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La interconexión eléctrica Colombia-Centroamérica
Vie, 14/11/2014 - 09:59

José E. Mosquera

La interconexión eléctrica Colombia-Centroamérica
José E. Mosquera

José E. Mosquera es periodista y escritor colombiano. Es columnista de los diarios El Tiempo, El Espectador, Portafolio, El Colombiano, El Mundo, La República, La Patria, El Liberal, El Universal y La Tarde (Colombia), La Nación (Costa Rica), La Prensa, La Estrella de Panamá y El Panamá América (Panamá), El Heraldo (Honduras), Tal Cual (Venezuela) y El Nuevo Diario (República Dominicana), entre otras publicaciones nacionales y extranjera.

En la pasada Cumbre de los Presidentes de Colombia y Panamá, en ciudad de Panamá, más allá del pedido de extradición de la ex directora del Departamento de Seguridad de Colombia, María del Pilar Hurtado, uno de los temas prioritarios de la agenda bilateral fue la interconexión eléctrica colombo-panameña.

Proyecto que fue descartado por falta de recursos el año pasado por el gobierno del ex presidente panameño Ricardo Martinelli, pero que los gobiernos de Juan Manuel Santos y Juan Carlos Varela reactivaron. Un proyecto que será ejecutado por el consorcio Interconexión Colombia-Panamá-ICP, integrado por Interconexión Eléctrica (ISA) en la parte colombiana, y la Empresa de Transmisión Eléctrica (Etesa) de Panamá. La empresa colombiana aportará 50% del valor del proyecto, mientras que su similar panameña asumirá el otro 50% para una inversión de US$450 millones.

El año pasado fueron actualizados los estudios ambientales y de diseño. Se espera que la Agencia Nacional de Licencias Ambientales de Colombia apruebe el corredor ambiental por donde construirá el trazado de la línea que entrará en operaciones a mediado del 2018.

El Plan de Interconexión Eléctrica entre Colombia y Panamá hace parte del macro proyecto de unión energética de México-América Central y Colombia, uno de los proyectos de desarrollo energéticos más importantes y ambiciosos en América Latina. Un tema que se estudió en la octava Cumbre de Presidentes de los países Centroamericanos que se celebró hace ocho años, en Tuxtla (México), donde se admitió a Colombia como miembro del Plan Puebla-Panamá y se puso sobre el tapete la importancia de la integración energética entre Centroamérica y Colombia como un paso trascendental en la integración de la infraestructura energética entre los países del centro y el sur del continente.

El Plan Puebla-Panamá-Bogotá tiene como fin la cooperación para el desarrollo y el fortalecimiento de la integración económica, comercial y energética de México, Guatemala, Belice, El Salvador, Honduras, Nicaragua, Costa Rica, Panamá y Colombia. Un corredor de desarrollo que inicialmente se extendía desde el Estado central mexicano de Puebla, los nueve Estados del sureste mexicano y los nueve países Centroamericanos que conforman el territorio de mesoamericano; una región con más de 65 millones de habitantes.

Pero a partir del ingreso de Colombia en 2006, se rebautizo cómo Plan Puebla-Panamá-Bogotá y, desde luego, adquirió una nueva dimensión, especialmente en relación con el Plan de Integración Energética Mesoamericana. Un plan diseñando hace más de tres decenios con el fin de consolidar el Sistema de Interconexión Eléctrica Centroamericana (Siepac) que unifica los mercados eléctricos de los países de América Central.

El Siepac une los sistemas eléctricos centroamericanos a través de una línea de transmisión de 300 megavatios, que se extiende en una longitud de 1.790 kilómetros de redes, incluyendo 15 estaciones desde Guatemala hasta Panamá, y regulado dentro de un marco normativo del mercado eléctrico centroamericano.

De manera que el proyecto de interconexión eléctrica entre Colombia y Panamá hace parte de una estrategia regional que unirá una gran línea de transmisión de 2.500 kilómetros desde México hasta Colombia, proyecto que tiene dos grandes etapas. La primera, una red de transmisión que une a los mercados energéticos de México y Guatemala con la construcción de una línea de 103 kilómetros, 32 en México y 71 en Guatemala, de 400kv con una subestación en México y dos en Guatemala. La otra entre Colombia y Panamá, donde se construirá una línea de transmisión de 600 kilómetros, 340 km en Colombia, 260 km en Panamá. Línea que partirá desde la subestación de Cerromatoso (Colombia) hasta la subestación de Panamá II, en la provincia del Darién panameño.

Para Colombia su ingreso al Plan Puebla fue un paso fundamental en su integración económica y comercial con el mercado centroamericano de 146 millones de habitantes, cuya mayoría de los países afrontan serias deficiencias en el suministro de energía eléctrica y este macro proyecto busca suplir aquellas falencias. Por lo tanto, la construcción en Colombia, en el departamento de Antioquia de la central hidroeléctrica Pescadero-Ituango, es un complejo energético que va a ser clave para la exportación de energía eléctrica hacia el mercado centroamericano.

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