En mayo pasado, la Unión de Libertades Civiles (Aclu) instó al gobierno de Estados Unidos a investigar por qué no se contratan más mujeres directoras en el cine y la televisión, denunciando discriminación y exclusión dentro de la industria.

Esta queja ahora adquiere una nueva arista, luego de conocerse que Meryl Streep apoyó económicamente el programa “Writers Lab”, iniciativa de New York Women in Film & Televition (Nywift), que seleccionará a ocho mujeres guionistas mayores de 40 años para que se reúnan del 18 al 20 de septiembre con mentores de la industria.

La idea busca ser un trampolín para sus carreras, tomando en consideración su edad y sexo, que tiene -por cierto- tan pocas oportunidades de visibilidad en la industria.

Si bien la iniciativa apoyará a mujeres estadounidenses o residentes permanentes, es una medida orientada a que la brecha de género disminuya, en este caso en la industria del cine y televisión.

No es novedad la ausencia femenina en ese rubro, pero tampoco lo son las dificultades que viven hombres y mujeres en el mundo ejecutivo una vez que superan que los 40 años. Puede que esta edad no sea percibida, en general, como limitante a nivel profesional, pero las cifras y testimonios dicen otra cosa.

Al menos, según se puede leer en varios reportes de bolsas de empleo, este grupo etario atraviesa una serie de dificultades a la hora de reinsertarse en alguna compañía o seguir desarrollándose en la empresa. Incluso, se habla de discriminación laboral desde los 35 años.

Algunos medios han denunciado que varias empresas solicitan candidatos bajo la barrera de los treinta y tantos. Lo que deja a los mayores de 40 años en una encrucijada. Ya en 2010 un reporte de ZonaJobs evidenciaba que en América Latina un profesional de 25 años podía postular al 80% de los avisos laborales; uno de 35 al 60%, uno de 45 al 20% y uno de 55 sólo al 5%.

En España también se ha hecho notar este problema. De acuerdo a un informe publicado en 2014 por Adecco en ese país, sólo el 6,6% de las ofertas de empleo se dirigía a mayores de 45 años. Y esto sumado al paro, complica las opciones de hallar una oportunidad.

Pero hace un par de años que este problema consiguió la atención de las empresas, y en América Latina y España se han creado algunas iniciativas. En 2013, Carrefour Argentina presentó el programa “Yo trabajo” con el objetivo de dar oportunidades laborales al citado grupo etario y al año siguiente se lanzó el portal español Plus40net que apoya a los experimentados en la creación de su marca personal, ya sea para desarrollar su propio negocio o buscar empleo.

Si bien no son muchas las ideas, existen. Esto muestra que está el interés de ayudar a este sector, que para salir del desempleo suele barajar el estudio y el emprendimiento. Varios se aventuran estudiando una segunda carrera o una maestría, mientras otros deciden crear una empresa por cuenta propia.

Esperemos que los prejuicios se vayan eliminado y en las empresas exista la intención de reinsertar a empleados competentes y experimentados. Al menos algo es seguro: si las organizaciones no saben aprovechar este talento, ellos sí saben cómo desarrollar su marca personal y seguir contribuyendo a la sociedad.