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El fin de las sanciones a Irán
Mar, 19/01/2016 - 09:14

José E. Mosquera

La interconexión eléctrica Colombia-Centroamérica
José E. Mosquera

José E. Mosquera es periodista y escritor colombiano. Es columnista de los diarios El Tiempo, El Espectador, Portafolio, El Colombiano, El Mundo, La República, La Patria, El Liberal, El Universal y La Tarde (Colombia), La Nación (Costa Rica), La Prensa, La Estrella de Panamá y El Panamá América (Panamá), El Heraldo (Honduras), Tal Cual (Venezuela) y El Nuevo Diario (República Dominicana), entre otras publicaciones nacionales y extranjera.

El domingo fue un día histórico para Irán, Estados Unidos confirmó el fin de sus sanciones económicas internacionales como resultado del pacto nuclear que firmaron el año pasado, que frenó su carrera nuclear. Un tratado que puso fin a 37 años de enfrentamientos entre las dos naciones. Por ende, una decisión política que abre un nuevo capítulo en sus relaciones diplomáticas y entre Estados Unidos con un eje geoestratégico importante en el mundo islámico. De hecho, las reanudaciones de sus nexos diplomáticos se constituyen en asuntos determinantes en las correlaciones de fuerzas en la geopolítica y en la seguridad del Medio Oriente.

Tanto para el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, como para su homólogo de Irán, Hasan Rohani, es un paso histórico en las relaciones diplomáticas de sus gobiernos, suspendidas desde la caída de Sah Mohammad Reza Pahlavi, en 1979, y el triunfo de la revolución islámica del Ayatolá Jomeini, arquitecto e ideólogo de la teocracia iraní de los chiíes en el mundo islámico.

Para el presidente Obama, la entrada en vigor del acuerdo es un triunfo de la diplomacia sobre el uso de la fuerza para resolver conflictos históricos con enemigos como Teherán. En su alocución, calificó el acuerdo como "un avance histórico conseguido por la vía de la diplomacia y sin tener que recurrir a otra guerra". En su criterio, fue el resultado de una estrategia inteligente, paciente y disciplinada, que permitió frenar la carrera nuclear de Irán.

Entre tanto, para su homólogo Rohani, la entrada en vigencia del compromiso es un nuevo ciclo en la historia de su país. Marca un momento decisivo para su economía y una nueva apertura al mundo. Además, como él afirmó: "Los iraníes tendemos la mano al mundo en señal de paz, dejamos atrás todas las diferencias, sospechas, complot y abrimos un nuevo capítulo en las relaciones de Irán con el mundo".

En su opinión, "el pacto no afecta a ningún país, los amigos están contentos y los rivales no deben de estar preocupados, porque no somos una amenaza para ninguna nación. Somos mensajeros de paz y de seguridad en la región. Todo el mundo está contento con el acuerdo, excepto los sionistas, belicistas, los que provocan las divisiones entre los musulmanes".

El primero en formular reparos fue el primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, quien, además de oponerse, exige drásticas sanciones ante cualquier violación y espera que Estados Unidos compense a Israel por mantener su superioridad militar en la región. Estados Unidos aporta US$3.000 millones, el equivalente a 20% del presupuesto de defensa israelí y ahora tras el acuerdo con Irán el gobierno de Netanyahu espera que Washington se los eleve a US$5.000 millones para garantizar la superioridad tecnológica y militar en el Medio Oriente.

Indudablemente que el acuerdo no significa el fin de las disputas de Irán con los países hostiles a su teocracia como Israel, Arabia Saudita y otros aliados de Estados Unidos en la región, debido a que sus rivalidades son permanentes. Una investigación reciente reveló que el 78% de las élites en el mundo árabe dicen que las discordias entre Irán y los árabes benefician a Israel.

Por eso, Rohani advirtió a los países opositores del acuerdo y sus aliados en la región que Irán está preparado para defender su soberanía. Igualmente respondió a las críticas internas haciendo un llamado a los sectores conservadores a la reconstrucción del país, al decir que "ahora que se han levantado las sanciones y la era de la economía de resistencia, llegó la hora de impulsar el crecimiento económico y la reconstrucción del país".

Uno de los primeros pasos que ha dado Estados Unidos después de levantar las sanciones ha sido anunciar la devolución de US$1.700 millones que había entregado antes de su caída, el Sah para comprar equipamiento militar y el anunció de la venta de una flotilla de aviones a Teherán en los próximos años. El levantamiento de las sanciones a Irán sacuden el mercado petrolero mundial y pondrá más en apuros a países productores como Venezuela, Nigeria y Rusia.

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