Con las elecciones del pasado domingo, mucho se ha comentado –a través de diferentes teorías- acerca de la victoria de la Concertación, por los casos de Santiago, Providencia y Ñuñoa, y del significado de la alta abstención producto del voto voluntario. 

Muchos de estos análisis hablan de la baja participación debido a la poca oferta de candidatos y del sistema voluntario del voto, pero tienden a menospreciar la importancia y responsabilidad de los candidatos a convocar y motivar, a realizar campañas de forma distinta y no basarse tanto en la comodidad de la incumbencia -aquellos que estaban en el cargo e iban a reelección- y entender que la desafección cívica de ciertos grupos va más allá de poner palomas en las calles o hacer encuestas de participación para simular las elecciones.

Ahora bien, viendo un análisis más cuantitativo de los resultados de la elección, la Alianza obtuvo 37,5% en la elección de alcaldes (3% menos que en 2008) versus un 43,1% de la Concertación, que aumenta un 4,1% con respecto a 2008 debido a la inclusión del Partido Comunista.

Sin embargo, de las 10 comunas más grandes en población, que son Maipú, Puente Alto, Viña del Mar, La Florida, Antofagasta, Santiago, Valparaíso, Las Condes, Temuco y San Bernardo, la coalición oficialista gana 8.

Un aspecto por destacar es la unidad programática de la Alianza respecto a la Concertación. La decisión del bloque de ir en dos listas, la “Concertación Democrática” y el “Pacto por un Chile Justo”, que tienen visiones diferentes en materias claves en variadas áreas de política pública lo que se ha visto en la discusión entre los diferentes líderes de estos bloques, hace que aparezca la pregunta de por cual proyectos se inclinaría un futuro candidato del pacto, que vislumbra como principal figura a la ex Presidenta Michelle Bachelet. 

Para terminar, es importante que la clase política genere una autocrítica respecto al poder de convocatoria y considere importante la abstención que existió, que si bien está alineada con los promedios de votación de países con voto voluntario como Reino Unido (38,1% de votación) y Colombia (45,3%), no debe conformarse y se deben enfocar en motivar para las próximas elecciones, donde la votación actual demuestra que las principales coaliciones cuentan con un capital electoral importante, lo que hace competitivas de cara a la elección presidencial y parlamentaria del próximo año y que, como se vio en varias comunas en estas municipales, la incertidumbre puede revertir o cambiar un resultado en pocos días y dar una sorpresa.