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Obesidad en Latinoamérica, factores detrás del incremento
Jue, 16/08/2012 - 11:05

Alfonso De los Reyes

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Alfonso De los Reyes

Alfonso De los Reyes es ingeniero comercial de la Universidad Adolfo Ibañez (Chile) y Master en Marketing de la misma escuela de negocios. Actualmente dirige la investigación de bebidas alcohólicas y no alcohólicas de Chile, en Euromonitor International.

Entre los años 1995 y 2011 la población obesa mayor a 15 años creció 91%, por lo que 25,61% de los latinoamericanos se pueden catalogar como  obesos.

El panorama es aún peor considerando que las tasas de personas con sobrepeso (no obesas) también se han incrementado mostrando un 9% de variación desde el año 95, manteniéndose relativamente estables desde el año 2005. En total a 2011, el 61,05% de los Latinoamericanos tienen algún grado de sobrepeso.

El año 2011 México (36,9%), Chile (33,1%) y Venezuela  (32,6%) fueron los países con mayor prevalencia de obesidad en la región, lo que contrasta con otros países como Ecuador (13,8%), Argentina (18,5%) y Brasil (19,7%) que poseen índices menores.

De esta gran diferencia, surgen interrogantes acerca de las causas de la obesidad en la región completa y de porqué algunos países poseen una mayor incidencia de este mal.

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Más recursos, más comida chatarra. Desde el año 2000 al 2011, la obesidad en la población mayor a 15 años en Latinoamérica creció a una tasa anual promedio muy similar a la tasa de crecimiento en valor constante de la comida rápida (4,8% y 4,27% respectivamente).  Dos factores ofrecen una explicación para esto:

a) El crecimiento económico de la región se tradujo en un aumento del ingreso disponible que creció a una tasa anual promedio constante de 4,4% impulsando el acceso de las clases más pobres al consumo de comida chatarra. Esto también ha significado que una gran parte de las personas coman fuera de casa, tanto por diversión como por conveniencia. Muchos ejecutivos y jóvenes empleados, por ejemplo, recurren a este tipo de comida por su precio y rapidez.

b) La penetración de cadenas internacionales de comida rápida en la región revitalizó la industria entera registrando un crecimiento anual promedio constante de 7% en este tipo de locales. Las independientes, sin embargo, se movieron a un ritmo en torno al 3%, diferencia que se puede explicar por la ventaja en costos de las cadenas, la realización de actividades de marketing y el posicionamiento en lugares claves.

La incógnita del contenido nutricional de los alimentos envasados. La comida envasada, impulsada por la introducción de marcas internacionales, precios accesibles y fuertes estrategias de marketing, ha ido desplazando la demanda de alimentos frescos popularmente vendidos en ferias.  Además, la migración campo-ciudad y la cada vez mayor densidad urbana, han generado un importante incremento del canal moderno (supermercados e hipermercados) que creció a un ritmo promedio constante de 4,3% desde el 2000 al 2011 versus tan solo 1% del canal tradicional. A raíz de esto, se ha pasado de conocer los ingredientes específicos de cada comida y su propiedad nutricional, a un estado de desconocimiento de los ingredientes, depositando cierta confianza en las marcas.  Dado que gran parte de los alimentos procesados tienen poco valor nutritivo, su consumo frecuente ha contribuido al aumento de peso. Algunos países de Latinoamérica como Chile están legislando para reflejar de manera más clara el contenido nutricional de los alimentos y disminuir la creciente obesidad.

Mujeres se alejan del rol de encargadas de la alimentación familiar. Otros cambios, se están dando por la cada vez mayor participación de la mujer en el trabajo, las cuales han dejado su rol de ama de casa para entrar de lleno al mundo laboral. Si bien los cambios son pequeños, implican cambios profundos en el estereotipo del hogar en que la mujer era la encargada de la alimentación. En el transcurso del 2000 al 2011 el porcentaje de mujeres Latinoamericanas empleadas creció de un 38% a un 41%. Esto ha empujado a comer fuera de casa: muchos niños, por ejemplo, son alimentados en los mismos colegios o a través de una colación que en muchos casos no es nutritiva ni saludable.

El sedentarismo se presenta de varias maneras. Otros factores son los relacionados al consumo de productos electrónicos tales como computadores, que en Latinoamérica han registrado un crecimiento anual promedio de 4% desde el 2000 al 2011 en términos constantes, comparado con el ritmo mundial que creció a un 2,8%.  Lideran Argentina con 12% y Chile con 11,5%.  Los televisores y proyectores por otra parte registraron un crecimiento de 3%, versus la tendencia mundial que muestra una variación promedio de 1,9%. Chile es el líder en televisores con un 24% de crecimiento. Finalmente los videojuegos han crecido a tasas promedio del 13% desde el 2000 al 2011, impactando drásticamente en el estilo de vida de jóvenes y adultos que ahora prefieren entretenerse en casa a realizar actividad física fuera de ella. En algunos países como Chile, las familias adquieren estos productos deliberadamente con el objetivo de sacar a sus hijos de las calles dadas las altas tasas de delincuencia de ciertos sectores. Es posible que este fenómeno también esté ocurriendo en otros países como Venezuela, Brasil o Colombia que poseen índices mayores de delincuencia.

La plaza automotriz en Latinoamérica se ha incrementado enormemente registrando un crecimiento promedio anual de 5,9% desde el año 2000 al 2011. México lidera este ránking con un 7,7% de crecimiento y Argentina y Uruguay vienen a ser los últimos por su alta tasa impositiva con crecimientos de 1,3% y 1,4% respectivamente. Si bien la evolución automotriz refleja progreso, también refleja que el latinoamericano camina menos, impactando directamente en la actividad física.

En general los países con mayores tasas de obesidad reúnen una serie de características que son compartidas en algunos casos, sin embargo, no son suficientes para determinar cuáles son las causas específicas que determinan la obesidad, especialmente en un continente que está experimentando cambios tan profundos como Latinoamérica. Los cambios son más profundos al constatar las diferencias locales en cada país. Por ejemplo Argentina, Brasil y Uruguay poseen una gran parte de la población de origen portugués e italiano, en cambio Chile y el resto de Latinoamérica posee una mayoría de origen español y una minoría indígena lo que también puede determinar la propensión a engordar, otros aspectos tienen que ver con las comidas tradicionales de cada región y su propensión a consumir alimentos internacionales.

Aunque la obesidad ha estado creciendo continuamente a lo largo de los años, solamente hace poco ha cobrado importancia e interés para la población.  Antes la obesidad solamente era considerada como un malestar estético, en cambio ahora se está empezando a asociar a distintos problemas de salud. De esta forma, es ahora cuando distintas empresas van a empezar a preocuparse de generar una oferta diferenciada para las personas con sobrepeso.

Las perspectivas de la obesidad en Latinoamérica no son positivas. Se espera que de aquí al 2016, se registre un crecimiento de 20% de obesos en la población mayor a 15 años, pasando de 25,61% el 2011 a 30,71% el 2016. El sobrepeso se mantendrá constante, sin embargo. Sumando los dos indicadores, se espera que el 2016 un 66% de los Latinoamericanos posean algún grado de sobrepeso, lo que es una cifra muy desesperanzadora. Si bien los gobiernos ya están haciendo esfuerzos para contrarrestar estas cifras, gran parte de la obesidad se explica por razones más profundas que no son posibles de revertir con un cambio de voluntad, tales como el presupuesto familiar o el sedentarismo ocasionado por el trabajo.

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