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Guatemorfosis
Mar, 20/03/2012 - 09:38

José Raúl González Merlo

La luz de Otto
José Raúl González Merlo

José Raúl González Merlo es catedrático de Finanzas y Economía en la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad Francisco Marroquín (Guatemala). Posee una licenciatura en Administración de Empresas en esta misma casa de estudios superiores y un MBA en Finanzas y Economía de University of Rochester, NY. Actualmente es vicepresidente Financiero de Grupo Progreso y es miembro de la junta directiva del Centro de Investigaciones Económicas Nacionales (CIEN), además de  columnista de opinión en Prensa Libre (Guatemala).

La campaña Guatemorfosis protagonizada por Ricardo Arjona y Pepsi ha sido un éxito. La controversia generada por los virulentos ataques no solo ha puesto la campaña en boca de media Guatemala, sino que ha provocado discusión respecto del cambio de actitud que cada uno de nosotros debemos tener para contribuir a ser parte de la solución en vez de ser parte de los graves problemas nacionales. “El cambio solo empieza si vos cambias” -esa es la invitación que nos hace Arjona-. Una invitación que “ofendió” a personajes que inmediatamente criticaron la campaña.

“Los que tienen que cambiar son los explotadores, los evasores de impuestos, los que no pagan salarios justos… yo no” -dijeron-, zafando bulto. “Que Arjona se vendió a los intereses comerciales de una transnacional” -dijeron otros-. “Con cancioncitas no se cambia la desnutrición infantil” -agregó alguien más-. Expresiones soberbias e intolerantes que denotan total incapacidad para querer y poder ser parte de la solución. Triste realidad, pero esa mentalidad de “cangrejos chapines” constituye el lastre más relevante con el que hay que lidiar para poder prosperar. De ahí que la invitación a cambiar que Arjona y Pepsi nos hacen sea tan relevante.

Por otra parte, los ataques también revelan ese ponzoñoso prejuicio, fundamentado en envidia, contra el legítimo éxito económico. Arjona, indudablemente, es el artista guatemalteco más exitoso de nuestra patria. Una campaña de esta naturaleza, lanzada en otro país habría provocado adhesiones inmediatas. En Guatemala no… Resienten el éxito artístico-profesional y económico del chapín. Les da envidia -de la mala-. Y si se une a una de las empresas más exitosas de América Latina, con sede en Guatemala, ¡peor! Hay un prejuicio de que todo lo empresarial es malo. Las empresas son el enemigo. Se sigue rumiando marxismo; se niegan a abandonar la violencia.

Frente a esa pobre visión del mundo, nos encontramos con otra cara. Representada en cientos de lectores de Prensa Libre que dejaron sus comentarios en el sitio web luego de la publicación de la respuesta de Ricardo Arjona a sus críticos. Guatemaltecos sin complejos, sin resentimientos, sin lastres mentales. Claro que tenemos muchos problemas que no se solucionarán con una cancioncita. Pero son chapines con la actitud y la disposición para hacer algo productivo y positivo; para dar su mejor esfuerzo y sacar adelante a su familia, a su patria, a su país. Si el éxito y la creatividad de Ricardo, con la ayuda de Pepsi, puede motivarnos a no rendirnos frente a ese negativismo estéril, ¡enhorabuena! Personajes “intelectuales” con mentalidad destructiva, que nos recuerde todo lo malo que tenemos, sobran. Pero Guatemala también tiene cosas lindas y buenas que, de vez en cuando, es bueno resaltar. No tiene nada de malo.

Felicitaciones al artista. Felicitaciones a la empresa. Es buscando la unidad y el positivismo que progresaremos. La campaña logró su objetivo y más. Ahora, de regreso a la realidad: a trabajar y producir para crear un mejor país. “El cambio solo empieza si vos cambiás”.

*Esta columna fue publicada originalmente en PrensaLibre.com.

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