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John Kasich, el verdadero ganador de New Hampshire
Jue, 11/02/2016 - 08:23

Ines Pohl

Las poderosas lágrimas de Obama
Ines Pohl

Ines Pohl es corresponsal de DW en Washington.

En las elecciones primarias en el estado de New Hampshire se confirmaron varios pronósticos. En el bando de los republicanos, arrasó el multimillonario Donald Trump, del lado de los demócratas, el senador Bernie Sanders. Marco Rubio, que durante corto tiempo fue el portador de esperanza de los republicanos, no logró recuperarse de su desastrosa aparición en el último debate republicano el fin de semana pasado, algo que también habían predicho los demoscopistas.

¿Y qué hay de Jeb Bush? Finalmente valieron la pena los millones de dólares que invirtió en el pequeño, pero estratégicamente importante estado de Nueva Inglaterra. Después de todo, obtuvo un once por ciento de los votos. Este resultado probablemente le asegurará en las próximas semanas suficiente apoyo para financiar las elecciones presidenciales, una competencia absurdamente cara.

Hillary no se dará por vencida. Si bien Hillary Clinton tuvo que reconocer su derrota, su fuerte discurso tras las elecciones puso una vez más de manifiesto que no está dispuesta a darse por vencida. Está lista para luchar, y tradicionalmente los Clintons cuentan con el respaldo decisivo de los norteamericanos de origen africano y latinoamericano en aquellos estados en los que se celebrarán las próximas elecciones primarias. Los gestos y las palabras de Hillary expresaron su fe y confianza en que ya no habrá más victorias para Sanders.

¿Eso fue todo? ¿No hubo nada nuevo en New Hampshire? ¿Acaso solo se confirmó que en esta primera fase de la campaña electoral salen ganando aquellos que arremeten contra el establishment? ¿Por ejemplo, candidatos que le echan la culpa de todo a Washington y anuncian grandes planes y promesas sin presentar programas realistas para cumplirlas?

Sí, de no ser por John Kasich, el verdadero ganador de las primarias. Hasta ahora, el candidato republicano apenas había logrado hacerse escuchar con su argumentación intelectual y precisa. Esto cambió de un golpe tras las elecciones en New Hampshire. Ahora las cámaras apuntan hacia él.

Ataques no conocen límites. Si Kasich logra defender su segundo lugar en las próximas elecciones en Carolina del Sur, podría llegarle ese momento del que tantas veces se habla en estas elecciones. Finalmente esto no significaría otra cosa que llamar la atención con noticias positivas, también la atención de los patrocinadores que financian el espectáculo electoral.

Eso lo saben sus competidores. Por ello, solo es una cuestión de tiempo hasta que comiencen los ataques en su contra. En las semanas pasadas, Ted Cruz y Donald Trump demostraron en más de una ocasión que estos ataques no conocen límites.

¿Logrará recuperarse Marco Rubio? ¿O no le quedará otra alternativa al establishment que apoyar a Kasich para impedir la victoria de Trump? Mucho de lo que se decidió en New Hampshire había sido predicho. No así John Kasich. Y esa es una buena noticia.

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