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Fátima El Fihri, fundadora de la primera universidad del mundo
Mié, 18/10/2017 - 13:09

Héctor Casanueva

Europa y las migraciones: una paradoja
Héctor Casanueva

Héctor Casanueva es profesor e investigador en Historia y Prospectiva de la Universidad de Alcalá de Henares, director del Consejo Chileno de Prospectiva y Estrategia y ex embajador de Chile.

La Universidad El Qarawiyyin se encuentra en la ciudad marroquí de Fez, y fue fundada en el año 859 D.C., más de dos siglos antes que la Universidad de Bolonia, la más antigua del mundo occidental, y que Oxford, la más antigua del mundo angloparlante. Salamanca, la más antigua de España e Iberoamérica fue fundada 359 años después. El Qarawiyyin es, según la Unesco, la universidad más antigua del mundo.

Esta fundación pionera es un gran aporte islámico a la formación superior en artes, letras y ciencias. Lo notable a destacar, es que la universidad fue creada por una mujer, Fátima El Fihri, quien junto a su hermana Mariam, dedicaron vida y fortuna a poner en marcha un centro de estudios superiores religiosos y humanistas para jóvenes del mundo árabe, que pronto se transformó en un polo del saber en el que llegaron a estudiar hasta 8.000 alumnos de todas partes de Africa y Europa. El sabio y médico judío nacido en Córdoba, Maimónides, estudioso asimismo del Islam, fue uno de sus profesores, al igual que Mohammed Al-Idrisi, importante geógrafo del siglo XIII. La biblioteca de El Qarawiyyin, que ha sido restaurada recientemente, y abierta a historiadores e investigadores de todo el mundo, alberga 30.000 volúmenes de teología, ciencias, matemáticas, astronomía, y entre ellos, el más antiguo, una copia manuscrita de El Corán.

No es dificil imaginar las dificultades que deben haber encontrado Fátima y Mariam en su empeño, por el papel asignado a las mujeres en esa época, que aún persiste en algunas partes. Pero, según señala la historiadora mexicana Mirtea Elizabeth Acuña Cepeda, en el sitio “Ecos de la Costa”, la formación recibida por ambas, hijas, hermanas y esposas de comerciantes con un amplio conocimiento en negocios y cultura musulmana, les permitió tener un pensamiento abierto y avanzado. Ello, según Acuña, “contradice la idea de que las islámicas se confinaban a la esfera doméstica y no accedían a otras formas de educación y que su contribución a la sociedad estaba restringida”.

Es de suponer, sin embargo, que esta no era una situación generalizada para las mujeres de entonces. Por eso mismo la obra de Fátima y Mariam es una notable muestra, junto a muchas otras que podemos encontrar a lo largo de la historia, de mujeres que con mucho coraje, inteligencia y fuerza de espíritu, han aportado al progreso de la humanidad, y que sin embargo no figuran de manera destacada en los libros ni en las crónicas.

La visibilidad de las mujeres como precursoras de grandes cambios y de hechos relevantes sigue siendo un tema pendiente. Mucho se ha avanzado, especialmente en el mundo occidental, con la incorporación de las mujeres al trabajo y a responsabilidades mayores en diferentes campos, especialmente luego de las dos grandes guerras mundiales. Pero no se puede olvidar que recién en 1732 una mujer, Laura Bassi, pudo acceder por primera vez en el mundo occidental a una cátedra universitaria, en la Universidad de Bolonia. Y es igualmente siginificativo comprobar que en la relación de Wikipedia de 50 personalidades que estudiaron en Bolonia, hay solo una mujer, precisamente Laura Bassi. Cuesta creer que a lo largo de su historia no hayan pasado por sus aulas otras mujeres tanto o más destacadas que algunos de los varones que figuran en esa lista.

Por otra parte, si hacemos el ejercicio de entrar en Google buscando mujeres importantes de la historia, Fátima El Fahri no figura en ninguno de los sitios que se pueden visitar. La única del mundo oriental que figura es Cleopatra, por supuesto, y de ahí saltamos a María Antonieta, Mata Hari y Cocó Chanel, por mencionar algunas, muy respetables sin duda. Esto revela además el desconocimiento y hasta falta de valoración que existe en nuestras sociedades tanto del rol de la mujer en la cultura mundial, como de la civilización árabe en especial.

Fátima El Fahri, mujer pionera, musulmana, estudiosa y fiel seguidora del Islam, que fundó hace 1.158 años la primera universidad del mundo, debe ser reivindicada en nuestra sociedad por su coraje e inteligencia, y porque en esa universidad se produjo un encuentro muy relevante entre la cultura musulmana, cristiana y judaica, expandiendo conocimientos que hasta el día de hoy sirven de base a la investigación científica, a la innovación y al pensamiento humanista.

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