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Guatemala, país del futuro en 1910
Jue, 08/08/2013 - 09:42

Mario Antonio Sandoval

Elecciones en Guatemala: el mapa político entre Patriota y Líder
Mario Antonio Sandoval

Mario Antonio Sandoval Samayoa es periodista, escritor y comunicador social. Es miembro de la Real Academia Guatemalteca de la Lengua, correspondiente a la RAE, y ha sido dos veces presidente de la Asociación de Periodistas. Ha escrito dos libros, varios ensayos y es columnista estable de Prensa Libre (Guatemala).

La entrega de la Orden del Quetzal a la prestigiosa revista estadounidense National Geographic abre la puerta a buscar entre su amplio historial cuándo fue publicado el primer artículo acerca de Guatemala. Fue en 1910, con el título expuesto arriba, y relata la experiencia de un viaje de seis meses por el país, realizado por Edine Frances Tindel, de quien desafortunadamente no tengo datos adicionales.

En las 29 páginas de esa publicación se expresan las descripciones de cómo se veía el país ante los ojos de una viajera cuyos comentarios y relatos son útiles para conocer un siglo más tarde algo de la realidad de “uno de los más encantadores países del mundo” cuando transcurría la mitad la dictadura de Manuel Estrada Cabrera.

Durante seis meses, la autora recorrió Guatemala, y es interesante su resumen de la historia nacional. Señala a la capital como una ciudad con 100 mil habitantes, a La Antigua con 25 mil y a Quetzaltenango con 30 mil, Habla de la plaza de armas, con su estatua de Colón, y de los saludos presentados cada día al presidente por su Guardia de honor, así como de la música de la marimba, con un “curioso sonido metálico, que al ser tocado en público adquiere tonos muy bellos”. El Teatro Colón, dice, fue diseñado copiando la iglesia de La Madeleine, en París, con generosos subsidios del gobierno para permitir la presentación de compañías de Italia, España y México. “Por supuesto, el entretenimiento favorito son las corridas de toros, y hay una buena plaza”.

Describe a la avenida de la Reforma y al templo de Minerva (contiguo al mapa en relieve). De Estrada Cabrera habla bien, claro. Su gobierno es “largo y pacífico” y lo aprueba porque “cree en la educación y hay una escuela pública en cada pueblo”. Se ufana de haber sido la primera mujer en haberse presentado, a su petición, a una sesión del Congreso, “integrado por un diputado por cada 20 mil habitantes”, cuando se aprobó la construcción de un puente sobre el río Suchiate. Estuvo presente el 11 de marzo de 1909 cuando Estrada Cabrera agasajó al contralmirante Swinburn y 30 de sus oficiales, todos del Escuadrón del Pacífico. Señala también cómo los “sopolotes” se encargan de mantener al país y a la ciudad “escrupulosamente limpios”.

Le impresionó la costumbre del regateo y comenta cómo la expresión “leche al pié de la vaca” es literal. Cuando describe a La Antigua, dice: “no sé de ningún lugar que haya visitado, ni siquiera Pompeya, que me haya hecho la profunda impresión que me dio esta ciudad del pasado”. Las ruinas de la Recolección, dice, pertenecen a un sacerdote alemán-estadounidense, con una plantación de café cultivada por él en sus horas libres. Y señala la forma cómo eran bajados de los barcos los pasajeros en el puerto de San José, es decir, en una jaula de metal de la cual eran trasladados de la embarcación a una lancha para llevarlos a la costa. Una de las fotos muestra ese momento, y muestra a una pasajera con los vestidos largos de la época haciendo esa maniobra.

El lago de Atitlán es “incomparable en la belleza y la magnificencia de su escenario” mientras los volcanes son “como centinelas gigantescos que guardan ese tesoro”. En el lago de Izabal y Río Dulce abundan “los cocodrilos y las mantas”.

El artículo tiene referencias al sistema económico del país, las fincas de café y de azúcar, y menciona a Cantel, en Quetzaltenango.

Es interesante analizar sus perspectivas para ver a Guatemala, situada en un área donde el istmo de Panamá y “el maravilloso trabajo en construcción allí”, despierta el interés del mundo. A ella le tocó tres días de “encantador viaje” desde New Orleans para llegar a Puerto Barrios. A 104 años de distancia, es válido analizar si el título de su artículo es aplicable hoy en día.

*Esta columna fue publicada originalmente en PrensaLibre.com

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