A sólo días de la implementación definitiva de la Ley de Factura Electrónica Obligatoria para las grandes empresas, comienzan a surgir las primeras dudas sobre su funcionamiento y sobre los pasos a seguir en todo lo que respecta a su administración y a sus herramientas complementarias.

Las empresas que comienzan a trabajar sobre la Ley 20.727 tienen dos obligaciones vitales para el funcionamiento de sus compañías. La primera tiene relación directa con su nombre, ya que la obligatoriedad contempla la emisión de facturas afectas y exentas, nota de crédito, débito, factura de compra y liquidación factura.

Lo segundo, en términos simples, obliga a las empresas a realizar el acuse de recibo - según lo indica la Ley 19.983 de mérito ejecutivo - en papel o de manera electrónica para aquellos documentos emitidos en medios distintos.

La implementación de la factura electrónica es, claramente, una herramienta que mejora la productividad de todas las empresas chilenas, marcando el inicio de esta tendencia, donde las empresas deben comenzar a explorar otras soluciones relacionadas, sustentadas sobre la firma electrónica, que producen los mismos beneficios que la factura electrónica pero en otros ámbitos.

En consecuencia, herramientas como la biometría, firma avanzada y tributaria, y los contratos laborales electrónicos, son aplicaciones que deberán ser implementadas para contar con un óptimo funcionamiento en todos los procesos, permitiendo a las empresas mejorar la operación de los clientes como, también, la gestión y monitoreo del proceso a fin de evitar riesgos.

En este contexto, medidas como la firma electrónica avanzada y tributaria, incluso, han sido impulsadas desde el Ministerio de Economía. Éste último destacó en un informe publicado en 2013, según datos trabajados con empresas que ofrecen el servicio, que entre los años 2011 y 2012, la implementación de esta herramienta habría crecido en un 45% en el país, pasando de 15.500 a 22.500 personas haciendo uso de la herramienta.

Sin duda, el conjunto de soluciones electrónicas será un gran aporte para el mejoramiento de la productividad de las empresas, donde ya se vislumbra la extensión de partida de todo un portafolio que contendrá y soportará todo un mundo de nuevas soluciones electrónicas.