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Un plan nacional de desarrollo para las Bahamas 2.0
Lun, 21/09/2015 - 09:37

Robert Pantzer

Robert Pantzer
Robert Pantzer

Robert Pantzer es especialista en Modernización del Estado en el Banco Interamericano de Desarrollo, actualmente ubicado en la Representación del BID en Las Bahamas. Previo a esto y entre otras experiencias, Robert trabajó en la Secretaría de Estado de Economía (SECO) en Berna, Suiza, donde fue responsable de asuntos económicos y comerciales de este país frente América Latina y representó a Suiza en organizaciones multilaterales, incluidas la OMC y la OCDE.

El gobierno de Bahamas sigue las recomendaciones del Fondo Monetario International (FMI) que había incitado en Marzo 2015 en la  consulta del Artículo IV, a las autoridades de Bahamas a finalizar e implementar rápidamente,  con la asistencia del Banco Interamericano de Desarrollo,  el Plan Nacional de Desarrollo (NDP). El FMI había enfatizado, que una mejor coordinación de las reformas económicas son necesarias a fin de fortalecer el nivel de competitividad estructural de la economía.

Todo esto suena bien, pero también un poco seco y teórico, hasta esotérico; es necesario traducirlo a términos prácticos que sean escuchados por los bahameños. Por suerte, el PND ahora entra en su etapa crítica de consultas con los bahameños, que fue iniciada con un seminario sobre gobierno para los funcionarios públicos hace unos meses. Su respuesta apasionada y brillante me inspiró y me hizo escribir estas líneas.

¿Por qué me entusiasma esto? Frente al abanico de la Ley de Libertad de Información (FOIA, Freedom of Information Act), es posible que el gobierno inicie una serie de reformas importantes: el BID cuenta con un conjunto de herramientas muy bien desarrollado y vasta experiencia en toda la región que pueden aprovecharse e implementarse con recursos relativamente modestos.

En las Bahamas, hay muchísimas oportunidades para realizar reformas gubernamentales dirigidas que tendrán un enorme impacto. En primer plano se encuentra la renovación y modernización de la gobernanza electrónica. La mayor incógnita aquí es cómo transformar la gobernanza electrónica en una herramienta que sirva para apoyar el desarrollo económico y social del país y mantener a los ciudadanos informados y felices. Como primer paso, es posible que en las Bahamas se necesite una estrategia de desarrollo digital para renovar esta plataforma de gobierno electrónico y expandir los servicios públicos a través de Internet para los ciudadanos y los negocios.

Haber vivido en las Bahamas durante los últimos dos años me brindó la oportunidad y el privilegio de hacerme muy buenos amigos bahameños con los que hablamos mucho. Un tema sobre el que siempre hablamos es la frustración ocasionada por los servicios públicos. Por ejemplo, la enfermera de mi madre estaba armando su negocio y tuvo que tener mucha paciencia y dedicarle mucho tiempo a ir de un funcionario a otro para que le firmaran todos los papeles necesarios. Una de las citas fue particularmente frustrante porque al funcionario se le había terminado la tinta, ¡y no pudo imprimir el documento que necesitaba para obtener la licencia de su negocio ni firmarlo! Esto representa una frustración terrible porque no solo detiene el proceso de registración del negocio, sino que también empeora el impacto ecológico y los embotellamientos porque las personas van al centro de Nassau en auto para tratar de cumplir con los requisitos de una burocracia bastante ineficiente.

El ejemplo de la enfermera de mi madre y sus esfuerzos por registrar su negocio toca otro tema: en 2015, el indicador de Doing Business del Banco Mundial subió a Jamaica, por ejemplo, 27 lugares (del 85 al 58) en la lista y ganó terreno principalmente en temas como el tiempo necesario para establecer un negocio y obtener un crédito. Al mismo tiempo, la posición de las Bahamas empeoró más de la cuenta y pasó de ser 96 a 97. Perdió terreno principalmente en temas como la obtención de créditos y la registración de negocios y también en la obtención de electricidad y los permisos de construcción. Con la ayuda del BID, mejorar estos indicadores será un arreglo rápido y muy sencillo y atraerá posibles inversores al país ya que, a la hora de decidir si invertir o no en las Bahamas, éstos tienen muy en cuenta la lista del indicador de Doing Business del Banco Mundial.

Con el apoyo del BID, las Bahamas puede desarrollar una plataforma web de servicios electrónicos de ventanilla única para que los bahameños puedan ahorrar tiempo y dinero. Esta plataforma puede permitir que los bahameños accedan rápidamente a una amplia variedad de servicios del gobierno en línea, entre los que se incluyen la emisión de licencias comerciales y documentos de identificación, como las licencias de conducir, la búsqueda de empleo, etc.

Existen otras áreas del gobierno bahameño donde las reformas dirigidas podrían tener un impacto poderoso desproporcionado y los compromisos de recursos relativamente modestos podrían aprovechar las grandes ganancias en términos de resultados. Entre otras, vienen a la mente medidas para mejorar la capacidad y la coordinación del servicio público. Con suerte, el debate público sobre el PDN y la FOIA ganará más terreno en los próximos meses. Ahora es el momento de arremangarse y comenzar a trabajar sobre los servicios para los ciudadanos, la gobernanza electrónica y los indicadores de Doing Business con respecto al futuro del país.

El BID se mantiene firme con la población y el gobierno de las Bahamas para superar esos desafíos de frente.

*Esta columna fue publicada originalmente en el blog GobernArte del Banco Interamericana de Desarrollo (BID).

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