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La ola de cambios que nos traen las energías alternativas
Lun, 20/03/2017 - 09:24

Karelys Abarca

Los controles de precios, miles de años de desatinos
Karelys Abarca

Karelys Abarca es Economista, egresada de la Universidad Central de Venezuela, y Profesora-Investigadora en la Facultad de Economía de esta casa de estudios. Ha sido dos veces Premio Nacional Alberto Adriani, galardón otorgado por el Banco Central de Venezuela y la Fundación Alberto Adriani. Twitter: @karelitabarca

De acuerdo a Tony Seba en su libro Disrupción limpia de la energía y el transporte, para el año 2030 la energía que se genere en el mundo será eólica y solar, además todos los automóviles nuevos serán eléctricos y autónomos. Por lo tanto, las industrias actuales de petróleo, gas natural, carbón, energía nuclear y vehículos a gasolina serán dinosaurios, debido a la ola de cambios que traen las energías alternativas.

Se estima que la energía solar sustituirá a las energías fósiles, debido al crecimiento exponencial de esta industria. Aunque hoy en día sólo un pequeño porcentaje de la energía del mundo es de origen solar, la industria ha mostrado un crecimiento que se duplica cada dos años, lo que haría viable alcanzar el 100% en el 2030.

Del mismo modo como la industria solar ha crecido exponencialmente, los costos de la misma han decrecido exponencialmente: de US$100 por vatio en 1970, a un monto entre uno a tres dólares por vatio. La combinación de producción con crecimiento exponencial (rendimientos crecientes en vez de rendimientos decrecientes) y decrecimiento exponencial de los costos, hacen viable que en el año 2030 las instalaciones solares lleguen a costar menos de un dólar por vatio, incluyendo costos de almacenamiento.

Por otra parte, empresas como Amazon, Apple, Facebook, IBM, Google, entre otras han anunciado que manejarán todas sus operaciones con energías alternativas renovables. Y es que la industria tradicional está dando paso a una nueva etapa de energía y conocimiento basada en la tecnología de información. La base de la riqueza de las naciones en el mundo de hoy es el capital humano innovador, y lo será aún más en el futuro cercano.

La clave para el éxito de las energías alternativas está en la disminución exponencial de los costos y el alto rendimiento de las nuevas tecnologías que convierten, almacenan y transmiten las energías limpias, además de la mejora de software y del modelo de negocio. Mientras el modelo energético tradicional está soportado en grandes centros financieros que ayudan a construir plantas o refinerías en muy pocos lugares del mundo, en el nuevo modelo energético mundial que se perfila para el año 2030, las pequeñas plantas de producción energética estarán distribuidas por todas partes (edificios inteligentes, plantas pequeñas en comunidades) y podrán ser fácilmente financiadas por todos.

La disrupción limpia de las energías alternativas permitirá la oferta de energía abundante, de muy bajo costo y de producción participativa, a diferencia del modelo energético actual basado en la escasez y los monopolios. La disrupción limpia será rápida y posiblemente se habrá completado en el año 2030, porque la primera ola de disrupción limpia ya comenzó con la distribución de energía solar y eólica y pronto la segunda ola se habrá desarrollado con la difusión de un modelo de negocio de generación de energía totalmente democrático.

Mientras tanto ya llegó la primera ola de cambios para la industria automotriz tradicional con la aparición de los primeros vehículos eléctricos, la segunda ola será definitiva cuando se imponga en el sector automotriz los vehículos autónomos. El mundo de la energía y del transporte en un futuro muy cercano, no sólo hará sostenible la vida en el planeta, sino que será de muy bajo costo y accesible para mucha gente que hoy no posee fuentes de hidrocarburos.

La energía solar y eólica cambiarán el mundo de la energía y el transporte de manera inimaginable, tal como las cámaras digitales y los teléfonos inteligentes cambiaron el mundo de las fotografías sin que nos diésemos cuenta. Con la construcción de edificios inteligentes con paneles solares en el techo, el costo marginal de cada unidad adicional de energía demandada será cero, porque el sol es gratis y cada vez llega con más intensidad a la tierra por el deterioro de la capa de ozono. En el futuro, encender una luz no significará quemar ningún combustible ni agotar una fuente de agua, así como encender un vehículo no significará convertirse en un generador de gases de efecto invernadero.

La ola de cambios de la energía y del transporte de acuerdo a Tony Seba está basada principalmente en tres tecnologías, la energía solar, los automóviles eléctricos y los automóviles autónomos. La energía solar se encuentra constantemente sustituyendo la eficiencia en costos de otras formas de energía, a tal punto que ya es más barata que la energía nuclear y en algunos lugares del mundo ha bajado los costos de electricidad más de 40%.

Mientras tanto, los vehículos eléctricos han resultado ser más rápidos y seguros que los de gasolina, además de ser más baratos en mantenimiento. Por lo tanto, se espera que para el año 2030, los vehículos tradicionales estén en absoluta obsolescencia en comparación con los vehículos eléctricos. En la segunda ola disruptiva de los vehículos eléctricos se espera incluso que los vehículos autónomos lleguen a ser mejores que los conducidos por personas.

Los vehículos autónomos se potenciarán con las tecnologías de inteligencia artificial y comunicaciones inalámbricas de banda ancha. Como los automóviles autónomos serán prácticamente computadores móviles, se beneficiarán de todos los avances informáticos y telecomunicaciones que surjan. Y así como las personas ya no sólo quieren demandar contenido, sino también crearlo y compartirlo a través de las redes sociales, igual desearán tener pleno acceso a la generación de energía, eligiendo donde quieren recibirla, por lo que los nodos de producción de energía solar serán cada vez más pequeños, interconectados e inteligentes.

En el libro El ala del silencio, de Eleodoro Ventocilla, leí una metáfora que puede aplicarse a este caso: cuando estamos en un mar agitado y las olas son muy grandes, es preferible nadar hacia ellas que hacia la orilla, y cuando la ola está muy cerca hay que concentrarse en ella para que no te ahogue. De igual manera, debemos estar conscientes que este futuro está muy cerca, por lo que debemos concentrarnos en las olas de cambios, nadar hacia ellas y encararlas, en vez de tratar de escapar y que nos ahogue su fuerza avasallante.

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