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La cotización del oro y la plata: efectos positivos de la jugada suiza
Lun, 19/01/2015 - 10:50

Ole Hansen

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Ole Hansen

Ole Hansen es vicepresidente de Saxo Bank. Es especialista en la negociación de Futuros, con especial hincapié en Materias Primas. Con anterioridad, trabajó 15 años en Londres, más recientemente para un fondo de cobertura de multiactivos de futuros y divisas donde dirigía el equipo para la ejecución de operaciones.

Una semana de volatilidad excepcional culminó el jueves con la sorprendente jugada del banco central de Suiza. Al quitar el tipo de cambio fijo del franco suizo frente al euro, se desencadenó una increíble demanda de órdenes de compra de la divisa, hasta 40% más que el euro, antes de establecerse nuevamente en una ganancia del 19%. No obstante, para ese entonces, el daño a la confianza del mercado ya estaba hecho y una importante jugada de riesgo alcanzó casi todas las clases de activos, incluso a las materias primas.

Los metales preciosos obtuvieron las mayores ganancias de la semana, con la plata y el oro separándose aún más del continuo aumento del dólar. La jugada suiza fue interpretada como la precursora de la introducción a gran escala del programa de flexibilización cuantitativa por el Banco Central Europeo (BCE) el próximo jueves. Esto, junto con otra impresionante caída del rendimiento de los bonos gubernamenrales, redujo aún más los pronósticos de cómo sería de agresiva la Reserva Federal de Estados Unidos a la hora de aumentar los tipos de interés.

En términos generales, el índice de materias primas de Bloomberg se dirigía a la sexta semana consecutiva de pérdidas, con el índice rondando niveles que no se han visto en los últimos doce años. Los metales industriales, liderados por el cobre, tuvieron su propia mini caída, mientras que el crudo fluctuó casi sin cambios durante la semana, después de otra semana de volatilidad extrema.

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El sector de la agricultura alcanzó el mínimo de tres, ya que las perspectivas de una oferta amplia desencadenaron ventas en los cultivos clave como la soja, el trigo y el maíz. La caída de los precios de la carne a los niveles del mes de septiembre también contribuyó a la caída del sector.

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El cobre se desploma. El cobre se desplomó casi 9% el martes, después de recibir una doble dosis de malas noticias. En primer lugar, tuvimos la ruptura técnica por debajo de los US$6.000 por tonelada en la Bolsa de Metales de Londres, seguida por la rebaja económica mundial por parte del Banco Mundial. El banco mencionó explícitamente la ralentización de China como una de los motivos de esta rebaja. Esto destaca la vulnerabilidad del cobre, ya que más del 40% de la producción mundial termina en China.

La derrota que se vio entre otras materias primas durante los últimos seis meses, inclusive el crudo, el mineral de hierro y algunos productos agropecuarios, ahora alcanzó los metales industriales. Este sector (al igual que el crudo) vio un aumento de los suministros en respuesta a los altos precios que prevalecieron hasta hace unos años.

El oro demandado una vez más, tal y como demandaban los paraísos fiscales. El oro se benefició tanto de los efectos colaterales de la jugada suiza así como de las mayores expectativas de que el próximo jueves el Banco Central Europeo anuncie un programa de flexibilización cuantitativa a gran escala.

Se suma la continua incertidumbre sobre el resultado de las elecciones en Grecia el 25 de enero y la caída del rendimiento de los bonos. El oro está cerca de alcanzar el máximo de cuatro meses.

El SPDR Gold Trust, el fondo negociado en bolsa respaldado por oro más importante a nivel mundial, dijo que el jueves las posesiones aumentaron 1,35% a 717,2 toneladas, el salto más grande en las posesiones desde agosto de 2011. Pero hasta el momento el gran ganador es el cruce XAUEUR, que subió 10% este mes, alcanzando el nivel más alto desde mayo de 2013.

Una vez más, el oro se reconectó con su media móvil de 200 días, donde operó la mayor parte del año pasado. Tras romper el máximo de octubre en US$1.255, solo el retroceso de Fibonacci de 68,2% de la liquidación conducida por el dólar de julio a noviembre en US$1.264 está en el camino de una fluctuación para probar la línea de tendencia de resistencia en 1.300 dólares. El máximo de diciembre en US$1.238 es ahora el nivel de soporte, seguido por US$1.229.

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El crudo experimenta una volatilidad extrema mientras continúa la búsqueda del mínimo. Tras prácticamente alcanzar otro mínimo de cinco años tanto en el crudo Brent como en el crudo WTI a comienzos de la semana, el petróleo estuvo el resto de la semana operando incontroladamente con oscilaciones del 10% en ambas direcciones. Hacia el final de la semana, el precio de ambos crudos fluctuó y se mantuvo sin cambios.

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Las noticias e información contradictoria del mercado significan que la incertidumbre aún no finalizó y, en el momento, el panorama de una recuperación sostenida aún puede hacerse esperar semanas o incluso meses. La OPEC destacó claramente el problema actual del mercado en su informe mensual publicado el jueves. Como consecuencia hubo una menor demanda de crudo de la OPEC este año y a su vez predijo que la caída de los precios del crudo frenará el crecimiento de la oferta de EE.UU.

El cartel estima una caída de la demanda de crudo en el 2015 a 28,8 millones de barriles al día, 100.000 barriles menos que el mes pasado. Esto destaca claramente la obsesión actual del mercado por enfocarse en la sobreoferta con la OPEC sola, según sus propias proyecciones, produciendo al menos un millón de barriles al día más de lo que el mercado mundial necesita.

Poner todos los huevos en la misma cesta y esperar una disminución en la producción de crudo de EE.UU. es un juego muy riesgoso a esta altura. La producción de EE.UU. recién subió al nivel más alto desde al menos 1983. Esto sucedió en un momento en que las plataformas petroleras de EE.UU. se redujeron en 12%. Mientras que esto demuestra que los productores marginales están recibiendo el golpe de la caída, aún veremos un impacto mayor en la capacidad para producir de los productores de esquistos butaminosos de EE.UU.

No todas son malas noticias. China, el importador de crudo más importante del mundo, aumentó las importaciones en casi un millón de barriles al día durante el mes de diciembre, mientras continúa aprovechando los precios más bajos para incrementar sus reservas estratégicas.

La Agencia Internacional de Energía (AIE) en su informe mensual publicado el viernes fue un tanto más optimista al pronosticar que una ralentización en el crecimiento fuera de la OPEC desencadenaría un aumento de la demanda de la OPEC. La declaración también decía: "La recuperación del precio, salvo dificultades importantes, puede no ser inminente, pero las señales indican que la marea cambiará".

La importante ronda de flexibilización cuantitativa por el Banco Central Europeo la próxima semana también puede hacer subir las expectativas de una recuperación más rápida del crecimiento y, por lo tanto, de la demanda en Europa. Esta expectativa también ha ayudado a levantar el crudo Brent por encima del precio del crudo WTI, después de que operó a un precio menor por tercera vez desde 2010. En ese entonces, la mayor producción de EE.UU., junto con una infraestructura que no alcanzaba para transportar el crudo, desencadenaron el aumento de los inventarios en lugares incorrectos y la dislocación entre los dos referenciales mundiales.

¿Hacia dónde nos dirigimos? Esta semana, uno de los bancos de inversión más importantes efectuó una compra muy audaz, ya que vio la posibilidad de que el precio del crudo Brent al final del 1T sea de US$31 el barril. El razonamiento es el continuo fracaso de los productores para responder al aumento de los insumos; y estamos de acuerdo con que, a pesar de que el crudo fácilmente podría recuperarse, en términos generales la tendencia se mantiene bajista y actualmente es muy difícil de escapar.

El precio objetivo actual a la baja se está enfocando en los mínimos alcanzados a finales de 2008, causado por el colapso de la demanda tras la crisis de Lehman ese año. En aquel entonces, el crudo WTI había alcanzado un mínimo de US$32,40, mientras que el mínimo del crudo Brent era algo mayor a US$36, antes de la recuperación en forma de V.

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