Un palo que simula una escoba, siete jugadores en cancha por equipo, tres aros en cada arco, un balón de volleybal (quaffle), otras tres de gomaespuma (bludger) y una pelota de tenis (snitch) guardada al interior de un calcetín, conforman los elementos de uno de los deportes más populares del mundo mágico de Harry Potter, el quidditch, un juego que no se quedó sólo en la ficción creada por J. K. Rowling, y que desde 2005 ya es una completa realidad en algunos países.

Atrás quedaron esos días cuando pegados a la pantalla del televisor algunos -me incluyo- añorábamos ser un Harry Potter que, asombrado y un poco asustado, jugaba su primer partido de la temporada interescolar, el clásico y esperado encuentro entre Gryffindor contra Slytherin.

El juego consiste básicamente en conseguir puntos con la anotación en los arcos y lograr atrapar la snitch, momento en el cual finaliza el juego. Para lograrlo, existen diversos roles que cumplen los jugadores de los equipos, cuadros que además pueden ser mixtos.

Por una parte están los "buscadores" (1 por equipo), encargados de atrapar la snitch; los "cazadores" (3 por equipo), aquellos que tienen la misión de anotar un "gol" en los aros contrarios con el balón de volleyball o quaffle; los "golpeadores" (2 por equipo), cuya misión es perturbar a los jugadores con las pelotas de gomaespuma o bludger; el "guardián" (1 por equipo), una especie de arquero que impide que el equipo contrario anote en sus aros; "el snitch", personaje que evita que la pelota de tenis que cuelga de su pantalón sea atrapada por uno de los dos equipos, y por último, el árbitro que aplica las reglas y norma el juego.

Actualmente, existen 300 equipos esparcidos por 20 países que participan en torneos internacionales organizados por la Asociación Internacional de Quidditch -fundada en Estados Unidos en 2005-, la que enfrentará ahora a equipos europeos de esta disciplina en un nuevo campeonato que se realizará en Italia, del 24 al 27 de julio de 2015.

Bajo este escenario, el quidditch, más allá de ser un disciplina traída de la ficción a la realidad, da cuenta de la penetración de la literatura en el mundo juvenil, el público que más lee en el mundo y al que apuntan los colmillos las principales editoriales.

La aparición de nuevos deportes, ya sea el Quidditch o el Bike Polo -otra rama que está tomando notoriedad con más jugadores y equipos año a año-, da cuenta de que el underground deportivo está cambiando a paso lento, pero seguro. Y quizás, ayudados por la magia, llegue el día en que nos veamos alentando, por televisión o sentados en la graderías de un estadio, a 14 jugadores sobre una escoba -que no es voladora-, jóvenes idealistas que luchan por conseguir la preciada snitch.