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La culpa no es del jefe: ¿las empresas los especializan?
Vie, 25/11/2011 - 10:27

Thierry Guihard

Tres claves para motivar y crear valor en las empresas
Thierry Guihard

Thierry Guihard estudió Ingeniería Comercial en ESLSCA de París y se especializó en MBA en Marketing en Burdeos. Ha trabajado 15 años en Sodexo. Esta experiencia lo llevó a trabajar en México, España y países de Europa del Este. Llegó a Chile en 2008, a trabajar en Sodexo Soluciones de Motivación, donde es su director general.

Seis de cada diez chilenos dicen no estar satisfechos con el estilo de liderazgo de su jefe. Esto lo demostró un reciente estudio de la Universidad Adolfo Ibáñez y la consultora Visión Humana. La misma proporción de encuestados admite que un “buen jefe” es fundamental para que los colaboradores se sientan comprometidos con su trabajo.

Para las empresas, no se trata de un asunto radicado en las relaciones humanas: un ambiente laboral armónico y motivado puede marcar la diferencia para el éxito de la compañía y evita la fuga de los colaboradores más talentosos.

Lo cierto es que nadie nace siendo jefe y ocupar un cargo jerárquico puede ser más complicado que desempeñarse como subordinado. De hecho, las responsabilidades, en última instancia, son del jefe.

En general, muy pocas empresas proporcionan a las jefaturas las herramientas que les permitan ser buenos jefes y jefas, que sean capaces de unir a las personas de la organización y hacer que se sientan identificados con ella.

Es fundamental que las jefaturas sean objetivas, que den instrucciones claras a su equipo y mantengan una comunicación fluida con sus subordinados. Cuando los jefes respetan las opiniones de terceros y valoran sus puntos de vista, las personas aumentan su motivación y rendimiento laboral. Está comprobado que es preciso valorar a las personas para crear valor.

Los resultados económicos de las empresas son objetivos. Muchas de las que más ganancias obtienen también son las más valoradas para ingresar y permanecer en ellas, justamente por el alto grado de motivación y compromiso que estimulan en cada colaborador. De ahí que urge que las empresas especialicen a las jefaturas en la gestión de la excelencia de sus colaboradores. Saber reconocer la labor de las personas o de los equipos es fundamental, ya sea en público o en forma material.

En la compañía que dirijo nos preguntamos qué podíamos hacer para contribuir a la gestión de la excelencia y del reconocimiento. Así nació un set didáctico, que lo aplicarnos a nosotros mismos y comprobamos que funciona. Lo bautizamos como “ReconoSER”.

Efectivamente, se trata del primer programa de este tipo en Chile que busca premiar la excelencia de los trabajadores por parte de jefaturas directas. Incluye premios monetarios,  tardes libres y reconocimiento público. Es una innovación y a la vez un llamado a las empresas a apoyarse en un instrumento metodológico de motivación de las personas.

La mala fama de los jefes en nuestro país debe llamarnos a tomar medidas de fondo. Es responsabilidad de las organizaciones enseñarles a ser buenos líderes. Por más que uno tenga al mejor jefe del mundo, si éste no tiene las herramientas suficientes para mantener a los empleados contentos, ellos buscarán nuevos trabajos y la rotación de personal será inevitable.

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