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Los ETFs de bonos emergentes más atractivos para invertir
Mar, 07/10/2014 - 10:32

Gustavo Neffa

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Gustavo Neffa

Gustavo Neffa es Socio-Director de Research For Traders.

En un contexto en el que los tipos de interés se sitúan en mínimos históricos, los inversores salen a la caza de oportunidades. Los inversores también se van diversificando en otros activos considerados poco tradicionales, como una forma de darle a sus inversiones un perfil algo más arriesgado.

Aunque invertir en bonos de países emergentes ha ofrecido siempre tasas más altas, también requiere mucho cuidado. En esa búsqueda incesante es importante tener en cuenta los factores de riesgo asociados con cualquier inversión.

Un factor muy importante es en qué divisa se realizan. Normalmente se invierte en bonos de mercados emergentes en dólares, a través de emisiones denominadas Eurobonds, es decir emisiones de una compañía o de un gobierno en otra divisa distinta a la del país de origen.

Pero también se puede invertir en bonos en divisas domésticas, que se han ido ampliando y masificando a medida que los mercados emergentes conseguían mayor estabilidad en sus fundamentales, especialmente en los crecientes niveles de reservas internacionales, necesarias para que un gobierno pueda estabilizar la divisa en caso de ataque especulativo o de una complicada coyuntura de mercados globales.

Suponiendo que decidimos invertir en bonos de compañías y/o países emergentes en dólares, la liquidez pasa a ser otra de las preocupaciones, ya que no es la misma que en el mercado de emisiones de bonos estadounidenses o de bonos de otros países de alta calidad crediticia.

A este escenario hay que sumar el riesgo de que, en muchos países, otro de los problemas fundamentales es la indivisibilidad de algunas emisiones, es decir, compras mínimas que en muchos casos son de 100.000 nominales, o en el caso de compañías brasileñas o rusas por ejemplo de 200.000 nominales. Es decir, que se necesitan más de US$200.000 para un bono emergente que se encuentra sobre la par. Una cantidad que supone una cantidad bastante alta para un inversor minorista.

Cómo y dónde invertir en este mercado. A parte de los fondos tradicionales de inversión especializados, los ETFs o fondos cotizados han sido la mejor forma, eficiente y barata de acceder a este tipo de inversiones. El gasto de administración es bastante más bajo en relación a la cantidad de activos bajo gestión, y la liquidez permite un acceso rápido tanto de entrada como de salida, además de poder realizarse durante la sesión de trading. Hay que recordar que los fondos comunes de inversión se suscriben o se rescatan al valor de la cuota parte del cierre del día de la orden de compra o de venta.

Son cinco los ETFs más grandes de bonos de mercados emergentes, todos ellos cotizados en dólares en EE.UU., aunque algunos de ellos también inviertan en bonos en divisas domésticas; pero los tres primeros son exclusivamente de bonos en dólares:

EMB o iShares JPMorgan USD Emerging Markets Bond Fund (EMB): es el índice más famoso y capitalizado del sector, basado sólo en bonos soberanos, con una capitalización bursátil de US$4.400 millones. El EMB tiene exposición a bonos soberanos: las mayores participaciones del EMB corresponden al bono de Rusia 7,50% 2030, algunos cuasi soberanos como Petronas (su segunda tenencia), además de bonos de Polonia, Argentina, Perú y Rumania, entre otros. Tiene un coste de 0,60% anual devengado en forma diaria en la cuota parte, al igual que todos los demás ETFs. Lo administra Blackrock.

PCY o PowerShares Emerging Markets Sovereign Debt Portfolio (PCY). El PCY cuenta con bonos algo más exóticos. Con un coste de administración algo más bajo, sus principales tenencias se reparten en bonos de duration media y larga de Rumania, Latvia, el Salvador, Turquí y Perú, entre otros. Es uno de los más rendidores este año (junto con el FTCS).

EMLC o Market Vectors Emerging Markets Local Currency Bond ETF (EMLC): El EMLC tiene una cartera agresiva, de bonos tanto soberanos como corporativos, que posee un rendimiento interesante pero un recorrido de largo plazo bajo. Este ETF tiene ponderación en bonos de Chile en 5,50% 2020, la emisión 2015 de RusHydro (una empresa hidroeléctrica de Rusia), seguido de los bonos del gobierno de Polonia, el Banco Interamericano de Desarrollo (IADB), Banco do Brasil, bonos de Nigeria, entre otros. Su rendimiento se ha situado por debajo de su benchmark en los últimos años.

Entre los ETFs en divisa local se encuentran estas dos alternativas:

*ELD o Local Debt Fund WisdomTree Emerging Markets (ELD): con un coste de 0,55% anual, este fondo se basa en emisiones de empresas como deuda soberana pero exclusivamente en divisa local o de origen. Sus mayores tenencias se concentran en bonos de Malasia 2022 y 2019, Zero Coupon de la Tesorería de Brasil en reales al 2016 (y largos al 2023), bonos soberanos de Filipinas al 2021, de Polonia en 2019, Corea del Sur 2023 y Chile 2020 8en pesos chilenos), entre otros.

*LEMB o iShares Emerging Markets Local Currency Bond ETF (LEMB): los rendimientos acumulados suelen diferir mucho en función de la concentración de la cartera. En el acumulado del 2014, dos de ellos presentaban rendimientos negativos, uno relativamente neutro y los otros dos negativos. En algunos casos en los que se invierte en bonos en divisa local, los rendimientos, al ser en dólares, pueden reflejar la depreciación de la divisa en la que están denominados los bonos.

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Los más volátiles son el EMLC y el LEMB, aunque la volatilidad media es de un promedio reciente de entre 5,5% y 7,8%.

El rendimiento por cupones pagados se distribuye en la mayoría de ellos en forma mensual, pero al ser ETFs son distribuidos y toman la forma de dividendos, que son alcanzados por el withholding tax en EE.UU. del 30% en el momento de la percepción, en forma automática, lo que resta su rendimiento por ese concepto.

*Esta columna fue publicada originalmente en Sala de Inversión.es.

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