El Banco de la Reserva Federal de los Estados Unidos (FED) anunció el "fin de la fiesta" o la disminución de estímulos, lo que equivale a control de la emisión de dólares. Esto lo que lleva es a un aumento de la tasa de interés interna en Estados Unidos, una subida del valor de la acciones en Wall Street y un apetito desaforado por dólares. En resumen, en un mercado de oferta y demanda, el "valor" de los dólares aumenta y las monedas nacionales se devalúan.

En un mundo globalizado como el que vivimos, en Colombia esta situación causó inmediatamente la devaluación del peso colombiano, como sucedió con la devaluación de otras monedas nacionales, inclusive el euro que no es ajeno a esta situación.

Como resultado, el precio del dólar en Colombia sufrió una devaluación en los últimos días de casi 9% al pasar de ColP 1880 a ColP 2025, al cerrar septiembre.

¿Esta súbita devaluación irá a seguir? Ojalá lo pudiéramos predecir, pero solo se puede especular diciendo que un dólar en Colombia, con un precio entre 2050 y 2100 pesos colombianos, es una tasa que puede ser normal, pero solo las fuerzas del mercado dictaminarán qué pasa. Por el momento, esta devaluación puede estar un poco reprimida por la traída de dólares que están haciendo las empresas colombianas desde sus cuentas de compensación (cuentas en dólares auditadas por el Banco de la Republica) para cancelar sus impuestos y animadas por una buen tasa de cambio. Pero esta 'importación' de dólares no es infinita, se acabará y entonces la devaluación podría ser mayor.

¿A alguien beneficia esta situación? A exportadores colombianos, una ayuda que necesitaban por lo deprimidas que están nuestras exportaciones este año; también beneficia a los que reciben transferencias en dólares de sus familiares en el exterior; a los que tienen dólares "debajo del colchón" y al gobierno que tendrá que pagar menos subsidio a los exportadores cafeteros, ya que no sólo el precio del café se mantiene por los US$2 la libra, sino que con esta tasa de cambio la carga supera los ColP $700.000, limite acordado por debajo del cual el gobierno subsidia las exportaciones de café.

¿A quién perjudica? A los importadores, a las empresas y particulares con deudas en dólares; al gobierno con su deuda externa en esa divisa; a los que planean viajar a EE.UU. en las próximas vacaciones y a los que fueron al Mundial de Fútbol y permanecen con deudas en dólares. También afecta a los comerciantes que están importando el surtido navideño y deberán modificar sus precios de venta al alza, que al final pagaremos todos los colombianos.

Por último, digamos que quienes quisieran aprovechar este momento para comprar dólares y hacer "un buen negocio", creo que llegaron tarde a la fiesta. Ya que el momento de la devaluación pasó y por ahora habrá movimientos, pero serán más débiles. Digamos en términos coloquiales que en esta fiesta pasamos del reggaetón al vals.