Pasar al contenido principal

ES / EN

El futuro del petróleo... o ¿un futuro sin petróleo?
Mar, 22/09/2015 - 09:31

Karelys Abarca

Los controles de precios, miles de años de desatinos
Karelys Abarca

Karelys Abarca es Economista, egresada de la Universidad Central de Venezuela, y Profesora-Investigadora en la Facultad de Economía de esta casa de estudios. Ha sido dos veces Premio Nacional Alberto Adriani, galardón otorgado por el Banco Central de Venezuela y la Fundación Alberto Adriani. Twitter: @karelitabarca

Por mucho tiempo se creyó que la principal fuente de energía no renovable del mundo, el petróleo, podía agotarse y poner en riesgo la sostenibilidad de la economía globalizada. No obstante en la actualidad, la perspectiva es totalmente distinta. Hoy sabemos que las reservas de petróleo son suficientes para mucho tiempo y que las reservas petroleras de Venezuela son las mayores  del mundo, 298 mil millones de barriles, lo que coloca a este país como el propietario de la mayor reserva petrolífera en el planeta, aunque el 75% corresponda a crudo extra pesado.

Según el experto petrolero venezolano Alfredo Toro Hardy, la aparición de nuevas tecnologías de extracción de petróleo extra pesado, amplían las reservas de Venezuela a 504 mil millones de barriles. Todas esas cuantificaciones permiten a los países ser optimistas respecto a la sostenibilidad en el tiempo de esta fuente energética, sin embargo otra amenaza peor se extiende por el mundo, y es el cambio climático, que se desata como consecuencia de los gases de efecto invernadero. Jeffrey Sachs en su libro “Economía para un planeta abarrotado” nos advierte que cada vez que quemamos combustibles fósiles como la gasolina, queroseno, gasóleo de calefacción, carbón y gas natural, emitimos a la atmósfera dióxido de carbono y el efecto invernadero se exacerba, con sus terribles consecuencias sobre la vida.

Por otra parte, la tendencia del mercado mundial es de contracción del precio petrolero, por el significativo incremento de la oferta de este combustible. Los avances en las técnicas extractivas de petróleo han reducido notoriamente los costos de producción del tipo extra  pesado, lo que se combina con el incremento de la competencia  proveniente de países que han generado sobre oferta. Esta situación de disminución de los precios petroleros sólo agrava la crisis de esta fuente de energía. La perspectiva de muchos países petroleros, es la próxima sustitución de esta fuente de energía no renovable por energías alternativas renovables y menos contaminantes, por lo que la oferta petrolera se incrementa a pasos agigantados y los precios tienden a caer progresivamente.

La verdad es que la vida del planeta y el modelo actual de consumo energético de la economía globalizada no es sostenible por tiempo indefinido. En las últimas décadas, la tierra se ha visto sometida por el calentamiento global, las sequías, huracanes, extinción de especies, olas de calor, deshielo y elevación del nivel de los océanos, contaminación ambiental, aumento de enfermedades, alteraciones de la productividad agrícola, alteraciones de la disponibilidad de agua dulce, alteraciones de la química oceánica y efectos que ponen en riesgo la supervivencia de la civilización humana. El detonante de ese proceso de retroalimentación positiva, que crece y expande como una bola de nieve que amenaza aplastarnos, es sin duda el uso de combustibles de origen fósil que catalizan el efecto invernadero.

Afortunadamente para el futuro del planeta, mas no para los países con dependencia a la exportación petrolera, investigaciones de Estados Unidos y Europa están dando pasos agigantados en el desarrollo de energías alternativas sustitutas, que definitivamente amenazan y acortan el futuro del petróleo como energía predominante de la economía mundial. Estas energías alternativas son principalmente la radiación solar directa, las relacionadas a la energía solar indirecta (hidráulica, viento, olas, biomasa, térmica de los océanos), energía geotérmica, la de las mareas y la energía nuclear.

Alfredo Toro Hardy nos indica que el costo de la energía solar ha caído en 85% desde el 2000, mientras que la energía eólica ha reducido su costo en 85% también desde finales de los noventa. Le siguen en reducción dramática de los costos, las energías de la biomasa, la geotérmica y la de las olas. Por otra parte, el Doctor José Luis Cordeiro, experto venezolano investigador de la Singularity University, nos indica que la principal energía alternativa que acorta el futuro del petróleo es la energía solar. La energía solar es probablemente la principal fuente de energía primaria renovable capaz de suplir las necesidades de nuestra civilización.

Existe además un plan energético llevado a cabo por la Unión Europea, llamado “Tercera Revolución Industrial”, que implica la sustitución del 70% de las energías no renovables, por energías renovables no contaminantes para el 2050. Este proyecto contempla la construcción de edificios generadores de energía a través de paneles solares; la utilización de energía proveniente del hidrógeno y la creación de una red eléctrica de amplia extensión para alimentar vehículos eléctricos.

Según un estudio de Shell para un escenario de energía sustentable, la energía solar podría ser la principal fuente de energía en el año 2060. José Luis Cordeiro nos menciona la existencia de la energía solar espacial, que podría utilizarse en nuestro planeta a través de paneles solares ubicados en la Estación Espacial Internacional; en poco tiempo sería posible transmitir esa energía espacial a la tierra a través de microondas o rayos láser, lo que representaría la extinción definitiva de los combustibles de origen fósil.

Los avances tecnológicos y la rapidez con la que se implementan pueden acortar esos horizontes de futuro, también el estado crítico ambiental del planeta que habitamos. De acuerdo a Jeffrey Sachs, las proyecciones de transformación del modelo económico y energético apuntan a un límite de crecimiento al año 2050, sin embargo el grado de deterioro de la tierra y de las condiciones climáticas, presionan a la aceleración de la sustitución de las energías de origen fósil por energías renovables menos contaminantes.

Todo parece indicar que el futuro del petróleo es muy corto y que el futuro del mundo entre el 2030 y 2050 será posible gracias a su sustitución; el planeta para sobrevivir deberá extinguir las formas de energía no renovables como el petróleo, como se extinguieron los dinosaurios a finales del cretácico. En el año 2000, el jeque Yamani de Arabia Saudita dijo una frase con la que estoy totalmente de acuerdo: “la edad de piedra terminó y no por falta de piedras, la edad del petróleo terminará y no por falta de petróleo”. El desarrollo sostenible de los países dependerá de entender oportunamente esa realidad.

Autores