingrese al mundo laboral.

Por otra parte, la legislación relaciona este beneficio que entregan las empresas a la mujer y no a ambos padres. Si esto se extendiera a los hombres con hijos, disminuiría considerablemente la discriminación al momento de contratar mujeres.

El derecho universal de sala cuna tiene por objetivo lograr la entrega de protección y una educación profesional y de calidad para todos los hijos de padres insertos en el mundo laboral en sus primeros años de vida. Como sociedad, debemos considerarlo como un derecho otorgado a los niños, que son el futuro de Chile, y no como un beneficio para los padres.

La última encuesta laboral (ENCLA) señala que del total de las empresas que deben entregar o costear el beneficio de sala cuna, 36% de las compañías no cumple con su obligación. Esta cifra se eleva a un 78% en la pequeña empresa. Para asegurar que las empresas efectivamente cumplan con su obligación es fundamental realizar buena fiscalización de parte del Estado.

Ahora que los ministerios del Trabajo, Servicio Nacional de la Mujer, Economía y algunos parlamentarios están estudiando diversas fórmulas para modificar el artículo 203 del Código del Trabajo, creemos que es primordial que éste contemple la importancia de la temprana educación a través de la formación preescolar. Para masificar esta utilización por parte de las empresas es fundamental contar con esquemas de incentivos fiscales que estimulen su cumplimiento.